Secciones
Servicios
Destacamos
Regina Sotorrío
Jueves, 29 de diciembre 2016, 00:14
Lleva 27 años con ellos, les ha seguido desde las oficinas del Ayuntamiento al edificio de la calle Álamos y de allí a las actuales dependencias en la calle Roger de Flor. Como un elemento más de los muchos materiales que forman parte del Área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga. Pero se intuye que este es diferente: está protegido en una vitrina sellada de metacrilato. La guitarra que George Michael firmó y donó a la ciudad en julio de 1989 decora hoy el departamento de negociado administrativo de Juventud donde se realizan las gestiones económico-administrativas junto a calendarios, archivadores y todo tipo de material de oficina.
Allí pasa prácticamente inadvertida a los visitantes, en su mayoría proveedores o asociaciones juveniles que acuden a tramitar subvenciones públicas. Pero ahora, tras el fallecimiento de la estrella del pop, la guitarra vuelve a sonar. «Dado que la muerte ha sido repentina y lleva allí muchos años, no habíamos pensado nada, pero si se suscita interés claro que habría que buscar algún sitio. Podría tener su lugar en la Caja Blanca, un edificio de Juventud de referencia», declaró la concejala del Área, Elisa Pérez de Siles.
Hasta la fecha «no han preguntado especialmente por ella». «Pero sabía que en cuanto le pasara algo a George Michael, y ha sido antes de lo esperado, se iba a revalorizar», comenta Ana García, funcionaria que entró en el Área de Juventud prácticamente a la vez que la guitarra. Hoy está justo detrás de su ordenador.
Precisamente, entre quienes ha despertado curiosidad es entre aficionados a la música, entendidos del instrumento. Les llama la atención encontrarse en ese lugar una guitarra ya vintage de la marca Gretsch. «Un proveedor me dijo una vez que era una reliquia, un modelo que ya no se fabrica, sin saber nada de que era de George Michael», recuerda.
Porque las peripecias de esas seis cuerdas en Málaga son bien conocidas por todos los empleados del Área, pero fuera de esas paredes pocos saben cómo terminó en manos del Ayuntamiento. Tras un concierto que unos recordarán por la euforia de ver a un artista en su mejor momento (en la gira Faith World Tour) y otros por el fiasco económico que supuso a las arcas municipales (130 millones de pesetas de pérdidas), George Michael cedió a la ciudad una de sus guitarras, tal y como establecía el contrato. Bien conservada, solo con algunas rozaduras propias de su uso, el artista la firmó en dorado con su nombre y tres marcas en el lateral. Desde entonces, es una de las rarezas del inventario de bienes del Patrimonio Municipal.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.