cristina pinto
Sábado, 3 de julio 2021, 22:04
Ella legaba una media hora antes de lo previsto para visitar la Colección del Museo Ruso: La Mala Rodríguez confesaba ser muy fan de Lev Tolstói: «Me gusta lo ruso», decía mientras paseaba por las salas del museo malagueño. Mientras, en la planta ... baja, la pequeña Nayara pide la primera fila para no perderse ni un detalle de lo que estaba por llegar: «¿Cuándo va a venir?», preguntaba cada vez que pasaba alguien de la organización. Quedaban unos diez minutos para que comenzase una nueva edición de 'Noche en el Museo con Fnac' y La Mala Rodríguez era la protagonista de la velada con la presentación de su libro 'Cómo ser Mala'.
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El paralelismo entre Nayara, de 6 años, y La Mala, de 42, era evidente desde el primer minuto en el que la artista se puso a hablar. Se sentó junto a la gestora cultural Cristina Consuegra y lo primero que hizo fue ver a esa pequeña fan que la miraba con ilusión: «¡Ay! Pero bueno, qué tenemos aquí...», reaccionó la cantante al ver a Nayara. Su primera reflexión establecía ya la conexión entre ambas: «Si hay algo que me identifica es que no quiero nunca dejar de ser una niña. Cuando eres niña todo es nuevo y todo te sigue sorprendiendo», aseguraba La Mala Rodríguez.
En este libro 'Cómo ser Mala' la artista escribe el recorrido que lleva en su carrera profesional, toda una novela de aventuras donde se habla de música, fiestas, crisis, viajes, talento, drogas, sexo y de cómo consiguió llegar a la cima del rap español con reconocimiento internacional. Cristina Consuegra así lo describía: «Este libro es un salto al vacío, el tuyo. Y todo salto al vacío es un acto de valentía».
Durante el encuentro en esta 'Noche en el Museo con Fnac', se pudo ver esa otra cara de La Mala Rodríguez. Si bien en el escenario es un puro terremoto que arrasa en cada uno de sus temas con su voz y presencia, en esta presentación se sintió su cara más «tímida», aunque ella admite que es «fobia social». «Me pasa, está diagnosticado. Yo creía que era tímida pero no es eso. A veces me gustaría meterme en un agujero... Y es raro, porque mi trabajo es estar delante de un chorro de gente», se sinceraba la cantante.
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A pesar de esa «fobia social», La Mala Rodríguez habló sin tapujos de todos los temas que le han acompañado en su vida, como el divorcio. «Llegué a pensar que follar sin querer era lo normal», dice en su libro. «La época en la que me divorcio es el fin de la etapa más dura y triste de mi vida. Me gusta que hoy en día la sociedad está cambiando y la gente joven sabe lo que es bueno y lo malo. Ahora las mujeres hablan entre ellas y se cuentan, antes no lo hacían», confesaba al hablar del maltrato. También tuvo momento para hablar de las drogas: «Un cuerpo no se termina de desarrollar hasta los 25 años, si te drogas antes puedes estar afectado. El problema está en la educación emocional. En el libro hablo de lo mal que me sentó a mí», explicaba.
Tras tratar este tema, la artista lanzaba una pregunta al aire a modo de reflexión: «Me asombra que cuando más éxito he tenido era cuando personalmente peor me sentía. ¿Qué es el éxito entonces? El éxito es estar rodeado de la gente que quieres y hacer las cosas que te gustan. Por ejemplo, que te den un Grammy y que de lo que tengas ganas es de volver a casa porque es el cumpleaños de tu hijo», apuntaba la rapera.
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En 2019 recibió el Premio Nacional de las Músicas Actuales por haber sido pionera en estilos y géneros. «Esa llamada es la reparación. Me he sentido tan sola tanto tiempo», afirma al recordar ese momento en 'Cómo ser Mala'. «No me sentí parte de la escena musical nunca, siempre me he sentido en un 'ghetto' musical. Me puse a llorar», recordaba la cantante. «A veces lloro, veo cuadros y lloro también. Llorar es bien», añadía.
Cuando se acercaba el momento final de esta charla con Cristina Consuegra, Nayara ya estaba nerviosa, se acercaba su momento. Sería la primera en subir al escenario y estuvo cerca de diez minutos hablando con La Mala Rodríguez, que aseguraba que Nayara le recordaba a su hija. Esta pequeña de seis años fue un poco más feliz en esta Noche en el Museo con Fnac, la cultura es segura y curativa. La cultura también es felicidad.
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