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La reinvención forma parte de la vida, pero sólo se presenta en la de aquellos que se encuentran en constante movimiento y rebosan por los poros ganas de crecer. A la organización de Brisa le ha ocurrido algo similar: su primera edición en 2021 no ... fue modesta, pero se convirtió en un festival de una semana a pequeña escala, con varios escenarios y conciertos en formato reducido en los que aún había que permanecer sentados.
Por suerte, un año después el tumulto frente al escenario ya no es un recuerdo del pasado, y la reinvención de Brisa ha llegado a modo de festival de un fin de semana, pero uno como dicta la ley: con sus camisas hawaianas de flores y palmeras, sombreros de pescador que se usan en contadas ocasiones y las zapatillas más andrajosas del armario. Aunque esta era la tónica general, anoche en la primera de las tres jornadas hubo otros que prefirieron los mocasines o las cuñas de esparto para pisar el albero de la plaza de toros de La Malagueta: antes muerta que sencilla para acudir a una edición que se reafirma en el panorama y que es a la vez un homenaje. De hecho, los tres días de Brisa servirán para celebrar los 40 años de Danza Invisible, el grupo estrella del cartel este año.
Sobre el tendido, la tarde de viernes empezó algo tímida con el grupo La La Love You, muy esperado por uno de sus últimos temas, 'El fin del mundo', que se ha convertido en un hit por excelencia con más de 55 millones de reproducciones en Spotify.
Sin embargo, para la sorpresa de los primeros que llegaron al festival, el grupo madrileño interpretó a modo de versión 'Sabor de amor', el otro éxito con solera de Danza Invisible que conquistó a los despistados. De hecho, este año todos los grupos que pasarán por Brisa harán lo propio, versionando un tema del grupo malagueño.
Los segundos de la tarde, Seguridad Social, llegaron cuando los ánimos estaban tomando impulso y con sus canciones himno, 'Chiquilla' y 'Quiero tener tu presencia', fueron los reyes del albero durante una hora. Como 'plus', Javier Ojeda salió al escenario con José Manuel Casañ para interpretar juntos 'Tú eres mi pasión', un tema de Danza, momento de regocijo para los más veteranos de la pista. Como curiosidad, este grupo también cumple 40 años en los escenarios, por lo que la celebración en este espectáculo era por partida doble. Se permitieron a modo de regalo dar un aire más reggae al concierto, interpretando en este género 'Un beso y una flor' de Nino Bravo para despedir la actuación.
En total, unas 2.500 personas pasaron por el recinto durante toda la tarde-noche, aunque la mayor afluencia se notó a partir de las 22.00 horas, cuando el grupo Miss Caffeina hizo suyo el escenario combinado un 'atrezzo' oriental con un extravagante vestuario: lámparas, espejos y dragones chinos embellecieron la plaza de toros para presentar 'El año del tigre', el último álbum de la banda que aterrizó en Málaga con un renovado espectáculo de luces y de vídeo montaje que se reproducía las espaldas de la banda tema tras tema.
Alberto Jiménez, el vocalista, salió a escena vestido completamente de amarillo para desafiar a la superstición. Hacemos 'spoiler': el concierto fue rodado y el público se agolpó a los pies del escenario para bailar con ellos mientras iba anocheciendo poco a poco sobre el albero. «Después de tanto tiempo lo echábamos de menos y no vamos a hablar de estos dos últimos años, porque estamos cansados y aquí estamos después de todo», comentó el vocalista para presentar uno de sus temas más reivindicativos.
'No entiendo nada' es un canto a las injusticias y a las malas noticias que nos acompañan cada día en el telediario. «Esta canción habla de Samuel y de muchos otros que no pueden estar aquí. Aquí estamos nosotros para defender la identidad y que cada uno sea quien quiera ser», gritó Alberto Jiménez para entonar esta canción protesta, con el fin de luchar por el amor libre en la semana del Orgullo. Dentro del homenaje, Miss Caffeina interpretó 'Sin aliento' de Danza Invisible, llevándose el tema a su terreno y adaptándolo a su electropop más vibrante.
Un breve descanso trajo a Dorian al escenario cuando la pista estaba casi al completo. Aunque había huecos por llenar el calor que transmitía el público al grupo en esta última tanda de electrónica, indie e incluso futuristas fue lo más significativo del show. «Por fin nos dejan disfrutar de la música sin restricciones», celebró Marc Gili, el vocalista del grupo. Dentro del homenaje, su versión particular de 'El joven nostálgico' estuvo muy cerca del estilo de Dorian, aunque el ritmo acelerado del tema daba pistas de su intención: «Este tema habla de un chaval joven que ve la vida pasar y no puede hacer nada para evitarlo, aunque la letra es muy positiva y enérgica», puntualizaban.
Para los enamorados del grupo no faltó 'Verte amanecer' y 'A cualquier otra parte', la guinda de una noche llena de los temas que conquistan a varias generaciones.
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