El esperado Maluma y los que mantienen la tradición del Weekend

En el escenario paralelo al de Maluma, en el Weekend Negrita, una hora antes hubo otro de los esperados de la noche: Sidecars. La banda pasaba de la pura energía a la ternura con sus letras más sensibles y sus temas más conocidos con los que hicieron un final de concierto que no dejó indiferente a nadie. Mientras miles de festivaleros esperaban al cantante colombiano en el otro escenario, los fans incondicionales de Sidecars no quisieron perderse ni un minuto del concierto y se quedaron hasta el final. «Es bonito que aunque sea raro en un festival, todos tengamos la oportunidad de escuchar música nueva. Gracias a este 'festi' por haber hecho un huequito para bandas de rock como nosotros. Nos sentimos queridos, los que estáis ahora sois los que realmente estáis siempre», comentó desde el escenario el vocalista de Sidecars, Juancho Conejo, a las 23.15 horas, justo cuando empezaba la cuenta atrás para Maluma.

Y el colombiano se hizo notar en el Weekend Beach en cuanto salió al escenario. Imparable y con pocos descansos, dejó huella en el festival de Torre del Mar con un concierto de poco más de una hora en el que hizo vibrar a los 'weekers' más reggaetoneros. E incluso a los que pensaban que no conocían tanto a Maluma se sabían sus canciones: «No sé cómo, pero conozco todos los estribillos», explicaba Lidia López a sus amigas mientras bailaban desde el final de la pista.

Él estuvo entregado en todo momento: «Sin España no existiría Maluma Baby», admitió el cantante para hace enfurecer al público. Temas como 'Mala Mía', 'Felices los 4', 'Sobrio', la polémica letra de 'Cuatro Babys' o 'Hawai' hicieron bailar a un Weekend repleto para la cita que se decoró con efecto de fuego, humo e incluso lluvia de confeti al acabar el concierto, momento en el que Maluma se soltó la melena y se quitó la camiseta para despedirse de Torre del Mar.

Porque con esto no acabó la noche del viernes. Tras terminar Maluma cerca de las una de la madrugada los 'weekers' siguieron porque aún les quedaba programación hasta que saliese el sol. Para no perder esa esencia del festival, que cumple este 2023 su octava edición, una de las bandas incondicionales que todos recuerdan puso su directo conectado con un público que sabía a lo que iba. A las tres de la madrugada saltaba Green Valley al escenario Torremar Victoria y sus seguidores también saltaron hasta el final del concierto con «el alma libre» y con las melodías más 'reggae'. Muchos se sabían el concierto de memoria, pero no importaba porque el buen rollo de Green Valley siempre hace bien en una noche de Weekend.

Después de las tres de la madrugada la música la puso Dremen y los DJs más eléctricos que fueron protagonizando las últimas horas de la madrugada. Hasta que salió el sol y hasta que dieron las ocho de la mañana cuando el sol ya apretaba fuerte. Pero nada importa cuando hay diversión y buena música: Joris Voorn fue el encargado de cerrar desde el escenario Sunrise con un techno que gustó tanto que hasta en la gran pantalla del recinto le pusieron «eres el puto amo». Eso pensaron esos 'weekers' que aguantaron hasta el final y que no cerraron los ojos hasta que el festival no cerró. Aunque para los más insaciables siempre siguen quedando esos 'afters' que llegan hasta media mañana. Para todos los gustos.