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Parece desprenderse de las malas energía a golpe de tacón y baile flamenco, con movimientos enérgicos abrigados por las melodías que le hacen Tomasito, ese cantante ecléctico y enchufado a una tabla de madera que pisa y repisa con arte a raudales.
Pepe Bao, su mano derecha al bajo en una gira a dúo que están haciendo estos consagrados artistas, ya le preguntaba en la primera canción del show qué iba a dejar para después, cuando acababa de encandilar al público con el traqueteo de la chapa de sus tacones. La tarde de domingo en la Cochera Cabaret se destinó al disfrute, un poco para olvidar que la pandemia sigue causando bajas en el sector de la cultura, pero también para animar y dejar claro que permaneciendo sentados y con la mascarilla hasta donde se debe, los directos están asegurados.
Sobre este show, al que titulan 'Los majaretas del planeta', surgió casi en broma y a miles de kilómetros de nuestra ubicación; Pepe Bao y Tomasito contaban la historia a modo de monólogo cómico, sentados en un taburete para explayarse en su origen. Concretamente fue a través de un vídeo que les grabaron en su visita a Senegal, lo que llevó después a muchos promotores a preguntarles si estaba girando con un nuevo espectáculo. No se lo pensaron dos veces y dijeron que sí como una forma de salir a la carretera para encontrarse con sus oyentes. Entre ellos, Andrés Varea y Álex Granizo, dispuestos a acudir a un concierto a la hora que sea con tal de seguir sosteniendo la cultura: «La Cochera lo está haciendo fenomenal desde un principio, están a pleno pulmón y no ha habido nada raro respecto a los contagios desde que empezaron. Vamos a hacer lo que haga falta para seguir apoyando la música», comentaban estos amigos sobre el concierto.
Éste en concreto, a las cuatro de la tarde, mantuvo en la mecha a los asistentes a pesar de que la hora de la siesta apremiaba. Y es que Tomasito, al ritmo de 'Cómo Me Las Maravillaría Yo' de Lola Flores u Hotel California de los Eagles con inglés inventado y algunas frases de su cosecha, es un pastel de marcha y ritmo imposible pasar por alto.
El concierto continuó con el público encendido, conteniéndose para despegarse a la silla, aunque había que conformarse con alzar las palmas para acompañar el baile del jerezano: «Mi vecina está muy contenta de que me haya ido», comentaba al público entre risas al comienzo, porque las ganas del reencuentro, de volver a ese ambiente cálido y que abriga con el primer aplauso estaban más que latentes. Más aún, si ambos interpretan eléctricos uno de los temas más sonados de Tomasito, 'Camino del hoyo': arrebatan un baile en la silla a cualquiera. Una breve retirada de los dos músicos los devolvió al escenario con ese «¡otra, otra!» al unísono, que remataron con un 'Black in Black' de ACDC, también con la letra de su cosecha.
Así se despidió un Domingo de Ramos con aires festivaleros, aunque muy lejos de lo que nos podíamos imaginar: la música sigue viva y haciendo ruido con chapas en sus tacones.
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