Lali Espósito: «Fui una niña actriz bastante feliz en comparación con algunas historias que una escucha por ahí»

-¿Qué tal, Lali?

-Muy bien, aquí con el calorcito. Me venía cagando de frío desde Argentina, así que estoy feliz (risas).

-Cuando venga por Málaga aún podrá ir a la playa.

-¡Ay, qué lindo! Ya, ya mismo, el 24 de septiembre.

-Bueno, comencemos. Le pregunto... Cuando era pequeña, ¿tenía ese sueño de ser una cantante estrella pop o le gustaba más la actuación?

-Era todo tan extraño y tan juego de niños por mi edad que se fue transformando y fui tomando consciencia de que tenía posibilidad de vivir de eso como a los 14 años, que ya empecé a ver Casi Ángeles, otra serie que se vio en España como Floricienta. Esto me dio la posibilidad de desarrollarme cantando y bailando. Trabajar con Cris Morena, la creadora de estas series, es una gran escuela del 360 artístico y eso me conectó rápidamente y siendo joven con la cultura del trabajo. Cuando terminé esa etapa adolescente de varias series seguidas para mí era natural seguir con la música, salir de esa factoría de series y ponerme a hacer mis propias canciones, con mi pronta y mi 'flash'. Trabajar en esto desde tan pequeña te da mucho aprendizaje y sabes cómo se llama una luz, cómo se pone una cámara o cómo hay que pararse, un montón de cuestiones que te ayudan a desarrollarte en varias aristas del arte.

-¿Le fue difícil ser una niña tan mediática? Tan Disney al fin y al cabo.

-No en mi caso y ahora en la adultez me llama la atención. Yo lo disfrutaba mucho y para mí era un juego, estaba ajena a las mierdas que rodean a los niños actores así que en lo personal tuve buena experiencia, aunque no es lo común. Es muy clave la casa de esos niños, porque yo volvía a mi casa y mis padres eran muy guays, estaban ubicados en mi situación. Además yo ayudaba económicamente en mi casa, una cuestión un poco rara siendo la más chica de tres hermanos, pero en mi casa hacía falta y yo tenía la oportunidad de que me pagaran por eso. Mis padres siempre me preguntaban todo cuando quise vivir sola, ellos ahorraron por mí muchos años, crecí en una casa de mucho respeto, de don de gentes, siempre con los pies en la tierra. He tenido un apoyo y un amor incondicional por mi familia, tengo un contexto íntimo agradable y amoroso y eso me permitió estar en lo positivo que me pasaba. Fui una niña actriz, una niña de tele bastante feliz en comparación con algunas historias que una escucha por ahí.

-Tiene un espíritu muy humilde, muy de barrio. ¿Cree que esas enseñanzas le han llevado a donde está hoy?

-Creo que es lo que me ha forjado, este contexto familiar que te cuento es lo que me ha traído a lo que soy, aunque ya no soy esa niña de barrio de aquel momento, pero hay una cosa de la esencia que no cambia. Creo que eso te forja como artista, está bien cambiar las cosas que no gustan de uno, pero estas cosas son las que te ayudan y te recuerdan cómo has llegado al lugar en el que estás hoy y no subestimar jamás al público que hoy paga una entrada para verte, para mí eso tiene mucho valor. Creo que siempre me va a acompañar esa parte de mi esencia, porque es lo que soy. Si yo el día de mañana no me dedicara más al arte, no sería actriz ni cantante, seguiría siendo la misma persona. No se puede abandonar la gasolina que uno le pone a la persona, porque es más importante que la que le pone al artista.

-Hay una plataforma en Change.org para proponerte Personalidad Destacada de la Cultura en Argentina, y ya lleva muchas firmas. ¿Se considera profeta en su tierra?

