Diana Navarro: «Mi artista ha conseguido muchos éxitos, pero mi persona sigue siendo una niña de Huelin»

–Siempre ha sido muy reservada con su vida privada, pero el videoclip de 'Brillará' incluye muchas imágenes personales.

–Y quiero seguir siéndolo, pero era una manera de mostrar a Málaga todo lo que yo siento por ella y agradecerle lo que hace por mí. Me parecía muy bonito enseñar el porqué vuelvo a casa y ese sentimiento que tenemos todos de emoción cuando lo hacemos. Hay un momento real de mi boda, mi padre, mi madre, mi barrio de Huelin... Me parecía lo más honesto. Ni mi público ni mi Málaga se merecían ficción.

–Es también un homenaje a sus padres.

–Sí. ¡Qué bonitos son mis padres! Con esta pandemia tan terrible estamos más sensibles todavía.

–Ahora que vive fuera de Málaga, ¿echa de menos la tierra?

–Mucho, no te puedes ni imaginar. Soy malagueña por los cuatro costados, aunque ahora sea granaína adoptiva. Málaga es mi principio y mi fin, como digo en el villancico. Nací en Málaga y terminaré mis días en Málaga. Y me gusta mi barrio. No concibo mi vida sin estar conectada a mi origen.

–¿Sigue siendo muy de barrio?

–Sí. De hecho, hoy he llegado a las 10.30 de la mañana y le he dicho a mi padre: 'Vístete que nos vamos al mercado'. Y ahora estoy aquí haciendo el estofado de ternera, una salsita al vino y un enblanco.

–Ser de barrio marca.

–Yo creo que el barrio te enseña la vida, porque hay de todo, diferentes realidades, gente a la que la vida le va mejor y otra peor, pero todos estamos a una. Por lo menos es mi sensación en los barrios humildes. La gente tiene muy buen corazón y aunque a lo mejor tenga menos, da más. Yo lo he vivido en mi barrio. Y a mí me gusta mucho la normalidad. Mi artista gusta y ha conseguido muchos éxitos, pero mi persona sigue siendo una niña del barrio de Huelin, y así va a seguir siendo. De hecho, mi artista es querida porque la persona es normal, como creo que tenemos que ser todos.

–Pero imagino que de camino al mercado le han parado unas cuantas veces.

–Pues no, fíjate. Antes sí, pero hoy llevaba gorra y mascarilla. Si cruzas la mirada, ya sí saben que soy yo. La del puesto me ha reconocido por los ojos.

–¿Por qué vas a brindar estas Navidades?

–Pues por que se vaya ya el 2020. Aunque yo lo he vivido con gratitud y he sacado lo positivo, dentro de la crueldad de lo que está pasando. Brindaré por que tengamos salud y nos dejen trabajar, porque en mi sector lo estamos pasando muy mal. Yo no paro de hacer cosas, trabajo en televisión y me estoy reciclando para hacer más. Pero es que no podemos trabajar. Y no solamente somos los artistas, es la gente que hace que el artista brille, los operarios de luces, técnicos de sonido, asistente, chófer... Se ha quedado mucha gente tirada por el camino y eso es terrible. No se ha hecho un plan de rescate para este colectivo nuestro, que estuvimos tres meses haciendo desde nuestras plataformas directos para que la gente estuviese animada. Ahora nos han dejado...

–Cuando, además, ha quedado demostrado que no hay ningún brote asociado a la cultura.

–Ninguno. Además, la industria de la música y del espectáculo está muy concienciada con las medidas protocolarias. Y más en este caso. Va nuestra vida y nuestro trabajo en juego. Es muy cruel, están desamparando a mucha gente.

–Dice que se está reciclando. Una constante en usted.

–Sí, yo tengo que estar todo el rato aprendiendo y construyendo. Es que yo lo necesito. Además, estoy en un momento muy bueno de creatividad y me salen muchas cosas. Que vean la luz o no ya se verá, pero el rato a gusto que yo echo de creación es lo más.

–¿Y hacia dónde va?

–Yo voy a seguir siendo cantante y compositora, por supuesto, pero me gustaría escribir más, no solamente canciones para mí sino para otros artistas. Quiero hacer teatro, quiero seguir haciendo televisión... En ello estoy.

–Porque el disco 'Inesperado' se quedó interrumpido por la pandemia.

–¡Qué lástima! Aún así hicimos 25 conciertos, pero podían haber sido 50. Espero poder hacer algo pronto, pero entiendo que ya diferente. Porque el ciclo de 'Inesperado' ya ha pasado.

–¿Cuál ha sido su lectura positiva de esta situación?

–Gracias a Dios, al no tener a nadie enfermo, el confinamiento me ha servido mucho para reflexionar, ordenar, crear, descansar... Y sobre todo para darme cuenta de que solo tenemos el hoy, no se pueden hacer planes. Hay que vivir y amar intensamente porque lo demás se va demasiado pronto.

–En 'Inesperado' exploraba nuevos registros. ¿Sigue por ahí?

–Soy atrevida, pero con respeto, porque me formo mucho con todo. El villancico me ha salido góspel, algo que nunca había hecho. Y voy haciendo cosas que salgan de mi corazón, que yo sienta que tengo algo que ofrecer, sin prejuicios ni etiquetas. Me gusta mucho un tipo de folclore finlandés que tiene unas cuerdas muy interesantes, a lo mejor las mezclo con la copla. O me voy a lo clásico del todo de repente. Tiene que ser algo que me emocione en ese momento.