Ana Mena Valerio Rioja

Ana Mena: «No le encuentro el sentido a que esto se te suba a la cabeza»

Es despistada en lo personal, pero una 'workaholic' en lo musical. Sueña con una casa en el campo y disfruta trabajando en su pequeño huerto de Estepona. Así es la malagueña que en dos semanas compite en el mítico festival de San Remo

Martes, 18 de enero 2022, 00:04

Ana Mena despide esta conversación de la misma forma que empieza algunas de sus canciones más populares: «¡Desde Málaga 'pal' mundo!», exclama la esteponera al otro lado del teléfono. Habla desde Roma, ya con la tensión de la cuenta atrás para su debut en el ... mítico festival italiano de San Remo. El título, 'Duecentomila ore' (doscientas mil horas, en español), es lo único que se conoce del tema que en febrero (del 1 al 5) le hará entrar en millones de hogares italianos. Si gana, la malagueña representará a Italia en Eurovisión justo el año en el que el país transalpino es anfitrión. Pero de momento, dice, es pronto y «atrevido» hablar de eso.

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San Remo es para la joven de 24 años la recompensa a cuatro años de intenso trabajo en Italia, donde sus colaboraciones musicales se cuentan por millones de reproducciones, y un paso más en una carrera que empezó «desde abajo» cuando solo tenía 8 años (como cantante en 'Veo Veo', 'Menuda Noche', 'My Camp Rock'; y como actriz en 'Marisol' y 'La piel que habito'). «Despistada» en lo personal, pero una «'workaholic'» en lo musical, en su currículum figuran 20 discos de Platino y dos de Oro en España, 19 discos de Platino en Italia, uno de Oro en Suiza y otro en Francia. Durante las próximas semanas, además, la verán como jurado de la segunda edición de 'Idol Kids' en Telecinco. Y pese a todo, desde la cresta de la ola, Ana Mena asegura que para ella no tiene sentido «perder la cabeza» por la fama. Tiene los pies en la tierra, tanto que siempre que puede la trabaja en el huerto familiar de Estepona.

-¿Cómo van los preparativos de San Remo?

-Bien, bien. Mucho estrés y muchas cosas que hacer, está siendo entretenido y divertido. Tengo muchas ganas de que ya llegue el momento. Estoy intentando disfrutar de todo el proceso, aunque a veces conlleve tomar decisiones importantes y te invada el estrés. Es un festival que he seguido desde adolescente en mi casa. Lo veía en 'streaming' con mi padre, he descubierto a muchos artistas y muchas canciones gracias a San Remo. Y me hacía especial ilusión, llevaba intentándolo dos años.

-El Festival de Benidorm será este año la puerta a Eurovisión. ¿Por qué no intentarlo en España?

-Yo es que no lo hago como puerta a Eurovisión. Quería participar en San Remo por lo que significa para mi familia y para mí. Es realmente complicado entrar y tenía ganas de presentar por fin en Italia una canción como solista. Son ya cuatro años trabajando aquí. San Remo para los italianos no es una preselección de Eurovisión, es la meta.

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«Me parece hasta atrevido pensar en ganar cuando ni siquiera he participado todavía»

-Pero si ganara, ¿no le resultaría extraño estar en Eurovisión representando a Italia?

-La verdad es que me parece hasta atrevido pensar en ganar cuando ni siquiera he participado todavía (risas). Vamos a participar, vamos a intentar disfrutarlo y a hacerlo lo mejor posible, vamos a dejarnos la piel y luego ya se vería.

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-Ha tenido que renunciar al concierto de Navidad en el Vaticano por participar en el festival. En algún medio titulaban «Ana Mena planta al Papa».

-¿Alguien cree que yo voy a plantar al Papa? Qué cosa tan ridícula. Me puse súper contenta cuando me dieron la noticia de este concierto. Es una de las personas más influyentes del mundo y además creo que este Papa está haciendo cosas muy buenas. Era un honor. Sería irrepetible en mi vida. Nunca le daría plantón, pero las normas de San Remo establecen que no puedes hacer televisión en Italia hasta que se celebre el festival. Espero poder hacer ese concierto otro año.

-¿Es creyente?

-¡Uy qué pregunta! Yo tengo mi propia filosofía de vida. Lo importante es ser buena persona, en eso es en lo que yo creo.

-En el videoclip de 'Música Ligera', su último lanzamiento, cuenta que quería mostrar el «dualismo de emociones de una artista que sufre por amor». ¿Ha tenido que sonreír muchas veces cuando por dentro lloraba?

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-Soy persona, y hay días maravillosos y otros en los que prefieres mejor no haberte levantado. ¿Cuántas veces a uno no le toca ir a la oficina teniendo un problema súper grave? También nos pasa a los artistas, tenemos momentos buenísimos y otros chungos en los que te apetece estar en tu cama.

-Pero el foco está sobre los artistas, no sobre las personas de la calle. ¿Cómo se gestionan todas esas emociones para no perder la cabeza?

