Alba Casas, más conocida como Albany, huye del postureo, de las imposiciones y de lo políticamente correcto. Esta cantante trap ha conseguido posicionarse a sus 24 años en lo más alto del género urbano, escalando con su 'sad trap' para demostrar que la música es ... su pasión y que con ella no busca más allá de ser feliz y cumplir su sueño. Este domingo 10 de abril llega a La Trinchera (20.00 horas) para presentar su último disco 'XXX', y cantar junto a su público malagueño sus temas más conocidos, que suman millones de reproducciones en Spotify.
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–¿Cree que la mujer esta hipersexualizada en el trap o en la música urbana en general?
–Sí, (risas) es una pena, pero es la realidad. Aunque ahora mismo todo el mundo está sexualizado, esta sociedad es muy materialista y a todos les gusta un buen cuerpo y una cara bonita. Pero donde más se nota esto es en la música y con las mujeres, hay mucho machismo. Algunos hombres no te ven igual que lo hace una mujer, a veces les importa más que estés buena que que cantes bien.
–¿Se siente presionada por la sociedad para tener que ser sexy todo el rato?
–Sí, eso me amarga un poco, porque a veces no tengo ganas de arreglarme, pero si no lo hago parece que no lo estoy haciendo bien o no estoy dando una buena imagen como artista, por no ir maquillada, con el pelo largo, con un vestido súper chulo y mejor que el de las otras chicas. Es todo muy competitivo en el mundo de las mujeres creo.
–¿Se refiere en la música?
–En general, aunque depende de los ámbitos. A la hora de subir un vídeo o subirte a un escenario siempre intentas ser la mejor o ir la más guapa, y eso es muy superficial, no me gusta.
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–La actriz e influencer Jedet criticaba esto en sus redes sociales en un momento de estallido: la hipersexualización a la que se veía sometida. ¿Usted ha estallado alguna vez?
–No, yo paso de la gente, soy muy natural y no me importa subir una foto en pijama, por ejemplo. Soy consciente de ello y me doy cuenta cuando tengo que hacer algo que no quiero, porque mucha gente ve dos tetas antes que tu talento. Es muy difícil. El otro día decía que cuando íbamos al estudio, lugares en los que hay más hombres, estos (y no todos) en vez de querer trabajar contigo y hacer música lo primero que va a intentar es acostarse contigo. Y yo quiero hacer canciones, no quiero que me tires la caña.
–¿Lo reivindica en su música?
–Depende del momento, no pienso en el mensaje, sino en desahogarme, la música es como un psicólogo para mí.
–¿Le gustaría hacer otro tipo de estilo o cree que ha encontrado el suyo?
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–No, mi estilo lo tengo abierto porque me aburriría. No podría estar haciendo lo mismo 20 años, me gusta mucho indagar y hacer cositas diferentes.
–¿Se ve entonces dedicándose a la música o tiene plan B?
–De momento sí que me veo, es difícil y a veces pienso en hacer parón, pero me gustaría tener otros negocios además de la música.
–Acaba de sacar su álbum 'XXX' y se ha convertido en una muñeca de videojuego. ¿Le gustan?
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–Me encantan los videojuegos, pero también lo he hecho por todo lo que estamos viviendo ahora: lo digital, el metaverso... Era por acoplarme a la actualidad, por hacer algo más visionario.
–¿Qué tiene previsto seguir haciendo en la música?
–Seguir sacando la mayor cantidad de canciones posibles, al fin y al cabo es lo que quiero hacer, ser constante y que quede ahí. Yo no tengo objetivos, no quiero ser famosa, sólo hago música porque me gusta. Si escuchan 100 personas mis canciones, genial, y si lo hacen 100.000 pues también. Yo no he nacido para el mundo del artisteo, me he dado cuenta, sólo que me gusta mucho componer.
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–¿Por qué se dio cuenta de que no le gustaba ese mundo?
–No es que no me guste, es que yo soy muy sencilla y es más enrevesado.
–¿Se atrevería a grabar un tema sin autotune?
–Lo he hecho, pero estoy acostumbrada porque soy una fanática del autotune y soy adicta al 'reverb' (risas), no puedo cantar sin ese 'plugging'. A ver, mi voz no es horrible, pero me gusta hacer melodías con eso. Hay otros artistas que escuchas y que sí ves que cantan mal.
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