Ayuntamiento y músicos callejeros encallan en la fórmula para organizar la actividad en Málaga

Representantes de Cultura, Medioambiente, Policía y artistas retomaron hace dos semanas las negociaciones paralizadas por las elecciones y la constitución del nuevo gobierno local. En el encuentro se revisó el listado de localizaciones presentadas por los músicos, que por primera vez piden expandirse a los barrios con más de cien puntos distribuidos por el distrito Centro, Este, Cruz de Humilladero, Carretera de Cádiz, Bailén-Miraflores y Puerto de la Torre. Pero también aquí hubo diferencias. El Ayuntamiento prohíbe cualquier actuación en las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), aunque sea sin amplificación, un extremo al que sí se abrió la puerta en una reunión anterior.

De esta forma, se quedan fuera los lugares más demandados por los músicos, los que tienen más tránsito de personas. No obstante, consiguen mantener algunos puntos limítrofes y poco problemáticos, como el Teatro Romano y la Alameda Principal. Además, se han movido algunos espacios colocados junto a iglesias. En cualquier caso, la lista es provisional y sigue bajo revisión de las diferentes áreas y distritos municipales.

El principal punto de discordia está ahora en la forma de organizarlo. El Ayuntamiento opta por aprobar una resolución con las localizaciones autorizadas y que los músicos hagan uso de ellas libremente respetando en todo momento los horarios, decibelios y tiempos de descanso que se establezcan. Es la misma fórmula que se aplicó en 2018 con quince localizaciones concentradas en el Centro de la ciudad. Los músicos, sin embargo, no son partidarios de repetir ese esquema, que acabó meses después con todos los puntos eliminados tras la queja de vecinos y comerciantes.

En su lugar, el colectivo pide una mayor regulación, con una mesa de seguimiento en el que estén todas las partes implicadas -incluidos los vecinos- para buscar una solución cuando algún punto genere problemas. Y proponen un sistema para controlar quién está cada hora en qué lugar: una reunión el primer lunes de cada mes con todos los músicos callejeros -en estos momentos se han registrado unos 40- donde se distribuyan los espacios y los turnos, sorteando aquellos en los que haya coincidencias.

Mientras tanto, el Puerto de Málaga continúa con el proceso abierto para ordenar las actuaciones en el Palmeral de las Sorpresas. Solo 14 artistas han presentado su solicitud para las 16 licencias disponibles (turnos de mañana y tarde en cuatro ubicaciones con sonido y cuatro para intervenciones no sonoras), una vez finalizado el plazo el pasado 24 de octubre. Un número inferior al que cabría esperar para un puesto que ofrece estabilidad (un año) en una actividad de por sí inestable y que se explica por la dificultad de cumplir con todos los requisitos exigidos por la Autoridad Portuaria, como han denunciado los propios músicos.

Para optar a una autorización era imprescindible estar dado de alta en el censo de empresarios, profesionales y retenedores; contar con un seguro de responsabilidad civil, y abonar una fianza o garantía de explotación de 313,23 euros. Además del pago de las tasas por ocupación y actividad, fijadas en 258 euros al año. Todo ello especificando que estas actuaciones no podrán realizarse a cambio de contraprestación económica, sin perjuicio de las cantidades que voluntariamente a modo de donativo puedan aportar los viandantes. Los músicos volverán a salir a la calle para expresar su disconformidad con el proceso este jueves, a las 18.00 horas, desde la entrada de Larios.