Carlos Álvarez, un astro en el firmamento de la Scala de Milán

El barítono malagueño es un habitual de este escenario, y también de su acto de apertura, donde ha participado con las óperas 'Juana de Arco' y 'Madama Butterfly'. Para este evento singular interpretará el aria por excelencia de uno de sus roles principales: el 'Credo' del Iago de 'Otello' que firma Verdi. Será en una actuación grabada retransmitida por la televisión pública (Rai 1, Radio 3, Raiplay).

Supondrá un «reencuentro» con muchos compañeros de profesión, ahora más distanciados que nunca con montajes cancelados por toda Europa y escenarios cerrados en todas partes del mundo. Para esta peculiar ceremonia pisarán la Scala una veintena de cantantes líricos. Entre ellos, Plácido Domingo (que mantiene abierta la puerta de la mayoría de los teatros europeos tras el escándalo por los supuestos acosos a mujeres en EE UU), el tenor del momento Jonas Kaufmann (con quien Álvarez grabó recientemente el 'Otello' de Verdi con Antonio Pappano para Sony Classical), el peruano Juan Diego Flórez (que iba a ser el encargado de inaugurar la temporada con 'Lucia di Lammermoor') y Lisette Oropesa, Piotr Beczala, Vittorio Grigolo, Francesco Meli, Ildar Abrazakov, Roberto Alagna, Luca Salsi, Marina Rebecca, Andreas Schager, Rosa Feola...

Será una celebración de la lírica y del ballet clásico, con destacados bailarines italianos en escena, como Roberto Bolle. Acompañados siempre de «la familia de la Scala», con su coro y orquesta, como resaltó el director artístico de La Scala, Dominique Meyer. También para él será una fecha señalada: su estreno en Milán tras una etapa como director de la Ópera de Viena. Riccardo Chailly ejercerá de director musical. Abrirá la velada un vídeo de Mirella Freni cantando 'Io son l'umile ancella' de Adriana Lecouvreur de Cilea, en homenaje a la soprano fallecida en febrero.

Será un espectáculo de «gran atractivo» que, para Carlos Álvarez, envía un mensaje de ánimo a la cultura y transmite «la propia emoción del teatro». «Estamos cerrados, pero estamos», sentencia el malagueño. El barítono aplaude el patrocinio privado de esta gala. «El dinero dirigido a la cultura en estos momentos es bastante miedoso; pero en este caso las grandes compañías saben que unir su nombre a la Scala da prestigio».

Berlín iba a ser su próxima parada con la puesta en escena de 'Aída', pero la temporada se ha cancelado hasta enero por el avance de la pandemia. Tampoco hará Turín, donde estaba previsto 'Un ballo in maschera'. Ahora «es el momento de la formación», dice recién llegado de impartir una clase magistral en Pontevedra. Toca preparar a las nuevas generaciones, con un «punto de esperanza», para estar listos cuando la normalidad se reestablezca y el telón vuelva a levantarse. «Y, además, cada vez me gusta más el encuentro con la gente joven», reconoce.