«Hay críticos que no llevan bien que la música conecte con el público directamente»
Director de orquesta y compositor ·
Tras estrenar su primera ópera en Madrid, la batuta malagueña regresa a su rol de director con el próximo concierto de la Larios Pop del Soho: un tributo a Gershwin
Arturo Díez Boscovich llega acelerado a la cita, se le acumula el trabajo y los compromisos. Pero una vez que se sienta en las butacas del Teatro del Soho CaixaBank, detiene el reloj. Habla rápido, como siempre, eso es condición, pero no hay prisa. Hay ... tiempo para revisar su reciente debut como compositor de ópera con 'El caballero de Olmedo' –con libreto de Lluis Pasqual y estrenada el pasado octubre en el Teatro de la Zarzuela– y de su próxima misión al frente de la orquesta Larios Pop del Soho como su director musical: un homenaje a George Gershwin. 'Gershwin in blue' recorrerá el 17 y 18 de noviembre tres célebres composiciones del autor norteamericano, de nuevo con el joven pianista Marcos Castilla como solista (20.00 horas, de 20 a 35 euros)..
–¿Satisfecho del estreno de la ópera en Madrid?
–Sí, muy contento. Ha sido un éxito tremendo, con el público puesto en pie todos los días.
–¿Lo disfrutó desde la butaca? No está acostumbrado a ese lugar.
–Sí, al final sí. Al principio era extraño, pero como llevaba en el proceso un mes y medio supervisando desde fuera, ya me parecía algo natural. También tiene su parte positiva estar ahí sentado disfrutando del espectáculo sin tener que estar implicado.
–¿Al día siguiente buscó las críticas?
–No, no, no. Me llegan todas, pero intento no mirarlas para no desanimarme. Por lo menos al principio, cuando se estrena el espectáculo. Me espero a que haya más reacciones, porque si hay una o dos y no son buenas… imagínate.
–En general fueron buenas, con alguna matización.
–Pero es normal. Hay algunos críticos que no llevan bien que la música conecte con el público directamente. Esto es una cosa que les cuesta a algunos. No sé por qué, es como una especie de esnobismo. No es que la música sea fácil, pero si se comunica fácilmente con el público parece que tiene menos valor. Eso ha pasado a lo largo de la historia siempre. Y sí, hay muchos críticos que son muy esnobs, y eso va a ser difícil cambiarlo. Yo ya lo daba por hecho, sabía que iba a encontrarme con opiniones de ese tipo.
«Vivo para la música las 24 horas, no pienso en otra cosa. Eso pasa factura en lo personal, pero me siento feliz»
–Cuando haces una ópera contemporánea, juegas con el filo de la navaja. Uno se acaba cortando siempre.
–Sí. Si la haces muy moderna, porque es muy moderna. Si es demasiado clásica, porque es muy clásica. Algunos siempre tienen que sacarle un pero a todo, forma parte del trabajo del crítico. A mí, francamente, lo que más me importa es ver al público disfrutar, no la opinión de un señor en concreto. Si la obra hubiera sido acogida fríamente, eso me hubiera dolido más.
–Pero, ¿se siente vulnerable frente a la crítica?
–Cualquier creador. Uno nunca está seguro al cien por cien de lo que hace, el proceso de creación son dudas constantes. Uno está más vulnerable en ese momento, por eso tengo cuidado con las cosas que leo. Puede haber 300 críticas buenas y dos malas, y siempre voy a pensar en esas dos. Es condición del ser humano, va en el código genético.
–Había, por ejemplo, alguien que hablaba de envidia del musical.
–Pero eso no es cierto en absoluto. Hubo una en concreto que se titulaba 'El caballero de Olmedo bajo el prisma de El Rey León'. El titular tiene su gracia, pero esta ópera no tiene nada que ver con 'El Rey León' ni con los musicales, en absoluto. Sin compararme yo con Puccini, por supuesto, las críticas en su tiempo siempre fueron también por ese estilo, que era música facilona sin la profundidad que tenía Wagner.
–Esto como compositor. Ahora se pone de nuevo en el papel de director con 'Gershwin in blue'.