-No le encuentro el sentido a perder la cabeza, a que se te suba a la cabeza. Considero mi trabajo como cualquier otro. Estoy expuesta al público y eso es quizás lo que me diferencia de una persona que trabaja en una tienda o alguien que construye casas. Pero no encuentro el sentido a creérselo más de la cuenta o a considerarse otra cosa que no eres.

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«El venir de abajo y conocer lo que cuesta conseguir las cosas me hace valorar mucho cada noticia buena»

-Le hemos visto crecer en la profesión. Ha roto con la maldición del juguete roto de las niñas prodigios.

-Siempre me lo tomaba como un juego de niña. Me gustaba cantar, yo era la que le decía a mis padres que me llevaran a todos sitios. Y lo de triunfar, ha sido tan progresivo, tan paso a paso, tan pico y pala, que no he experimentado un cambio radical de cero a dos millones de seguidores de un día para otro. Lo mío ha sido trabajar mucho, mucho esfuerzo y sacrificio, pero muy progresivamente. El venir de abajo y conocer lo que cuesta conseguir las cosas me hace valorar mucho cada noticia buena que me dan.

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-Ahora que es jurado de 'Idol Kids'. ¿Qué consejos le da a los niños?

-Con los niños me muero, son mi debilidad. En el futuro me gustaría tener la casa llena de niños. Disfruto mucho de estar rodeada de niños que vienen con esa inocencia, esa ilusión y con tanto talento. Y me pongo en su piel porque sé perfectamente lo que se pasa, sé los nervios que les recorre el cuerpo y empatizo muchísimo.

-¿Es sano competir desde tan pequeños?

-Según como te lo tomes. Para mí no era competir. Siempre le digo a los niños que vayan a hacerlo lo mejor posible, a divertirse y a sacar algo bueno de la experiencia. No necesariamente hay que ganar para luego dedicarte a la música, hay miles de ejemplos. Yo no pasé los castings de muchos 'realities' a los que me presenté y luego hice mi camino sola, trabajando y sacando mi propia música.

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-En 'Música ligera' hay un cambio de registro, una evolución. ¿Deja atrás el reguetón?

-Tampoco creo que yo hiciera reguetón, me considero una artista pop. Me encanta el reguetón, todo sea dicho. Pero sí, 'Música ligera' tiene un sonido diferente, más maduro, se asemeja a la música de la década de los 70, que es mi década favorita musicalmente hablando. Esta canción me toca el alma.

-Ahora que hay más mujeres en la música urbana y latina, ¿se está plantando cara al machismo en las letras?

-Pero no solo está en el reguetón. Hay algunos mensajes en canciones de Eminem que como son en inglés y no lo entendemos no les prestamos atención. Pero que seamos muchas más mujeres es algo muy positivo para contar la historia desde nuestro punto de vista. Me parece muy importante.

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«Mentiría si dijera que nunca me ha molestado un comentario de los que he leído en las redes»

-¿Cómo se lleva con las redes sociales? ¿Está hiperconectada?

-Me llevo bien, me gusta compartir cosas y hablar con la gente, saber qué piensan, estar al día de lo que se comenta. Hay que usarlo como una herramienta para llevar tu música a todas partes de manera inmediata. Y como opción de entretenimiento, a mí me saca de muchos momentos de aburrimiento. Pero también me tomo mis días de descansar del teléfono para estar en la vida real, con gente en una mesa sin tener el móvil en la mano.

-Tiene la suerte de tener pocos 'haters'.

-Hay mucha gente anónima que desde la pantalla de su teléfono se siente con la libertad de decirte lo que se le pase por la cabeza en ese momento. Luego tú puedes dejar que te influya o no. Te mentiría si te dijera que nunca me ha molestado un comentario de los que he leído. Al final, si generas amor también generas odio. Luego hablamos todos de salud mental, y esos mismos son los que ponen un comentario nada constructivo.

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-En la redes muestra su mejor cara, ¿cuál es la cara mala de Ana Mena que no vemos?

-¡Claro que tengo caras malas! Soy un desastre, soy muy desordenada, soy despistada. Pero para las cosas de trabajo, no. Para la música soy como una 'workaholic', me encanta estar todo el rato sin parar. Me aburro si estoy demasiado tiempo sin hacer nada. Pero sí, soy desordenada (risas). También son tantas cosas y viajamos tanto, que me dejo cosas por ahí.

-Una curiosidad para terminar. ¿Es cierto que envía verduras de su huerto a los chicos que le gustan?

-Sí, lo hago. Tengo un pequeño huerto en Estepona, un terreno que tenemos alquilado para sembrar. Mi padre y yo lo tenemos como hobby. Aunque él lo cuida mucho más que yo, la verdad sea dicha. Pero siempre que bajo a Estepona lo hago, porque me encanta volver a casa y mi huerto es mi centro de paz. Para mí sola se me pondría mala toda la fruta y la verdura, así que regalo mucho a la familia y a los amigos. Y sí, alguna vez lo he hecho con algún chico que me ha gustado. Mi sueño en lo personal es tener una casa en el campo. Mi padre me ha hecho conocer el campo desde muy pequeña, es una afición en común que tenemos y que nos conecta a los dos.

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