Las mujeres de la música electrónica hacen ruido en Málaga

«Haberlas haylas, pero están muy dispersas», apunta Paloma Peñarrubia, un referente en Málaga de esta disciplina e impulsora del encuentro junto con Araceli Martín Chicano. Flama quiere reunirlas, agruparlas y que se conozcan entre ellas para generar conexiones y ayudar a crear referentes tan necesarios en las nuevas generaciones. La única forma de lograrlo es visibilizarlas y por eso este festival es para todos los públicos, pero solo habrá mujeres encima del escenario, para «compensar de alguna manera todos esos años de discriminación negativa». El reto es que llegue el día en que no exista ninguna forma de discriminación, ni positiva ni negativa.

En esta aspiración de igualdad Andalucía llega algo más tarde que otras zonas de la geografía española. «A nosotras mismas nos cuesta encontrar dentro de Andalucía a chicas que hagan música electrónica y visuales. Es casi una labor de antropología buscar a esas mujeres y mostrarlas«. Incluso para muchas de las participantes esta será la primera vez que actúen en Málaga. Y esa es también la filosofía de Flama: poder traer a artistas de nivel que aparecen en los carteles de festivales como el Sónar o el Primavera Sound pero a las que es muy difícil ver por aquí.

«De Madrid para arriba hay más escena, por eso es importante crear una red con otros festivales y demostrar que Andalucía también existe en esto y que está cogiendo fuerza e identidad a través de sus artistas», argumenta Peñarrubia, que en unos días clausurará el MaF con su proyecto de arte digital Bromo, que desarrolla con Azael Ferrer (3 de junio. Teatro Echegaray).

Para generar esos lazos estará en Málaga Natalia Piñuel, investigadora cultural, comisaria y una pionera en este terreno con la creación hace ya seis años del festival She Makes Noise en La Casa Encendida de Madrid, un certamen multidisciplinar que visibiliza el papel de la mujer en el audiovisual contemporáneo y la música electrónica.

Ella participará el 11 de junio en la mesa redonda que abre Flama –'El papel de la mujer en la música electrónica, desde la artista a la gestión cultural'– junto a la artista Ylia y la comunicadora Rosa Pérez, al frente del programa de Radio 3 Fluido Rosa que retransmitirá el encuentro. Eso será a las 16.30 horas. Desde media hora antes estará pinchando L-Shine, alumna de la escuela de producción musical Musiluz, y después de la charla se pasará de la teoría a la práctica.

La primera edición de Flama contará con las actuaciones de Ylia (entre lo ambiental y la pista de baile, miembro de Pony Bravo y al mando de los sintetizadores con Niño de Elche), Dreyma (creadoras de un paisaje sonoro oscuro, ensoñador, por momentos delicado y frágil como, en otros, visceral y agresivo), Alicia Carrera (sus sets huyen de un lugar común para recrear paisajes evocadores y atmósferas viajeras) y RRUCCULLA (con una mezcla de géneros y composiciones enérgicas, jazz, pop, ritmos abstractos, texturas sintéticas y ruidos). Todas acompañan sus músicas de visuales. Las entradas ya están a la venta, a 3 euros cada actuación.

Flama debía haberse celebrado el 8 de marzo de 2020 coincidiendo con el Día de la Mujer, pero la pandemia ya era una amenaza. Tras un año buscando patrocinios y alianzas, el festival se aplazó hasta este junio de 2021 con la confianza de que la situación sanitaria hubiera mejorado. Y lo ha hecho, pero no lo suficiente como para reactivar la agenda internacional que tenían prevista las organizadoras ni para contar con todo el presupuesto contemplado.

Por eso esta edición será una primera toma de contacto con el terreno, una carta de presentación para seguir creciendo y expandiéndose en los años siguientes con talleres impartidos por mujeres de la electrónica (para hombres y para mujeres) y con artistas internacionales que rara vez han tenido la ocasión de mostrar lo que hacen en Andalucía. De hecho, aunque todavía ni se ha celebrado este año, Peñarrubia y MartínChicano tienen en la cabeza el Flama 2022 y ya han establecido contactos con otras ciudades andaluzas que quieren sumarse a esta red de festivales de mujeres, creados casi íntegramente por ellas (en Flama son más del 90% en el equipo), pero que aspiran a concienciar a todos.