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Instrumentista, vocalista, actriz y compositora de origen ruso nacida en Málaga, Masha Ocean estudió violín en el Conservatorio de Moscú de Tchaikovsky. Sus padres vinieron a la Costa del Sol desde la capital rusa en 1990, cuando su abuela comenzó a trabajar en la Orquesta ... Sinfónica de Málaga como violista y ese capricho del azar es el responsable de que ahora la luz del mar que adora impregne todas sus composiciones. Ella es la cuarta generación de una familia de músicos que se remonta a su tatarabuelo, contrabajista en el Teatro Bolshoi durante cuarenta años. Sus padres y también su tío, chelista clásico y pianista de jazz, le hicieron disfrutar con artistas como Nat King Cole o Louis Armstrong. Ahora ella lidera su propio grupo de jazz, Masha Ocean Quartet, en el que la acompañan Isaac Pascual, Francis Posé y Ramón López, además de un sinfín de colaboraciones de lujo, entre las que se encuentra el guitarrista original de Amy Winehouse, Robin Banerjee. Con ellos ha publicado 'Kaleidoscopic Realities', un disco que viaja por el swing, los ritmos latinos, la samba, bossa-nova, blues y hasta electrónica. Además, es profesora de canto y confiesa que aunque comenzó en la música clásica, no se considera «purista», ya que lo que le gusta es «innovar».
–'¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?'... ¿te han hecho alguna vez esta pregunta?
–Sí, en muchas ocasiones. Dependiendo de las circunstancias de la vida, me han preguntado ¿por qué te quedas en Málaga si puedes vivir en muchos sitios...? También cuando vivía en Londres y tenía que trabajar en cualquier cosa, me preguntaban qué hacía allí con tres idiomas y un grado superior. Y yo contestaba que aprendiendo.
–Ese tema es una canción del grupo de rock español Burning, ¿los conoces?
–No, lo cierto es que tengo muy poco conocimiento del rock español, tengo más referencias del flamenco que del rock.
–Pero sí te gusta el rock anglosajón y otros géneros musicales...
–Por supuesto, a mí me gusta la música que tiene calidad. Tengo preferencias con lo que escucho, pero igual oigo hip-hop que música de meditación, jazz, clásica... Lo único que no disfruto es el heavy metal, cuando el nivel de volumen es demasiado me revienta el oído. Me gusta el pop e incluso algunas cosas de reggaeton, muy poco, pero hay canciones que me gustan.
–¿En español también?
–Claro que sí. Me gusta Rosalía, que es una artista increíble; soy fan total de su voz, no es que me guste todo lo que hace pero tiene una gran voz. Me gusta C. Tangana también, pero en el rock español tengo mucho que aprender.
–¿Qué música escuchas cuando lees o en tus ratos de relax?
–Cuando leo no pongo nada, porque cuando escucho música mi mente está analizando lo que está pasando por ese sonido. Si estoy de relax, me puedo poner 'Walls of Ice', el álbum de The Smile, el proyecto paralelo de Radiohead, o Bob Marley, que me encanta escucharlo en la playa...
–¿Qué supone para ti llevar la voz cantante y el liderazgo de un grupo en el que todos los músicos son hombres?
–No distingo de géneros, para mí un músico tiene que ser bueno. Las circunstancias han hecho que comparta mi trabajo con estos músicos de excepción. En el caso de Masha Ocean Quartet además somos muy amigos y hay mucho respeto entre todos, ahora estoy aprendiendo a ser líder y eso es un arte que tienes que ir mejorando día a día. Yo soy muy perfeccionista y ahora estoy aprendiendo a delegar en ellos. Este disco me ha supuesto un crecimiento y un aprendizaje muy intensos.
–Después de haber vivido en Rusia, Londres y España, ¿qué te impulsó a quedarte en Málaga?
–Yo soy gran patriota de Málaga porque he nacido aquí. He vivido en Rusia, en Londres, en Sevilla... Mis padres me han llevado a muchos sitios, pero en realidad Málaga cumple con todos los requisitos que yo le pido a la vida. Me gustaría tener siempre mi base aquí y viajar para hacer conciertos, giras, etc. para luego volver a mi paraíso, al Coto de Mijas, en Fuengirola. Ni Barcelona, ni Madrid, ni Londres. Los malagueños nunca me habéis tratado como una extranjera y si hablamos del jazz, es un género que está muy vivo aquí. Además, hoy en día para crear un álbum no es necesario estar en Londres.
–¿Si hubieras nacido en otro país habría cambiado algo en tu vida?
–¡Drásticamente! Dependiendo de qué país. Incluso si hubiera nacido en otra ciudad de España, porque Málaga dentro de este país también es un sitio especial con gente muy especial, abierta, simpática. Cuando me preguntan si soy rusa o malagueña siempre digo que no lo sé, mitad y mitad.
–¿Tu amplia formación en Rusia, Reino Unido y Málaga te da una perspectiva más abierta a la hora de desarrollar tu trabajo?
–Totalmente. Hace diez años terminé la Universidad en Moscú y me fui dos años a vivir a Londres y eso ha sido una experiencia dura pero muy rica. Al estar allí y ver cómo es el mundo capitalista en su esplendor, algo que también sucede en Nueva York, he tenido la oportunidad de ver cómo son los sitios y los músicos que trabajan en mi profesión. Igual que Rusia y Moscú. Si no hubiera estado en esos países, sería otra persona.
–¿Te inspiras en tus propias vivencias para componer?
–Por supuesto. Las seis composiciones de 'Kaleidoscopic Realities', con los compañeros o mías en solitario, van de asuntos intensos que están en mi cabeza. Soy muy fan de Amy Winehouse y todas las letras son muy 'harsh'. ¿Cómo se traduce esto en español? Muy duras, demasiado sinceras. Yo no he llegado a este nivel, pero sí es cierto que al principio me costaba hacer letras tan personales y ahora he entendido que la mejor música nace cuando un artista expresa lo que de verdad le importa.
–¿Y surgen mejores canciones de los buenos o de los malos momentos?
–Siempre tendemos a dramatizar las cosas cuando nos sentimos mal. No solo de los malos momentos salen buenas canciones, pero sí que es cierto que al poner tu mala experiencia en una obra de arte realizas una especie de psicoterapia. Al exponerlo, te liberas.
–Tú has vivido en varios países, pero ¿a qué lugar te gustaría ir de vacaciones?
–Este año estoy de vacaciones en agosto. Voy a hacer varios viajes y me encanta la playa. Me gustaría conocer sitios nuevos, pero hay que elegir: Londres, Amsterdam, Moscú... me encantan. Pero lo que me da mucha vergüenza es que no conozco Barcelona, que creo que me va a encantar porque es una gran ciudad pero en la playa. Para mí el mar es imprescindible.
–¿Te gusta la ensaladilla rusa?
–No soy fan de la ensaladilla rusa en su versión española, pero tengo que decir que allí este plato es muy típico pero no lleva atún. Eso es malagueño totalmente. En Rusia no se llama así, sino 'Olivier' por el chef francés que la inventó. Allí se añade jamón o carne cocida o vegetariano, pero pescado no lleva nunca. Siempre en Año Nuevo hay un plato sobre la mesa.
–¿Qué te parece que Málaga sea una de las pocas ciudades del mundo en las que hay un museo dedicado al arte ruso?
–Me parece fantástico, porque soy una gran admiradora de la cultura rusa. Los pintores rusos, el arte y la música clásica de ese país son increíbles. Tienen una gran tradición desde hace siglos. Yo creo que las dos culturas, la española y la rusa, tienen mucha relación desde siglos atrás.
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