Diana Navarro y Cristina Ramos emocionan en los jardines de la Cueva de Nerja

Para Navarro, subir al escenario nerjeño junto a Ramos era «un sueño hecho realidad». «Es un regalo, un honor y un privilegio hacerlo con una de las mejores voces del mundo y una de las mejores sinfónicas, dirigida por Rubén Díez, que suena a pasión y a verdad», expresó tras arrancar el concierto con el tema 'Eres tú'. «Es un sueño hecho realidad», remachó antes de cantar 'Los niños no', en la que aborda las vicisitudes de una situación, a menudo tan habitual como traumática, la de los divorcios.

Para Navarro, «hay que educar desde el amor y el cariño, los niños necesitan el amor de sus padres, de su padre y de su madre, o de su madre y de su madre o de su padre y de su padre, pero sobre todo necesitan el amor de sus abuelos», manifestó. Con 'Desnuda vengo aquí' y 'Olivia Ovidia', la malagueña ya se había metido en el bolsillo a un público que completó tres cuartos de la entrada, con unos 1.500 asistentes. La artista rememoró sus comienzos en la música en la Feria de Málaga del año 1995, cuando apenas tenía 17, gracias a la oportunidad que le brindó entonces el fallecido Antonio Rodríguez, fundador del Grupo Mundo, productora del festival nerjeño, siendo telonera de Massiel.

«Os voy a pedir para Reyes», bromeaba la artista malagueña, afincada en Granada por motivos sentimentales, dirigiéndose al público nerjeño. Aunque en los últimos meses su «casa es el teatro», en el papel de «Doña» Concha Piquer en Madrid, «he tenido este regalo de vida», apostilló antes de dar paso a Cristina Ramos, quien interpretó magistralmente 'Hallelujah'. La grancanaria, ganadora del concurso de talentos 'Got Talent' en 2016 y de ediciones en otros países, dijo que era «un sueño» cantar en Nerja, a donde había acudido de pequeña a visitar la Cueva.

Era el turno de entonar juntas un primer tema, el mítico 'Mujer contra mujer' de Mecano', «dando visibilidad a la normalidad, porque todos somos iguales», aseguró Navarro antes de levantar una cerrada ovación. El bolero 'Piensa en mí', con el acompañamiento del pianista David Pérez puso el punto y seguido a la actuación conjunta, ya que Ramos se retiró para que Navarro continuara con un repertorio en el que no podía faltar el tema con el que saltó a la fama, 'Sola', en 2005. «¿No vas a cantarla?», se preguntaba con guasa. «Es que si la canto ya nos tenemos que ir, y estamos muy a gusto», se replicaba.

'24 rosas', inspirada en los textos de Santa Teresa de Jesús, dio paso a uno de los momentos más aplaudidos de la velada, su versión de la mítica copla 'Ojos verdes'. Y es que Navarro se atreve con todo, «he hecho copla, flamenco y zarzuela», confesó, antes de atreverse con el cuplé 'La violetera', también al piano. Con el acompañamiento de nuevo de la Sinfónica de Málaga interpretó la emotiva 'Adiós', sobre el dolor y el duelo por la marcha de un ser querido.

Un 'medley' con versiones de Raphael, que actuará en el mismo escenario el próximo 4 de agosto, puso en pie a los asistentes, que tenían ganas de mucho más. «Pero esta familia se tiene que ir a dormir ya, ¿no?», bromeaba la artista desatando las carcajadas del público. No faltó incluso la petición de los asistentes, de la mano del cómico Raúl Sender, que le pidió a gritos una copla de Concha Piquer. «Porque se ha querido retirar, pero es uno de los mejores cómicos de España», le dedicó Navarro desde el escenario.

«Espero que hayáis pasado una velado bonita, que hayáis podido olvidaros de los problemas cotidianos», apuntó Navarro casi como despedida antes de conmover con su interpretación de 'Sola'. «Siempre os llevaré en el corazón», aseguró tras la cerrada ovación. Pero había ganas de más y entre el público le pidieron «unos verdiales». A capela, Navarro demostró su torrente de voz y su malagueñismo. 'Campanera' fue otro regalo para el público, que sacó masivamente sus móviles para grabar la despedida, 'Mujer contra mujer'. Diana Navarro y Cristina Ramos, dos privilegiadas voces que quedan ya para la historia del festival nerjeño.