La joven batuta de Alejandro Escañuela: 25 años y con orquesta propia

«Cuando empecé me apasionaba la comunicación no verbal que se establece dentro de la orquesta y comencé a darme cuenta mucho más cuando estuve dentro con el fagot, que es mi instrumento. Miraba al clarinete y ya sabíamos que respirábamos juntos, todo sin decir nada... Eso es algo mágico», detalla Alejandro Escañuela al explicar el porqué de su pasión por ser director de orquesta. Una pasión que consiguió desarrollarla desde muy joven cuando, por primera vez, dirigió en su ciudad: fue a los 16 años en el Auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga.

Ahora tiene 25 y es director titular de su propia orquesta, la sinfónica Orbis que fundó para impulsar el talento novel desde Málaga con el lema 'Donde la pasión y el talento se unen'. Fue en 2018 cuando empezó esta iniciativa que nació como un cuarteto de cuerdas que buscaba un hueco en la programación para poder desarrollarse. «Es que somos un montón de jóvenes preparadísimos a un nivel excelente y luego no hay trabajo para nosotros. La intención era crear un espacio para aquellas personas proactivas y sus primeros conciertos», justifica Escañuela, que ahora tiene una agenda cargada de citas tanto de titular como de asistente.

La temporada con Orbis comenzó a escucharse a mediados de este mes de septiembre en el Ámbito Cultural del Corte Inglés y tiene su próxima cita el 7 de octubre en Madrid con 'Hoy TÚ diriges la orquesta', proyecto en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y '21Distritos' «para acercar la música a nuevos públicos desde una perspectiva 360 grados», puntualiza el músico. A Málaga volverá el 20 de noviembre, en La Térmica con 'Orbis explica Beethoven'. En cuanto a la agenda internacional, el joven director acudirá en diciembre a una cita con el maestro Tugan Sokhiev, su profesor patrocinador desde que realizó con él sus estudios en Francia y San Petersburgo.

Allí es donde Escañuela recuerda uno de los mejores momentos de su formación como director de orquesta a nivel internacional: «He estado siete años estudiando fuera de Málaga desde que me fui a los 18 a Madrid, luego viví dos años en Toulouse para aprender en su conservatorio y luego en San Petersburgo, donde la disciplina me llevó a perfeccionar muchísimo aunque el método ruso es muy exigente. Pero un director de orquesta necesita exigirse para exigir a los demás», asegura el malagueño.

No es lo habitual tener su propia orquesta y ser titular y asistente a los 25 años. Eso le ha llevado a vivir «malas experiencias». «Hay muchas veces que he sentido que no me han tomado en serio porque cuando me veían sólo se fijaban en que era joven, no en la música. Es un tema en el que hay muchos prejuicios, yo he vivido momentos en los que no me he sentido respetado», confiesa.

Pero él sigue focalizado en sus metas y sueños, entre los que está dirigir a esa orquesta que le hizo querer ser lo que es ahora, músico y director. «Sería todo un sueño dirigir a la Orquesta Filarmónica de Málaga que, además, también apoya al talento local gracias a su gerente Juan Carlos Ramírez», concreta Escañuela que ya es, sin duda, una joven batuta a la que seguir desde Málaga.