Niña Pastori: «Los artistas somos los últimos de la cola porque somos los que distraemos, pero se entiende, lo primero es la salud»

-María, su primer disco cumple 25 años, pero no hace 25 años que usted está en los escenarios, ¿cómo ve ese recorrido si mira atrás?

-Han pasado muchas cosas y no parece que haya sido tanto tiempo, la verdad. Es verdad que cuando pasan cosas tan bonitas y buenas todo pasa más rápido. Han sido 25 años de disfrute con la gente, sólo puedo tener palabras de agradecimiento, desde luego. Y no sólo desde que saqué mi primer disco, sino desde que empecé a cantar. He tenido siempre un público fiel, no todo el mundo tiene esa suerte, un público que me sigue. Dentro del flamenco, además, he hecho otras cosas y he ido variando y la gente siempre ha ido aceptando todo lo que iba haciendo; algunos quizás más flamencos, otros más abiertos, de salsa... Siempre fusionando otros ritmos y lo han aceptado de maravilla. El balance es muy positivo y agradecida por lo que ha pasado.

-El público ha ido evolucionando con usted y creciendo, ¿qué momentos que haya vivido con esas personas que le siguen los recuerda más especiales?

-Ha habido distintas etapas, es verdad que una va viendo con los años el cariño que se va asentando mucho más y llevo unos cuantos años de esplendor con el público, tenemos un entendimiento muy bonito de respeto y cariño. Con el disco de 'María' (2002), con canciones compuestas por mí, vi un gran momento de cariño ahí; también con 'La orilla de mi pelo' (2011) di otro salto. Fue un disco muy bonito y noté otro empujón por parte de la gente. Y recientemente, que estoy en un momento muy bueno con 43 años y con la experiencia de tanto tiempo, la verdad es que todo son cosas nuevas y buenas. Evidentemente nada es fácil, como en todas las carreras hay momentos que las cosas a veces no salen como una desea, en realidad así es la vida de todo el mundo. Hay mucho sacrificio, eso es verdad, y ya no sólo por mi parte, sino por parte de mi equipo, de los que me arropan y me acompañan. Es mucho esfuerzo.

-Me hablaba de experiencia, ¿qué le diría a esa niña que fue cuando comenzó en la música y se subía a todos los tablaos de Cádiz?

-(Risas) Quizás cuando eres muy joven tienes un poco de prisa, ¿no? Y no quieres que se te escape nada, pero hay tiempo para todo. Hay momentos en los que una corre en la parte más política de todo esto, lo que te hace meter la pata. Porque eres joven y tienes desconocimiento, el miedo a dejar de hacer las cosas te acelera. Pienso que es algo de la mayoría de la juventud, que es ahora o no va a poder ser nunca, pero está claro que todo llega y todo pasa, hay tiempo para todo.

-Ahora que tiene varios conciertos programados en toda España, ¿qué ha preparado?

-Un repaso por todo lo que hemos hecho en estos años. Ha sido un repertorio complicado, con muchas canciones, aunque es lo que la gente espera. Con tantos discos te alargas y no podíamos llegar a las tres horas de concierto, pero lo hemos disfrutado mucho, lo hemos pasado muy bien en los ensayos, escuchando las cosas antiguas... Es lo que hacemos ahora mismo, aunque normalmente también solemos ver otros temas del comienzo, porque la gente no quiere sólo el disco actual y el anterior, también el principio.

-¿Es capaz de resumir esos 25 años en una o dos palabas?

-Es complicado, pero pienso que he saboreado todo y que he disfrutado de cada instante. He apreciado todo lo que me ha venido.

-A Málaga viene también en agosto, además de a Marenostrum el viernes 11 de junio, ¿qué le une a Málaga?

-Mucho, el de Málaga siempre ha sido un público muy fuerte en mi carrera, me he recorrido si no todos, casi todos los pueblos de la provincia. Es muy fiel y muy caliente, dando mucho calor al artista. Para mí mi público ha sido siempre, y ya no Málaga en este caso, muy entregado desde el principio. Tengo fans que me siguen desde el primer disco, que ahora ya son mujeres y hombres casados con hijos. Eso es bonito, que tenía de fan al padre y ahora tengo al hijo.

-¿Cómo le ha tratado la pandemia en los últimos meses?

-Gracias a Dios de mi familia nadie ha pasado el Covid-19, ni yo tampoco, pero ha sido horroroso porque nos ha afectado a todos. Además, mis padres ya están vacunados, mis hermanos y mis cuñadas también con la primera dosis. Yo estoy a la espera porque la semana que viene o la otra me llaman y me la pondré. En ese sentido dando gracias a Dios por no haber tenido que pasar la enfermedad ni tantas desgracias que han pasado muchas familias. También nuestros ancianos, cómo se han ido de una forma tan desagradable y tan feo todo... Hemos sufrido porque son cosas que nos tocan, es nuestro país, nuestra gente, nuestra sangre y ha sido todo muy desagradable.

El no poder salir y hacer nuestra vida cotidiana, que al final es lo que nos mantiene. Y más como somos todos nosotros, de besos, de abrazos y de expresarnos con cariño, por lo menos en mi casa, que somos muy besucones. La pandemia nos ha afectado mucho mentalmente, la moral te la deja por los suelos. Sobre todo también en las celebraciones, que los españoles tendemos a celebrarlo todo, cualquier tontería. Festejarlo todo con los amigos y tomarse una tapita en una terraza, no tener eso a veces ha sido muy duro. A nivel personal nos ha afectado muchísimo a todos, la verdad.

-¿Y en el aspecto profesional?

-Cuando vino la pandemia yo tenía que estar parada, porque terminé en agosto de 2019 y en marzo de 2020 nos confinaron. Yo estaba preparando el nuevo disco y tenía que parar para componer y preparar el repertorio. Está feo decirlo, pero en ese sentido la pandemia me pilló bien, porque no me vi con un disco en las puertas o con el disco en la calle, como muchos compañeros que han tenido esa mala suerte. Y ya no sólo a los de aquí, sino a artistas del mundo entero. Pero bueno, nosotros somos los últimos de la cola porque somos los que distraemos (risas), y se entiende, porque lo primero es la salud y tener un cacho de pan que llevarse a la boca. Y vivir lo mejor posible que es lo más importante. Ya después vendrá la diversión.