Les Luthiers desatan la carcajada en la Cueva de Nerja

Su inclasificable sentido del humor, capaces de hacer bromas de casi cualquier tema de la vida cotidiana y hasta celestial, cautivó al cerca de un millar de espectadores que se congregaron en el entorno de los jardines de la gruta axárquica. El personaje central de esta gira de despida, que pone fin a 55 años de trayectoria en los que la banda ha recibido todo tipo de reconocimientos y ha ido, lógicamente, cambiando también a algunos de sus integrantes por motivos biológicos, volvió a ser el compositor ficticio Johann Sebastian Mastropiero.

'Mas tropiezos de Mastropiero' es el título del espectáculo que pusieron en escena, en el que no faltaron sus inclasificables instrumentos musicales, surgidos del talento y la creatividad de este talentoso grupo de argentinos que tienen una gran vinculación con España y a tenor de la respuesta de los asistentes anoche a los jardines de la Cueva de Nerja, auténticos seguidores acérrimos.

Pasaban pocos minutos de las 22.30 horas cuando aparecieron sobre el escenario Roberto Antier, que encarnaba a un sesudo presentador de televisión, con su programa 'Diálogos con la cultura', en el que el entrevistado era el «gran maestro Mastropiero», encarnado magistralmente por Martin O'Connor. Entre villancicos en en presencia del «santo padre», interpretado por Carlos López Puccio, y respuestas de lo más surrealistas, los ingeniosos juegos de palabras no dejaron de hacer reír a los presentes. «Fue un amor platónico, me costó bastante plata», le confesaba Mastropiero sobre una de sus relaciones personales al entrevistador.

Pero no solo con el amor, la religión, la guerra o la igualdad se atreven a hacer humor los maestros argentinos, sino que sus diálogos, reproducidos con destreza y dinamismo, se adentran también en cuestiones más etéreas, como qué es el éxito o el reconocimiento. «¿Por ser serio no se puede ser divertido?», se preguntaba casi al final del espectáculo Mastropiero, para a continuación enlazar una lista de filósofos y e intelectuales a los que decía admirar. Los argentinos no defraudan y nunca dejan de sorprender.

Los inconfundibles diálogos entre los siete protagonistas se entremezclaron con las piezas musicales, interpretadas con algunos de los instrumentos de fabricación propia que los han hecho tan conocidos mundialmente y que hacen honor al nombre del grupo argentino. Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín O'Connor y Horacio Tato Turano, y como alternantes Santiago Otero Ramos y Pablo Rabinovich, se marcharon del escenario tras una cerrada ovación pasadas las 00.00 horas de la madrugada. Pero este sábado tienen una nueva cita. No se la pierdan.