Gloria Gaynor y Bonnie Tyler: las divas de la canción hablan antes de su concierto en Málaga

Dos divas de la canción, dos viejas roqueras, que hoy por primera vez coinciden en una misma noche sobre un mismo escenario. Será en el Sabatic Fest de Málaga, el nuevo recinto de conciertos que se ha instalado durante todo el verano en el Autocine (22.00 horas, apertura de puertas a las 21.00 horas; 41,80 euros). Antes, responden al cuestionario enviado por email por este periódico. Gloria Gaynor contesta casi al momento, Bonnie Tyler se demora algo más. Las dos son escuetas, pero contundentes.

Es la reina de la música disco, la voz de himnos que trascienden las modas, los cambios en la industria y el tiempo. A sus 79 años volverá a empoderar al público con clásicos como 'I will survive' y 'I am what I am'.

–El de Sabatic Fest será un concierto para nostálgicos. ¿Usted lo es?

–Yo diría que sí. Me gusta mucho la música antigua, el arte, la arquitectura y las antigüedades.

–Siempre se dice que los viejos roqueros nunca mueren, en masculino. ¿Sucede igual con las mujeres o el tiempo es más injusto con ellas?

–El paso del tiempo no ha sido duro para mí. Así que, si yo soy un buen ejemplo de la resistencia y la resiliencia de las mujeres artistas, entonces diría que la frase también se aplica a nosotras.

–¿Nunca ha estado tentada de bajarse del escenario?

–Una vez, debido a mi lesión de espalda, pensé que tendría que hacerlo, pero nunca quise.

–Se habla mucho de la revolución de la mujer. También en la música. ¿Alguna vez ha sentido que la trataban diferente por razón de género?

–Sí, siempre he pensado que a los hombres se les respeta mucho más en cuanto a lo que debe suceder con sus carreras en relación a la dirección y la imagen.

–Es una diva para el colectivo LGTBI. ¿Por qué cree que sus canciones han conectado con él?

–Mi música es alentadora, edificante y fortalecedora, por lo que sirve para todo el mundo.

–La palabra 'leyenda' acompaña con frecuencia a su nombre. ¿Le da vértigo?

–En el pasado, siempre pensé que una leyenda era alguien que se había retirado o había fallecido. Quizá el significado esté cambiando. Me siento bendecida por contarme entre las personas consideradas leyendas.

–Su éxito mundial es incuestionable, pero ¿la música también le ha dado malos ratos?

–La música sólo me ha dado buenos momentos. Sin embargo, algunas de las personas que están en la industria musical me han hecho pasar malos ratos. La lucha con los «poderes fácticos» de la discográfica para que 'I will survive' fuera reconocida como una canción digna de promoción es un ejemplo perfecto de ello.

–Ha vivido la transformación radical de la industria musical. ¿Cuál es la clave para sobrevivir a todos los cambios?

–Los clásicos siempre tienen que ver con las necesidades y los deseos básicos de la humanidad. Si los mantienes como parte de todo lo que intentas compartir con tu público, sobrevivirás.

–¿Qué música escucha hoy?

–Escucho música góspel, pop, rhythm and blues contemporáneo y country. Tengo un amplio gusto musical.

–¿Siente que tiene alguna asignatura pendiente?

–Quiero hacer un concierto de góspel en el Carnegie Hall de Nueva York.

–¿Cómo quiere ser recordada?

–Me gustaría ser recordada como alguien que siempre buscó usar sus dones, sus talentos y sus habilidades para elevar, animar e inspirar a otros a ser todo aquello para los que Dios los creó.

Lo que parecía el final de su carrera se convirtió en el principio de su éxito. A mediados de los 70, siendo ya una veinteañera que despuntaba en la música, Bonnie Tyler tuvo que someterse a una operación para extirpar unos nódulos que le habían detectado en la garganta. Volvió a cantar, pero ya no era la misma. Su voz se volvió ronca y áspera, una textura que le hizo única y con la que aporta personalidad a algunas de las baladas rock más famosas de la historia ('It's a heartache', 'Total eclipse of the heart', 'Holding out for a hero').

–El de Sabatic Fest será un concierto para nostálgicos. ¿Usted lo es?

–Soy un viejo fósil del rock and roll y estoy orgullosa de ello.

–Siempre se dice que los viejos roqueros nunca mueren, en masculino. ¿Sucede igual con las mujeres o el tiempo es más injusto con ellas?

–No creo que sea así.

–¿Nunca ha estado tentada de bajarse del escenario?

–No, nunca, probablemente me moriré en el escenario.

–Se habla mucho de la revolución de la mujer. También en la música. ¿Alguna vez ha sentido que la trataban diferente por razón de género?

–No, nunca he sentido eso, quizá porque soy una mujer fuerte.

–Es una diva para el colectivo LGTBI. ¿Por qué cree que sus canciones han conectado con él?

–Realmente no lo sé, pero estoy muy agradecida por ello.

–La palabra 'leyenda' acompaña con frecuencia a su nombre. ¿Le da vértigo?

–Creo que la palabra leyenda se utiliza con demasiada facilidad hoy en día. Leyendas son personas como Tina Turner, Janis Joplin, Paul McCartney, Rod Stewart, Bruce Springsteen, Mick Jagger y Cliff Richard...

–Su éxito mundial es incuestionable, pero ¿la música también le ha dado malos ratos?

–No, mi música me ha acompañado en los buenos y en los malos momentos.

–Ha vivido la transformación radical de la industria musical. ¿Cuál es la clave para sobrevivir a todos los cambios?

–Si una canción es buena y te da escalofríos, no importa de qué género o plataforma sea. La buena música es buena música.

–¿Qué música escucha hoy?

–Principalmente escucho pop rock, todavía hay mucha buena música actual, como Pink, James Arthur, Lewis Capaldi y más.

–¿Siente que tiene alguna asignatura pendiente?

–Me encantaría actuar algún día en el estadio de Wembley.

–¿Cómo quiere ser recordada?

–Como una persona generosa y con los pies en la tierra que ama a su familia y que llegó a cantar grandes canciones.