–Sí, el 17 y 18 de noviembre. Hacemos 'Rhapsody in Blue', 'Un americano en París' y 'Porgy and Bess', una suite de su ópera. Gershwin es uno de los compositores favoritos de Antonio, le tiene mucho aprecio. Este sí que recibió muchas críticas también porque viene del jazz. Y en las salas de conciertos la gente que viene de algo, de lo que sea, ya es vista con sospecha. Pero es música de una calidad innegable que ha sobrevivido al paso del tiempo.
–¿Qué peso tiene Banderas en la programación musical?
–Tiene mucho peso. Lo hablamos entre los dos. Normalmente yo elijo un programa y él elige otro, y vamos alternándonos.
–¿Y se entienden bien?
–Sí, sí. Porque además tenemos gustos parecidos.
–El joven Marcos Castilla repite como solista.
–Es un chaval muy joven pero con una madurez musical increíble. Y pensamos que para esta obra sería fantástico volver a contar con él. Porque a él le gusta mucho el jazz también. Seguro que hará el trabajo fenomenal.
–Usted empezó también muy joven en esto. Necesitaría también que le tendieran la mano.
–Por supuesto. Aquí en Málaga la primera persona que me dio una oportunidad fue Juan Carlos Ramírez, el gerente de la Orquesta Filarmónica de Málaga, que creyó en mí como director y me ofreció unos conciertos didácticos. Para Antonio y para mí, que el Teatro del Soho apoye a los jóvenes valores es muy satisfactorio. Y para Marcos es una impronta muy fuerte porque soportar la presión de estar con una orquesta de 70 músicos, es algo muy importante para su formación.
–No todos los directores son compositores. ¿Cómo lleva esa dualidad de roles?
–Pues me da pereza pasar de uno a otro. Cuando ya estoy en modo composición me apetece componer solamente, y entonces ahora volver a lo otro me cuesta un poco. Es una cuestión mental. Pero es que lo de 'El caballero de Olmedo' ha sido una cosa bastante fuerte. Estar con la Orquesta de la Comunidad de Madrid y que se toque tu ópera durante varios días… es difícil salir de eso. Yo creo que le pasaría a cualquiera.
–¿No se plantea dedicarse por completo a una de las dos facetas?
–Nunca lo he pensado. Hombre, yo creo que para cualquier compositor, sus obras son importantes. Directores hay muchos, pero tu música es tuya y es única en ese aspecto. Es algo muy especial. Si me pusieran una pistola en la cabeza y tuviera que elegir, me quedaría con la composición.
«De vanidad, nada. No me creo más ni mejor que nadie. Yo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo y lo mejor que sé»
–¿Siente que sacrifica mucho de su vida por la música?
–Vivo para eso las 24 horas, es que no pienso en otra cosa, la verdad.
–Pero eso pasa factura en la vida personal.
–Sí claro, así estoy: soltero (risas). Pero me siento feliz por haber conseguido retos que hace años me parecían que eran difíciles.
–¿Cómo se mantiene a raya la vanidad?
–No tengo tonterías de ese tipo. Nunca las he tenido, la verdad. No me creo más que nadie ni mejor que nadie, para nada. Yo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo y lo mejor que sé. Ya está.
–Pero trabajar al lado de una estrella de Hollywood, no sé si ayuda a mantener los pies en la tierra.
–El caso es que Antonio Banderas es una de las personas que más tiene los pies en la tierra. A mí me sorprende, francamente. Es algo que, además, creo que se percibe desde fuera. Él es de trabajar duro y para nada se le han subido los laureles del éxito.
–Usted no es vanidoso, ¿pero es ambicioso?
–Sí, eso sí. Quiero seguir mejorando. Es ambición pero no por un tema económico, sino por una cuestión artística. No me importa tanto el dinero como la perfección.
–¿Está componiendo?
–Sí, estoy haciendo un concierto para piano y orquesta.
–¿Y en el mundo de la banda sonora que tanto le gusta?
–La música que se hace en el cine actualmente no me gusta, no me siento identificado con ese lenguaje. Quizás vengan otros tiempos en otro momento donde la música del cine tenga mayor entidad. Hoy en día casi todo son efectos de sonido que están ahí de fondo. Lo que sí me encantaría es hacer una segunda ópera, más que una película.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.