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Se inició en la música cuando tenía 8 años y empezó a estudiar piano clásico con Gordana Komericki en el Ateneo. Después estudió 8 años en el Conservatorio, pero lo abandonó «por falta de motivación», tal y como confiesa el compositor y trompetista malagueño ... Nacho Loring, que acaba de publicar en formato físico y en las plataformas digitales su disco 'NONETO', creado para una formación de nueve músicos. Colaborador habitual de grupos como Dry Martina, Clasijazz Bigband, Diego Lara, Opus II de Tete Leal, Wasabi Cru y Tumbando a Monk, entre otros, Nacho Loring continuó en casa con sus estudios «de piano, tocando la guitarra o incluso grabando maquetas de rap», aunque sería en la Banda de Música de La Paz donde descubriría su verdadera pasión: la trompeta. 'NONETO' –en el que se incluyen los temas creados por el propio Loring y otros dos compuestos y arreglados por Pablo Guzmán y Marcos Merino– es su primer disco en formato físico, aunque durante su estancia en Londres grabó una primera sesión como líder y compositor con músicos de la escena londinense, que se puede disfrutar en YouTube.
–¿Cómo se le ocurrió la idea de montar un noneto?
–La verdad que fue una idea de Leyla Esteso, la programadora del Torremolinos Jazz Festival. Me escribió para tocar en este festival el año 2019 y que presentase un proyecto nuevo con 9 o 10 músicos. Me gustó la idea y el resultado, así que decidimos grabarlo en estudio también.
–¿Y cómo fue la selección de los músicos?
–La selección en mi caso siempre es fácil. Tenemos la suerte en Málaga y alrededores de tener una escena bastante potente, con el añadido de que tenemos una muy buena relación entre nosotros. Sólo el contrabajista, Alejandro Tamayo, viene de Granada aunque es gaditano. El resto son malagueños y/o residentes: Dani Torres, Pablo Valero, Juanpe Berrocal, Moisés Fernández, Pablo Guzmán, Sergio Díaz y Marcos Merino.
–La grabación del disco se hizo en directo, ¿cómo fue el proceso?
–La grabación se hizo en directo pero en estudio. Queríamos que tuviera ese sonido orgánico del directo, fue difícil porque gestionar ensayos para tantos músicos de tanta categoría siempre es difícil. Pero no teníamos dudas, queríamos que sonase real.
–Todo este trabajo se realizó antes de la pandemia, ¿cómo le ha afectado esta crisis?
–La verdad que ha sido y es duro, como podrás imaginar. Todavía no he encontrado la oportunidad de hacer una presentación en condiciones, porque la mayoría de salas en Málaga en las que puedo hacerlo se cobra a taquilla, y el aforo es reducido, no sale rentable ir a taquilla con un noneto... Además a la hora de hacer promo en redes también es difícil, todo el mundo ha aprovechado la pandemia para grabar y hacer proyectos nuevos, estamos todos los músicos saturando al público con tanto 'se vienen cositas' pero es normal, si no podíamos tocar teníamos que aprovechar el tiempo.
–Componer temas para un noneto no debe ser tarea fácil...
–Componer nunca es tarea fácil, tienes que luchar continuamente contra la duda (o por lo menos en mi caso) de '¿esto mola o no? ¿Esta armonía o esta otra?'. Cuando he empezado a componer para formaciones más grandes se aumentan las variables. Pero bueno, todo es un aprendizaje y con el tiempo se hace oficio. Ahora estoy analizando obras de orquesta y empezando a 'intentar' componer música para grandes formaciones como orquesta.
–Sus temas combinan el jazz, el swing y hasta la samba, hay sonidos eléctricos, funk, clásica... ¿qué le ha impulsado a mezclar estos géneros?
–Es cierto, combinamos el jazz con la samba, el flamenco, bolero... Nicholas Payton dice que el jazz murió en 1959, y yo estoy de acuerdo, aunque quizás es la palabra que mejor define nuestra manera de hacer música.
–Sin embargo, el jazz es su mayor influencia e inspiración...
–A mí el jazz me cambió la vida. Desde que empecé a estudiar esta música más en serio me di cuenta de que era lo que yo quería hacer en la vida. Es el estilo que más libertad me había aportado hasta ese momento, sentía verdaderamente que la improvisación me permitía hacer música mucho más que interpretando una obra clásica o cantando una canción de Silvio Rodríguez con mi guitarra.
–¿'NONETO' es la primera parte de un proyecto más amplio?
–Tengo muchas ideas en la cabeza que me ilusionan, algunas ya empezadas, pero bueno, yo soy un gran soñador, de cada 5 sueños sólo llevo a la realidad uno de ellos, así que no sé a dónde me llevará esto pero seguro que algo interesante saldrá porque estoy aprendiendo mucho con este lanzamiento.
–Usted trabaja con artistas y grupos muy diversos... ¿Cómo son estas colaboraciones?
–Cómo músico 'freelance' siempre he dependido de las colaboracines con otros artistas para poder sobrevivir económicamente. Actualmente tengo mucha suerte y colaboro con músicos que son amigos e ídolos míos. Lo que más me gusta es cuando me llaman para tocar con ellos músicos como José Carra, Guillermo McGill, Enrique Oliver, Juan Galiardo o Tete Leal. Trabajar con músicos de la escena jazzera con los que he aprendido y sigo aprendiendo: eso es por lo que realmente me dedico a la música.
–Aunque empezó estudiando piano su gran pasión es la trompeta, ¿cómo fue este descubrimiento?
–Fue en la Banda de La Paz de Málaga cuando empecé a tocar la trompeta. Me enamoré de este instrumento y fue con él que descubrí la improvisación; estudié jazz en la CAMM con el maestro Julián Sánchez, Ernesto Aurignac, José Carra... Y ya no he hecho otra cosa en mi vida que estudiar. Me fui a Londres una temporada a seguir aprendiendo y así hasta el final de mis días, o hasta que me canse (Risas).
–¿El trabajo con agrupaciones como La Insostenible Big Band le ha servido para dar el salto al noneto?
–Las grandes formaciones siempre me han encantado, como amante de la armonía escucho mucha música clásica y las formaciones grandes son una de mis pasiones. La Insostenible contó conmigo cuando estaba empezando en el jazz y siempre estaré agradecido.
–Esta pregunta es obligada: ¿Lo del apellido Loring viene de la dinastía malagueña de toda la vida?
–Soy de los Loring de Málaga, como me suelen preguntar (Risas). Jorge Loring y Amalia Heredia son mis tatarabuelos. Es interesante poder conocer la historia de una parte de mi familia, hicieron un gran trabajo por Málaga y los malagueños, invito a que lean su historia, ya que no sólo eran aristócratas, eran muy buenas personas.
–Cada vez hay más salas y ciclos que ofrecen una programación estable de jazz ¿Cómo ve el futuro del género en Málaga?
–Para mí nunca será suficiente. Veo que hay músicos de jazz de un nivel increíble, algunos de ellos son mis músicos favoritos del mundo. Sin embargo no hay muchos clubes de jazz donde podamos hacer jams o conciertos, y casi siempre flaquea el público. Necesitamos que el Centro reactive la música en directo, de cualquier género. Es algo muy positivo para la ciudad que vayas paseando y haya músicos tocando en los locales, da una muy buena imagen y da trabajo a los artistas. Nunca entenderé por qué no se hace.
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