Javier Díaz de Luna
Concierto en el Teatro Cervantes

Fahmi Alqhai, un heavy al rescate de la música antigua en Málaga

Es un referente de la viola da gamba, pero para relajarse escucha a Iron Maiden. El músico sevillano de madre siria y padre palestino une este martes en el Cervantes partituras centenarias con el flamenco

Lunes, 28 de marzo 2022, 23:58

Fahmi Alqhai, de madre siria y padre palestino, habla con un acento andaluz propio de quien ha crecido en la Macarena de Sevilla. Es un ... maestro de la música antigua, un virtuoso de la viola da gamba, pero para relajarse escucha heavy metal. Eso sí, del clásico, el de los 80 y 90. Si no fuera porque resulta incómodo, tocaría las partituras que rescata del XVI con chaqueta de cuero. Todo en él es pura mezcla. «Todos lo somos. El arte, la cultura y las personas puras no existen», sentencia. Por eso en sus conciertos se entablan 'Diálogos de viejos y nuevos sones', sinergias inesperadas entre la tradición de la música antigua y los orígenes del flamenco. Así sucederá este martes en el Teatro Cervantes (20.00 horas), con la Accademia del Piacere y la voz de Alba Carmona (sustituye a Rocío Márquez por un tema de salud) en el ciclo Aeternum. Músicas sacras del mundo.

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«Soy 'politodo'», dice entre risas. Fusiona sonidos de distintas épocas, toca varios instrumentos y también es gestor cultural al frente del Festival de Música Antigua de Sevilla. Pero el centro de su vida es la viola da gamba. No hay una historia romántica detrás, confiesa, fue «un amor como los antiguos: te conocías y después te enamorabas». Con 17 años lo que realmente quería era estudiar guitarra eléctrica para emular los riffs de Iron Maiden, sus ídolos, pero en el conservatorio de Sevilla le dejaron claro que no enseñaban a tocar nada que se enchufara. Pese al contratiempo, él quería formarse en música y la plaza disponible que había en viola da gamba le servía para ese objetivo. «Y me fui enganchando».

Hoy está reconocido como uno de los más importantes intérpretes de este instrumento del mundo y de los más inquietos. Junto a su hermano, el también violista Rami Alqhai, fundó hace ya 20 años la Accademia del Piacere para renovar la interpretación de la música antigua. «Nos ponemos en la piel del músico de antaño. No nos quedamos como un mero observador», señala. Toca como el violagambista del XVI pero sabe comunicarlo para el espectador del siglo XXI, y ese es uno de sus mayores aciertos. «Es verdad que hay músicos que se lo toman muy en serio y al público que no está muy apegado a ese tipo de música, le cuesta».

Marjon Broeks

Su reto es hacer entender que la música antigua «no es una cosa insoportable». Al contrario: «Nos llega y nos transmite igual que la música de hoy en día». Busca conectar con quien le oye de forma directa y sencilla. «A veces vas a los conciertos y notas que hay un cierto estrés, un cierto punto de rigidez. Intentamos que la música que hacemos sea realmente parte de nosotros y que los programas tengan una lógica, una construcción amable y no sean un tostón». Respeta el protocolo, pero se toma algunas licencias: pantalón vaquero negro y cómodo para los conciertos. «Como tenemos tan cabreados a los puristas, es para darles más razones», bromea.

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Pero a pesar de ser una referencia en la música barroca, bajo esa melena rizada sigue existiendo un heavy de los clásicos. Es su vía de escape. «Cuando llegas a casa no estás con ganas de escuchar una Cantata de Bach después de estar todo el día estudiando una Suite». En los aviones incluso se duerme «perfectamente» con los gritos de fondo de grupos míticos del heavy que se descarga de Spotify. «Como es una música más sencilla, más fácil, tu cerebro no está trabajando. Trabajo con mucho tecnicismo dentro de la música antigua y cuando estás escuchando a Bach o Haendel tu cabeza está analizando, no lo puedes evitar», argumenta.

Le relaja el heavy metal, el jazz y también el flamenco, con el que ha establecido una conexión especial. «Resulta natural para mí. Llevo escuchándolo desde muy chico, me encanta». Sus primeros contactos profesionales con el arte jondo le abrieron «una ventana a otro mundo» en el que todavía hoy sigue inmerso. Este martes trae a Málaga un viaje de ida y vuelta a los orígenes del flamenco y las chaconas, junto a cantos de Monteverdi y ancestrales seguiriyas. Un espectáculo que se alzó con el Giraldillo a la Innovación en la Bienal de Sevilla de 2016 y que actualiza mientras recorre escenarios de Italia, Francia, Alemania, Suiza y Bélgica. En el Teatro Cervantes, la Accademia del Piacere estará acompañada por la voz de Alba Carmona, cantaora catalana de padres malagueños.

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