Las flamantes alas de Khea aterrizan en Málaga en su gira por España

El emblema del trap argentino celebra el primero de sus ocho conciertos del país visitando la ciudad por primera vez, regalando una noche inolvidable tanto para él como para sus fieles oyentes. Un espectáculo de total comunión con la cultura urbana más actual sacando lo mejor de la Sala París 15

Sebastián Arteaga

Viernes, 28 de marzo 2025, 11:24

Conquistar una de las ciudades más exigentes y salas de concierto con mayor calidad del país no es tarea fácil, especialmente si ese lugar es ... el pistoletazo de salida de toda una gira. Sin embargo, anoche Khea y su equipo conquistaron Málaga llevando su Young Flex Tour a unas cotas de calidad que el público ya daba por hecho antes del 'show'. Así, seguidores de todas las edades, incluyendo también familias con niños, esperaban ansiosamente a la 'gang' de los Búhos. Banderas y camisetas de Argentina fueron el leit motiv del 'outfit' del evento, junto a bandanas, pañuelos y demás iconografía del 'merchandising' de rigor. Mestizaje y multiculturalidad en uno de los ambientes más contagiosamente positivos, festivos y sanos que ha vivido el género en mucho tiempo. Asan fue el primero en comprobarlo.

La presencia, el 'swag' y contundencia de Tomás Santos Juan sobre el escenario se vieron reflejadas en cada tema, replicado por la calidez de los asistentes, conscientes de tener delante a una de las figuras más comprometidas del género. Y es que 'Llorando En La Ciudad' y 'Teca' fueron el contraste perfecto entre la humildad y el fronteo, la exhibición de la herida sin nada que ocultar, frente al ego desbocado, la euforia. En el trap, las dos caras de la misma moneda. Tras los aplausos de un entregadísimo público, un discreto «ahora disfruten de Khea» desató la máxima impaciencia en la audiencia que, atónita, se encontró con el clip de 'Mi Señora'. Absolutamente toda la sala canta al unísono la canción. Entonces, algo ocurre.

La animación de una cuenta atrás nos advierte de algo importante. A su fin, se apagan las luces, y nos quedamos casi a oscuras. Pero toca abrir los ojos. Un majestuoso búho despliega sus alas dirigiéndose al público por medio de un exquisito visual, dejando tras de sí un mar de móviles grabando. La frenética sala lo sabía: Khea estaba sobre el escenario.

Ivo Alfredo es como un búho. De apariencia inofensiva, pero fuerte, poderoso; un ágil cazador nocturno. Sus grandes y brillosos ojos señalan a un grandísimo observador; de lo que se ve, pero sobre todo, de lo que se siente. Y 'Trapicheo' se sintió como un trueno del que no podemos encontrar refugio. Toda la sala se entregó en cuerpo y alma en cada tema del argentino, ofreciendo un 'set-list' repleto de chicha, constituyendo un auténtico 'greatest hits' del artista. 'Miti y Miti' se recibió como un manifiesto de lo que sería la velada. Entre efectos de humo acompañados de unos mágicos juegos de iluminación, Khea rapea, trapea y frontea moviéndose sobre la tarima con una fuerza explosiva digna de un ninja. Entonaciones, dobles tiempos, conexión con sus fieles. Puro trapicheo y serotonina. Todo un don.

Khea levanta el brazo izquierdo y brinda por Málaga, que ya tiene a sus pies, 'Fuera de Órbita' mientras experimenta este 'crossfit' musical. Una chica se lleva las manos a la cara al escuchar los rapeos de 'Rock And Roll'. 'Creo que' hace volver al Asan más descarnado ante la adicción de una relación sin futuro aparente… y 'Tóxica' lo corrobora. De entre el público, Eduard y Adri subieron al escenario a cantar 'Wacha', mientras que Almudena hizo lo propio con 'She Don't Give a Fo', como buena diabla. Todo excelentemente hilado, como se puede comprobar.

Mención especial al emotivo momento en el que Khea dedicó una canción a una familia que había perdido a su hijo. Y es que al final, semejante viaje de estímulos y emociones vividas tienen su razón de ser en un hecho esencial que a veces olvidamos: «El presente es el único momento que tenemos, por eso es sagrado. Así pues, disfrutemos el ahora con nuestros seres queridos. Con nuestra familia, con nuestra pareja, con nuestros animales… porque el momento es ahora», afirma Khea. Habrá que bailar esa bachata, pues.