La 35º Temporada Lírica presenta su segunda producción, 'Le nozze di Figaro', ópera con la que se inició la afortunada colaboración de Wolfgang A. Mozart con el libretista Lorenzo da Ponte y que supone una de las óperas más famosas y representadas en todos los ... teatros del mundo. El barítono malagueño comparte escena con un elenco compuesto por el barítono Markus Werba como Fígaro, las sopranos Leonor Bonilla como Susanna y Rocío Ignacio en el papel de Condesa de Almaviva y la mezzo Anna-Doris Capitelli encarnando al simpático Cherubino. El gaditano Carlos Aragón dirige a la Orquesta Filarmónica de la ciudad con una batuta muy dinámica y vivaz desde los primeros compases de la Obertura, en los que establece un tempo e intensidad perfectos para que comience a continuación la acción dramática, y donde la orquesta demuestra además su talento consiguiendo la cuerda un unísono perfecto.
En cuanto a la dirección, esta corre a cargo de Iván Stefanutti, además de la plástica escénica, firmando el italiano una propuesta bastante tradicional -quizás demasiado- a nivel estético, que da la sensación de ser más bien pura arqueología. En escena vemos elementos de un dormitorio de grandes dimensiones que pesan mucho a nivel visual, sobrecargando continuamente el escenario y cuyo diseño y acabados, quieren ser tan extremadamente fieles a la época de Mozart que resultan preocupadamente añejos. Si bien se aprecia la intención del director de que el espacio funcione como un laberinto en el que los personajes se pierdan y enreden, algo que como concepto a plantear resulta interesante y que daría mucho juego, la idea no termina de ejecutarse bien en la práctica, quedando escenas estáticas y desgraciadamente densas, consistiendo únicamente en una disposición horizontal de los intérpretes que de vez en cuando se esconden tras los enormes armatostes que funcionan como escenografía, sin más gracia.
El reparto a nivel vocal destacó especialmente por su brillantez técnica y delicada musicalidad. En los papeles masculinos, el Fígaro de Markus Werba lució su voz de timbre agradable y buena proyección, destacando el aria juguetona del primer acto «Non piu andrai». El malagueño Carlos Álvarez ofreció un Conde que lució especialmente por sus dotes dramáticas. A destacar también las bellísimas interpretaciones que ofrecen Leonor Bonilla y Rocío Ignacio, que demuestran no sólo su talento vocal, también interpretativo creando unos personajes llenos de matices y bordando sus respectivos papeles con gran presencia escénica, un canto refinado y una sólida proyección, siendo sus arias las más ovacionadas por el público, y la joven Anna-Doris Capitelli con su propuesta de Cherubino, el único personaje en el que se ve realmente la esencia mozartiana al completo tanto en lo musical, con una ejecución perfecta, como a nivel interpretativo, sobresaliente.
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