El legado olímpico de Hoke y Lucho, caballos ganadores

V-Funk dio el pistoletazo de salida en este 'speed-run' a través de una completa y extensa sesión de 'djing' en la que el hijo de La Luisa decidió ir a lo seguro, calentando motores mediante una cuidadísima y actual selección musical: Yung Beef , La Zowi, Duki, Midas Alonso… más clásicos raperos de ayer y hoy. Mención especial a la mítica y nostálgica 'Ya no te acuerdas' de Triple XXX, pero también al propio Easy-S, que desde el palco, saludaba feliz mientras la sala al completo cantaba 'La placita'. Empezamos fuerte, así que más vale mantener el ritmo, no vaya a fastidiarnos el maldito flato. Porque BBO va a presentarse en Málaga por primera vez y hay que estar en forma.

Lucho —la versión campechana de Louis Amoeba— estuvo mano a mano con V-Funk unos minutos, hasta que 'Ojo de halcón' empezó a sonar mientras la sala dirigía la mirada de ave sobre la pasarela del palco que da al escenario. Allí estaba Hoke, humilde, cercano pero poderoso, ataviado con ropa básica y cadena olímpica. Es ahora cuando todo acaba de comenzar.

La engañosa tranquilidad con la que inició 'Five O' fue lo que permitió que el público se recolocara mirando al escenario, ávido de Hoke y Lucho sin parar. Para sorpresa de todos, no vinieron solos. Chase, fiel compañero de épicas batallas, acompañó a Odiseo y Eneas en el viaje, asegurando la plusmarca. Pero también el mismísimo Ébano, cuya aparición en 'Chorbo Real' hizo que se cayera la sala. En este sentido, se hace imposible resumir como fue recibido cada tema: 'Jjjjj', 'TT', 'Desamparados', el descomunal e imborrable 'Olympique'… Espartanas y maratonianas formas.

La seguridad, disciplina, espontaneidad y comodidad que hubo sobre el escenario fue tal que la energía creada en la sala era aquella que nos avisa de algo importante: que estos chicos, en esta noche de sábado, están haciendo historia, pero también marcando un punto de inflexión. Y es que Hoke y Lucho transmitieron el brillo de quienes, se sabe, llegarán lejos. Ellos lo saben, nosotros lo sabemos, todo el mundo lo sabe. Era realmente impactante comprobar como cada oyente de la sala se sabía las letras de absolutamente todas las canciones, y pocas veces se ven sonrisas, cánticos, aplausos, pogos, cigarros especiales cedidos por el artista —enhorabuena, Nono— como los de anoche. Sin duda, unos seguidores y un público a la altura del «fenómeno Hoke».

La comunidad que se crea cuando una generación estigmatizada, marcada por la precariedad, el desencanto, la duda y lo efímero se ve defendida y representada por un alma vieja en cuerpo de joven. «Muchas gracias, peña. Nosotros llevábamos haciendo esto años. Hasta hace nada estábamos en Valencia muertos del asco, y hoy estamos aquí liándola en esta Málaga tan bonita. Todo mi amor para vosotros, para el palco, para todos»