-No, (risas), hay muchos argentinos fuera. Para empezar, existiendo Messi yo no puedo pretender nada de mí como argentina porque el tipo más famoso y talentoso del mundo ya nos representa. Pero me halaga mucho que haya tanta gente pidiendo a quienes legislan en la cultura en Argentina que yo sea persona de la cultura, y creo que hay algo ahí en esa construcción de un camino que he hecho desde pequeña y que la gente me acompañó en vivo. Hay un cariño genuino. Cuando tengo la dicha de salir de mi país y representar a Argentina mi país lo agradece mucho.

-¿Cree que está viviendo uno de los mejores momentos de su vida?

-No tengo ni idea. Si no me muero mañana (risas) pienso que ojalá haya más momentos como éste. Me siento dichosa, plena y gozando de un privilegio de tocar teclas de la felicidad, de esos momentos que uno tiene para ser y hacer feliz. Es un gran momento de mi vida, no sé si el mejor, pero me gusta este momento.

-Le cambio de tema. Su show es muy explosivo y sensual, ¿está preparada la sociedad para hablar sin tabú sobre el sexo o la bisexualidad?

-Creo que hay sectores que sí, y que ya había muchos antes de que yo lo hiciera. Si me voy a distintas épocas de la cultura o la música, Madonna hacía cosas muy controvertidas, o Michael Jackson, Freddie Mercury o David Bowie... Sería hipócrita proclamarme como pionera de algo, yo creo que en otros contextos más hostiles del mundo hubo gente más valiente que intentó transmitir libertad en su obra. Trato de buscar mi propio camino, mi felicidad y mi propia sinceridad, conmigo y con quienes escuchan mi música. No pienso demasiado en quienes no van a recibir bien esto, sino en quienes necesitan representación en la música. Me centro en quienes, al igual que yo, ya no se sienten tan representados por las canciones de amor que hablan de un amor romántico tóxico y que yo no quiero en mi vida. Creo que hay mucho público empatizando y sintiéndose representado, en letras que hablan de un amor más actual y más representado en otras cuestiones.

-En uno de sus últimos singles, para usted '2 son 3'... ¿Qué podemos aprender de las relaciones abiertas?

-Principalmente, aunque es sólo lo que pienso, creo que lo bonito de esto es el aprendizaje personal. Uno pone siempre estas cuestiones al servicio del afuera, y lo que yo intento es preguntarme qué quiero y qué necesito yo, o qué siento en esa apertura. No es sólo vivir la experiencia del 2 son 3, sino aceptar que a veces uno no es el único para el otro. Hay mucha gente especial en el mundo que puede interpelar a ese que te gusta, aunque seas único. Eso no es fácil, es mirarse al espejo y afrontar una realidad. Eso no significa que yo no le parezca especial, pero afrontarlo es difícil y yo lo aprendo día a día. Cada vínculo es único y tiene sus reglas, el querer al otro y ser respetuoso la tiene. La libertad es más compleja de lo que la vendemos y tenemos que estar abiertos a entender que yo no soy lo único para el otro y que el otro no es lo único para mí. De eso habla también '2 son 3'.

Yo conozco gente que vive el amor libre de forma más respetuosa que la gente que vive en monogamia. Si eres respetuoso lo vas a ser en cualquier estructura que te armes.

-Cada vez está más unida a España, ahora más con su colaboración en El Hormiguero.

-Sí, ya viví aquí dos años, con pandemia de por medio, mientras hacía 'Sky Rojo'. Después me volví a Argentina y quería trabajar allí y empezar con el tour en mi tierra. Pero en un futuro cercano me gustaría tener esa vida de ir y venir, y esta invitación de El Hormiguero tiene algo que ver con eso.

-¿Han elegido Málaga para parar en su gira o es sólo fortuito? Sólo tiene tres fechas en España.

-Fue buscado, intentábamos ir a alguna ciudad a la que no habíamos ido antes. Me daba intriga ir a ver qué tipo de público hay en otros sitios. Dile a tus amigos que vayan, ¡llevadme gente! (risas).