Lunes, 15 de julio 2024, 00:09
Aterrizó en su propio jet privado. Algo muy extraordinario en la Málaga de los 60, pero que daba idea de que no era un pasajero más del Aeropuerto de Málaga. Allí lo retrató el fotógrafo Eugenio Griñán: un Frank Sinatra que llegó como estrella en 1964, pero salió estrellado y en un vuelo regular. En todos los sentidos. Y tirando a mal. El motivo fue un incidente en el hotel el Pez Espada, donde se alojó la estrella. Tras el primer día de rodaje en El Chorro de su película 'El coronel Von Ryan', Sinatra bajó a la barbacoa del mítico resort de Torremolinos, donde lo abordó una actriz cubana. Un fotógrafo retrató a la pareja y se montó el lío con un altercado entre los guardaespaldas, la intérprete y el reportero, que acabó en denuncia de este último en comisaría. La policía acudió al hotel a tomar declaración al actor, pero Sinatra se negó. La producción del filme convenció a los agentes de que esperasen a que finalizara la grabación para tomarle la palabra. Así que los policías se marcharon, pero no olvidaron. A los dos días detenían al mismísimo Sinatra en la puerta del hotel y lo llevaron a comisaría. Al actor lo multaron con 25.000 pesetas por desacato a la autoridad. Paradójicamente, el incidente original quedó en nada.
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