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La artista Lola Índigo sobre el escenario del Martín Carpena, este domingo. Hugo Cortés

Lola Índigo enseña a 'reventarla' en Málaga

La artista granadina ofrece una exhibición de cante y baile en el Martín Carpena, en un concierto fijado como preludio de la Copa del Rey de baloncesto

Domingo, 11 de febrero 2024

En ningún lugar el tiempo causa tantos estragos como lo hace en el mundo de la música pop. Nadie lo sabe tan bien como los propios artistas. En algún momento te declaran como ícono o algo parecido y empiezas a cargar sobre tus espaldas el ... peso de toneladas. El que supone demostrar el cliché que se te atribuye y no defraudar a los que pagan una entrada, no precisamente barata, para ir a uno de tus conciertos.

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El público que asistió este domingo al Palacio de Deportes Martín Carpena pudo experimentar el fenómeno Lola Índigo en toda su trascendencia y de manera bastante imponente. La artista con ADN granadino (criada en Huétor Tajar) demostró que puede ofrecer una fusión entre dos mundos y convencer tanto al purista como al que disfruta más del envoltorio.

Quiere decir en realidad lo siguiente: Lola Índigo desplegó un concierto que atiende esa indiscutible tendencia hacia un 'hiper' espectáculo lleno de luz y colores, que requiere de grandes pabellones, pero demostró que también sabe desacoplar la superficie y ofrecer algo más profundo y sentido. Cantar con emoción y tocar la fibra.

El auditorio, nutrido de asistentes jovencísimos, se entregó enseguida a la sobreestimulación sensorial que plantea Lola Índigo desde la rampa de salida. Muchas de sus canciones las interpretó acompañada de bailarines que ejecutaban coreografías con la precisión del compás de una ametralladora. El concierto estaba configurado como prólogo a la Copa del Rey de baloncesto, que empieza a jugarse a partir del jueves en el Martín Carpen. También fue el estreno de Never Say Never (NSN) en Málaga, agencia que quiere abrir mercado combinando deporte y espectáculo.

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El inicio estaba previsto para las siete y media de la tarde. Apenas 15 minutos sobre la hora fijada apareció Lola Índigo. Lo hizo saliendo de ese huevo gigante, tan icónico de su tour El Dragón, resucitado para esta ocasión. La granadina abrió fuego con 'AN1MAL' y mantuvo el ritmo frenético con 'Discoteka'. Podrías entrar en una clase de spinning, que ibas a sudar menos. Para bajar las pulsaciones entrelazó 'Para olvidarme de ti' y 'Turismo'

Lola Índigo es una artista que niega a encasillarse. Para prueba, lo de este domingo. Una estrella tartésica sobre la gran pantalla que iluminaba el escenario anunciaba el paso a 'GRX', el nuevo trabajo que consta de siete canciones y está concebido como homenaje a su tierra. Interpretó todas, pero sobresalieron 'El conadenao' y 'Mala suerte', en la que la coreografía incluye un complicado juego con el movimiento de unas sillas. Impone visualmente.

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Lola Índigo acompañada por los bailarines que forman su equipo. Hugo Cortés

La carrera musical de Lola Índigo está jalonada de altos y bajos. Ha conocido el talento y las desgracias. Aunque algunos ya ni lo recuerden, pasó por Operación Triunfó (2017) y fue el primer descarte. Ironías de la vida (más bien resultado del trabajo duro), ahora está en lo más alto como casi ninguno. Vino en este punto el gesto de solidaridad de los generosos. Lola Índigo invitó a subir a Salma, una de las participantes de la actual edición de OT, que también ha sido mandada para casa antes de lo que hubiera querido. Dejó que cantara 'Cuando zarpa el amor' de Camela. «El mundo es para los que luchan», le recordó la granadina. Ella bien lo sabe.

Dos horas de concierto llegaron a su fin con 'Yo ya no quiero ná', que fue la primera canción de Lola Índigo, sacada allá por 2018. El público, entregado a estas alturas, coreó la letra sin dudar. Igual que hizo con 'La niña de la escuela', otro tema que ya no necesita introducción. Fue un homenaje a cómo romperla, a mostrar actitud y energía sobre el escenario. En parte, gracias al gran trabajo de Juan Montero, el coreógrafo que hay detrás de la granadina.

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Como nota negativa, lamentar que este espectáculo también se haya sumado a esa costumbre segregadora que divide el espacio frente al escenario en 'pista normal' y 'pista premium'. Una moda que tanto daño le está haciendo a los conciertos y que pone en riesgo la perdurabilidad del acceso a la cultura.

Lola Índigo se despidió de Málaga anunciando que volverá a la provincia en julio, en el Weekend Beach.

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