Diana Navarro: «La copla es mucho más feminista y libre de lo que pensamos»

Diana Navarro y su último disco 'De la Piquer a la Navarro' fueron los protagonistas de los primeros minutos de este encuentro. El álbum nace de la obra de teatro 'En tierra extraña', donde la malagueña interpreta a Concha Piquer y con la que ha sido nominada a un premio Max. «Esa obra me cambió mi vida personal y artística, conocer más la historia de ella me ha enseñado a ser más fuerte y rigurosa… Yo siempre he pecado de tímida y soy bastante inocente», confesó Navarro.

De ella también aprendió sobre mujeres con carácter y copla con mensajes que iban mucho más allá. «Las mujeres cantaban porque no podían hablar e incluso vemos cómo Rafael de León contaba sus historias homosexuales de amor a través de sus letras. La realidad es que la copla es mucho más feminista y libre de lo que pensamos, de hecho hay una copla de la Piquer, 'Se dice', que hablaba de mujeres que amaban en libertad en 1928», concretó la artista, que en ese momento cantó la copla y dejó a todo el público enmudecido. Terminó con un fuerte aplauso. Y la conversación continuó.

Esa libertad de la que hablaban la saborea Diana ahora porque en su último trabajo está producido por ella y asegura que ha sido «la mejor decisión» que ha tomado en su vida. «Soy libre y hago lo que quiero. Estoy súper agradecida a Warner, con los que he estado 17 años… Pero esto es una relación amorosa que ha llegado a su fin y en la que amablemente hemos decidido separarnos», explicó Diana Navarro.

Ahora es libre y hace lo que quiere, pero la realidad es que hace 20 años -tiempo que se cumple desde que salió su éxito 'Sola'- todo era muy diferente. «Llegué a tocar fondo, no me quería», se sinceró. Ella se recuerda como esa niña de Huelin que quería ser cantante y a la que el triunfo le vino de golpe. «No estaba preparada y, además, no estaba rodeada de gente buena. Ellos se aprovecharon de que yo era muy inocente e ingenua... No había estudiado nada, sólo me había enfocado en cantar; el problema es que la artista crece y la persona se hunde. En 2009 me di cuenta de que me estaban engañando y toqué fondo; después busqué ayuda en el psicoanálisis, en la oración y en la terapia», contó la malagueña. Sufrió y lloró mucho, pero a pesar de todo sigue teniendo esa mirada positiva tan necesaria. «Creo mucho en la gente y esa es mi manera también de creer en Dios», añadió.

En estos años de carrera ha vivido de todo y no sólo ha sufrido con su equipo en los inicios, sino también con los comentarios de los demás. «Ahora si alguien me dice que lo que llevo de ropa no me queda bien, le contesto que a mí sí me gusta. Algunas son delgadas y yo tengo el culo gordo, no pasa nada», comentó entre risas. «Me lo tomo a cachondeo en estos momentos, pero antes lloraba lo más grande por estos comentarios. Por eso cuando veo una anuncio de ropa interior y veo a las muchachas 'entraítas' en carnes se me saltan hasta las lágrimas... Lo importante es estar saludable y tener una alimentación sana, luego quien quiera tener tableta de chocolate, fantástico, y quien quiera tener el donut, genial», bromeó en su reflexión.

Para ir terminando la charla, Diana Navarro confesó estar en su mejor momento «porque me amo y me acepto perfectamente». Tiene en mente como 30 o 40 proyectos no sólo como cantante, sino también como actriz. Eso en lo profesional. Cuando habla de lo personal se acuerda mucho de su familia: sus hermanos, su padre al que tanto echa de menos y su madre con la que aún recuerda esos primeros concursos. Se casó con un granadino y allí vive pero, como dice el ciclo, ella está de Málaga ida y vuelta constantemente. Y echándola de menos. «Mi marido sabe perfectamente que vamos a terminar en Málaga», comentó con humor. «Además, venir a visitar a mi barrio, a mi Huelin, me encanta». Porque Diana Navarro es malagueña y siempre volverá a este lugar que la hizo, la hace y la hará tan feliz. Tanto como esa niña de Huelin que quiso ser cantante. Y al final lo fue.