'El Mesías' pone a cantar al Teatro Cervantes

Esta vez los nervios no están solo en el escenario. Entre las mil localidades del Teatro Cervantes hay repartidos 190 cantantes aficionados, infiltrados de honor para una noche especial. 'El Mesías', de G. F. Händel convirtió anoche el patio de butacas del recinto malagueño en un lugar de encuentro y celebración de la música universal. Se trata del segundo concierto participativo que «la Caixa» ofrece en Málaga tras el éxito de la primera edición, que tuvo lugar el año pasado por estas fechas.

Se apagan las luces y el público se pone en pie para recibir a los músicos, que ocupan sus localidades a la espera del maestro, el prestigioso director de orquesta Edward Higginbottom. A sus órdenes están el coro Oxford Consort of Voices y la orquesta Instruments of Time & Truth. Además de los cuatro solistas Claire Booth, soprano; James Hall, contratenor; Nicholas Pritchard, tenor y James Geidt, bajo.

Tras la cantata inicial llega el momento más emocionante, que sorprende por más que se sepa que, en cualquier momento, el director va a darse la vuelta para mirar al respetable en plena función. Después de la primera intervención solista los focos iluminan los dos laterales del patio. Al unísono, varias hileras se ponen en pie, también en los palcos del primer piso, y la música brota con fuerza y alegría. En este punto del oratorio de Händel el autor buscaba crear una atmósfera de regocijo por el anuncio de la llegada de el Mesías, una sensación de frenesí fundamentada anoche en el torrente de las decenas de voces que suenan a la vez.

Ver a Higginbottom gesticulando a los asistentes para coordinar sus entradas y salidas compone una estampa diferente que anoche dio un resultado más que solvente. La mezcla sonó redonda, con una polifonía asentada y bien armonizada, fruto del esfuerzo de varios meses de preparación.

La segunda intervención del gran coro en la obra de Händel es de la más llamativa del primer acto. Como un grito de júbilo, «behold!» (¡mirad!, en inglés), los 190 participantes piden al espectador que contemple la gloria de la llegada de Cristo. Además, este tramo coral supone un épico colofón a un largo soliloquio del contratenor (voz masculina más aguda), James Hall, que anoche obligó a los asistentes a contener los aplausos en varios momentos de gran calidad vocal. Otra de la intervenciones más emotivas de los asistentes fue la recreación del nacimiento de Jesús. «El origen de la luz es la criatura divina que será llamada Maravilloso, Consejero», recoge el texto. Estos dos últimos adjetivos resuenan fuertes y joviales en la armonía: «Wonderful, Consellor!», con un volumen por encima de lo normal.

Estar sentado entre un coro participativo es una experiencia inmersiva, redonda y del todo inusual incluso para el más melómano, ya que este tipo de concierto no es el más habitual por la complejidad que entraña. Para que el resultado de anoche fuese el esperado, las corales han estado ensayando con el director preparador Daniel Maestre, encargado de encajar las 190 voces de la partitura.

Seis agrupaciones corales de la provincia fueron las encargadas de envolver a los asistentes: Coral Santa Cecilia Rincón de la Victoria; Coral Stella Maris de Torre del Mar; Coro de la Universidad de Málaga; Coro Nostro Tempo del Conservatorio Elemental de Música Eduardo Ocón de Málaga; Coro Santa Cecilia del Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra; y Orfeón Universitario y Preuniversitario de Málaga. Juntas dieron vida a una noche diferente que se prolongó hasta las tres horas y que finalizó con un largo y sonoro aplauso de varios minutos por parte de los asistentes –también de los que cantaron–.

En el año 1995, «la Caixa» convirtió 'El Mesías' de Händel en una experiencia colectiva, una tradición que cada año se repite en diferentes partes del mundo