La coctelera musical de Çantamarta se agitará este sábado en el Echegaray

-Son un grupo atípico, están desperdigados por España y sin embargo siguen cosechando éxitos.

-Sí (risas), Omar y Benito vivían en Málaga porque se conocen de la carrera, de 'teleco'. A mí me conocieron en Granada, donde yo vivía (Luis) y donde tocaba en la calle, que era una de mis vías de subsistencia, de existir aquí en España. Un verano se acercaron a mí para preguntarme si tenía grupo y me invitaron a pasarme por Málaga para comenzar el proyecto. Fue allí donde se comenzó a forjar, aunque teníamos mix con Granada, pero Málaga fue la cuna. Y sí, (risas), dispersos siempre, nunca hemos vivido los tres en la misma ciudad. En septiembre u octubre vamos a poder estarlo por fin porque Omar se viene a Madrid, Benito ya lleva aquí tres meses y yo un año. 

-Tiene que ser difícil para el tema ensayos y reuniones de grupo.

-Es complicado, pero le hemos pillado el truquito. Lo complicado es la vaina del tiempo, no lo tenemos a favor, pero ensayamos cada vez que podemos y en estos últimos meses ha sido más veces de las que hemos dedicado a la producción musical. Estamos empastados en ese sentido. Como tocamos con banda, y los otros chicos son de Madrid, Omar es quien se desplaza a ensayar y a veces a Málaga, que bajamos regularmente. Benito es de Granada y la familia de Omar está entre Córdoba y Benalmádena, el sur siempre es nuestro punto de encuentro.

-¿Cree que eso es lo más difícil para sacar el grupo adelante?

-Podría serlo, pero el grupo cuando se formó ya estaba en ese ritmo, nunca nos supuso un problema. Cuando estábamos en el limbo de la pandemia a nosotros nos vino genial porque terminamos de masterizar el modo de trabajo que tenemos a distancia, y lo hacemos bastante bien. La complicación que podemos tener enfrente, más que esta, es la vaina de estar moviéndote en la capital, que Madrid tiene todo y a nivel de industria es donde se concentra lo que nos concierne. Hacer el paso a Madrid siempre es complicado y sentirte que estás establecido mucho más.

-Ya han dado ese paso, y firmaron un contrato con Universal.

-Sí, hace dos años justamente. Firmamos un contrato de 'publishing', nos incorporan a la cartera de autores y eso nos permite trabajar con y para otros artistas, además de conectar con ellos si hay interés mutuo y producir algo entre los dos proyectos. Eso es genial porque ha surgido en Madrid, y es lo que notamos en España, que la industria está centralizada. Lo ideal sería que no tuvieras que movilizarte tanto para hacer música, pero lamentablemente todo está centralizado, ni siquiera Barcelona, que está en el mismo plato que Málaga. Eso es un coñazo porque a uno le gusta estar en el sur.

-Los músicos locales se ven obligados a vivir en Madrid si quieren conseguir sus objetivos, a pesar de que no les motiva especialmente la ciudad.

-Sí, por supuesto. Es un sitio muy guay, pero te obliga a salir de tu zona de confort, todo está aquí y se nota mucho el movimiento. Notas que vas a una dinámica distinta a la que si no estuvieses.

-Aunque se vayan de Málaga, ¿tienen su público aquí? ¿Esperan asentarse en la costa algún día?

-Sí, sabemos que tenemos gente en el sur y en Málaga hay un puntito bonito, fue nuestra casa y hay un fragmento de nuestro corazón. Tocar en Málaga es tocar en casa. Pero hemos confirmado que tenemos gente que viene a vernos a nosotros en otros lugares como Bilbao o Madrid, y eso en Málaga no lo hemos visto tanto. El año pasado nuestro primer concierto en Brisa fue junto a Mala Rodríguez, pero era un público suyo. Nuestro habría unas 30 personas que nos conocían, la mitad eran familiares (risas). Ese salto ahora va a ser diferente, sabemos que hay ganas de vernos, nos dejaremos llevar por el 'flow' y que salga todo bonito.