Érase una vez una mente conectada a un piano: Marcos Castilla

En mitad de esta entrevista confesaba que, además de tocar el piano, canta o toca el ukelele o la armónica. No se negó a entonar y lo hizo con 'Yesterday' de The Beatles. Dulzura, delicadeza y sabiduría, mucha. Desde pequeño en el conservatorio y hace unos años también en la Academia Internacional Galamian recibiendo los consejos de maestros como Misha Dacic, Josu de Solaun, Jesús Reina y Martín Tenllado, entre otros. «Al final es invertir tu vida en lo que te gusta. A lo mejor no he tenido la infancia de acabar a las tres de la tarde del colegio, hace los deberes y salir a jugar, pero lo que viene después de todo ese esfuerzo viene algo mucho más bonito. Es amor al arte», explica Marcos Castilla.

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Su sensibilidad es palpable al escucharlo tocar el piano o al hablar, profundo en cada tema y con sentimiento verdadero ante todo. Desde esa cafetería que tanto le gusta de la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina, detalla que no rechaza ningún estilo de música, «desde flamenco, reggaeton o tango al clasicismo o romanticismo». Le gusta componer e improvisar, se atreve con partituras de piano y con letras de canciones: «Hace dos o tres años que empecé a componer también canciones. Al final es el antídoto que tenemos muchos, contarlo todo a través de la música, es de las mejores maneras de aprender», concreta el joven pianista.

Sabe que se quiere dedicar a la música «en serio» y que, ahora que está estudiando Bachillerato, está en momento decisivo de decidir su futuro: «Yo siempre he sabido que la música era mi pasión, pero ahora sé que es que me quiero dedicar a esto en serio. Es el futuro que quiero, es lo que he estado haciendo toda mi vida», confiesa Marcos Castilla, que además ve la música en cada momento de su día a día: «He llegado a pensar que estoy obsesionado, estoy en clase y a lo mejor se me ocurre una idea y tengo que apuntarla en el cuaderno. Veo música en cada sonido de la calle, o por ejemplo en el toque de unas copas... Eso hace que se me venga la nota a la cabeza y piense en qué música podría hacer», profundiza.

Está viviendo un momento bonito y lo sabe: «Es precioso el desarrollo físico y mental, no sé si es la etapa más importante, pero sí la más influyente. Toda la técnica que no aprenda ahora... Y noto que voy teniendo cada vez más sentimiento», aclara el malagueño. Más de una vez se emociona cuando toca porque así la música se lo transmite: «Hay un momento en el que las emociones vienen y es como una ola, ahí es cuando llega la pasión e incluso me emociono por lo bonita que es la música y por poder tocar y expresar lo que siento», afirma Marcos Castilla, al que en el mismo concurso 'Tierra de Talento' le consideraron como «el mejor pianista que ha pasado por el programa». Al recordarlo, los ojos se le ponen brillosos: «Cuando me dijeron eso no lo podía asimilar, es muy bonito que te digan eso... Pero yo al final lo único que hago es sentir la música, con más o menos tecnicismos, para que los demás sientan lo que yo siento, ese es mi objetivo al tocar».

Poder participar en el programa ha sido para Marcos Castilla una experiencia inolvidable, tanto por conocer a compañeros como por lo vivido: «Todos eran muy buenos artistas y fue un lujo estar allí. Es algo que no olvidaré», cuenta el pianista, que no piensa en su talento o en lo que puede llegar a ser: «Si uno se cree que es bueno deja de serlo. Esos pensamientos no ayudan, es como el que piensa que ya ha terminado de aprender y eso nunca se hace, es algo constante tanto en la música como en la vida». Su familia, amigos y pareja son ahora mismo el pilar de este músico: «Quiero mucho a los míos y sin ellos no podría estar donde estoy, son fundamentales en mi vida...», concluye con sentimiento Marcos Castilla.