Leiva se da un lujo «de otra galaxia» en Starlite

Ante un fondo naranja y un sol amarillo que simulaba el amanecer, aparecía Leiva con un paseo tranquilo como quien camina por casa. Su característico sombrero inclinado de color beige también estaba preparado para escuchar los primeros acordes. Y entre flashes, el cantante declaraba que la historia se le fue de las manos. Así interpretaba 'Terriblemente cruel', mientras gran parte del público no era capaz de mantenerse sentado. Un foco alumbrándole ya iba atrayendo la siguiente canción. Y a pesar del calor de agosto, en la cantera el aire corría a la velocidad en que Leiva atraía 'La lluvia en los zapatos'.

Al fondo, la batería aparecía multiplicada con los efectos especiales que colocaban al artista en el centro. 'Infinitos' aterrizaba en el escenario con la compañía de su corista Esmeralda Escalante, una canción con una calma inédita que fue descendiendo hasta que los 'Animales' de Leiva llegaron al escenario. Los que siguen a Leiva desde sus inicios saben de qué habla. El mítico tema del grupo Pereza consiguió sacar el instinto más 'animal' de los asistentes.

Y tras un foco rojo al centro llegó la 'Guerra Mundial', donde la lava parecía inundar el escenario. «Buenísimas noches, Starlite», pronunciaba el artista, quien no dudaba en seguir cantando antes de presentarse ante su público. El auditorio comenzaba a aullar cuando los 'Lobos', entre luces azules a toda velocidad, corrían por la mente de quienes cantaban esta canción a todo pulmón.

«Esto me parece un lujo de otra galaxia, muchísimas gracias por hacer el esfuerzo y comprar una entrada», reconocía el cantante. Algo que siempre expresa con fervor en sus conciertos. En una humareda rosa y azul, a modo de 'Premio de consolación' regalado a todos aquellos que sienten sus canciones dentro, Leiva y Esme transmitían el buen rollo a los asistentes.

Tras 'Stranger things', pero sin palomitas como en la sesión de cine de la que el artista habla en su canción, llegaba 'Breaking bad'. En este momento las personas que cantaban, «a otra velocidad», como dice el tema, solo pretendían ser ellas mismas. Y llegó el incendio. La locura se apoderó del público cuando el artista hacía una recomendación: «Podéis levantaros nadie os va a juzgar». Girando en 360 grados sobre sí mismo, Leiva podía escuchar a un público emocionado que cantaba: «Sobre todas esas cosas que no tienen solución».

'Superpoderes' adelantaba el momento que dejaría boquiabierta a la cantera. Un Leiva inédito alumbrado por un foco bailaba simulando ser Michael Jackson. La sorpresa levantó a los asistentes, quienes no dudaron en unirse al baile. Una coreografía improvisada levantó al público como si una 'Flecha' les fuera atravesado con luces azules enfocando el cielo.

Una sugerencia. Leiva invitaba a los asistentes a dejar el móvil durante tres minutos porque «merece la pena vivir durante un rato en el mundo real». Silencio. Leiva en el centro y ella. Su guitarra. Un 'Vis a vis' con el público traía un momento memorable para cada uno de los que escuchaban atentos al artista, quien explicaba qué ocurriría al vivir el presente: «Si conseguimos tener silencio creo que vamos a ganar todos».

Sentimientos a flor de piel y un recuerdo que viene directo a su memoria: «Aún recuerdo cuando hace unos años estaba aquí cantando con M Clan y me pasó algo que nunca me había ocurrido, irme el último», contaba Leiva confiando en su publico y admitiendo que no le importaría que esto volviese a ocurrir esa misma noche. Desde la 'Estrella Polar' llegaba la revolución. El público ya casi estaba volando. Un intento de despedida hizo que los asistentes pidieran una canción más, pero fueron más de una las invitadas a terminar el show.

Su hermano Juancho, cantante de Sidecars, permanecía tocando la guitarra cuando su hermano Leiva le plantó un beso en la cara. Las luces rojas y rosas volvían a acechar y el público vivía una sesión de playback auténtica mientras cantaban 'No te preocupes por mí'. Sin embargo, la auténtica energía sin fin llegó cuando empezaron a sonar los primeros acordes de 'Como si fueras a morir mañana', canción que levantó los brazos de los espectadores en un baile coordinado hacia lo más alto.

Dos acordes se intercalaban y repetían conduciendo el final de esta noche tan especial para la cantera marbellí. «Gracias por el cariño, el respeto y por esta buena vibra», terminó diciendo Leiva. Los instrumentos se encontraron formando un círculo que rozaba el suelo. 'Lady Madrid' llenó el auditorio de abrazos y besos. Un público eufórico a la mar de melancólico despedía a la «Estrella de los tejados». Y con su camisa abierta, el artista despidió este concierto «de otra galaxia».