Sergio Dalma sigue conquistando corazones

Los sinsentidos del amor tienen una voz propia en España. Característica; rasgada, más común de los baladistas italianos como Ramazzotti. Tras doce años sin sacar disco de canciones propias, Sergio Dalma ha comenzado la gira de su decimoséptimo larga duración, Dalma, dejando claro al público malagueño que no ha perdido ni un ápice de seductor. Y que su música y sus letras siguen cautivando corazones. El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga se llenó anoche de amor, nostalgia y sinceridad. Dalma ha vuelto con fuerza y frescura pero sin perder su identidad. Con su característica voz de barítono, el intérprete de Sabadell supo llevar un show muy completo, alternando los temas nuevos de este disco con sus temas clásicos, sin olvidarse por supuesto de hacer el repaso por la música italiana de los 70 y 80 que tanto le gusta a él y a su público, seguramente, la parte del concierto que más gente decidió soltarse la melena.

Arrancó con el nuevo tema Eres, y continuó con otras cinco canciones del nuevo disco, Esta vez, el segundo single que ha presentado Imaginando, Si todo lo que siento se pudiera cantar, Nada Igual a ti y Se empieza nuevamente. Tras estas, le siguió la batería de canciones versionadas de los diferentes artistas italianos de los 60, 70 y 80. Sonaron las míticas canciones de los grandes Umberto Tozzi, Gianni Bella o Sandro Giacobbe: Yo caminaré, De amor ya no se muere, Jardín prohibido, Il mondo, Te amo, Gloria o Tú. Llegó el momento de sacar a relucir los temas que en su momento enamoraron a gran parte de su público femenino. Esa chica es mía, A buena hora, Si te vas, Náufragos, Volveré y Déjame olvidarte.

La recta final del espectáculo la iniciaba el primer single de este nuevo disco Tú y yo. El público, en estado de gracia después de haber disfrutado de un viaje por la nostalgia de la música que sale de un juke box, comenzaba a olvidarse de la silla. Era el momento de sentir y de bailar. La fiesta llegó a su punto más alto. Sergio Dalma no defraudó y le dio un final redondo al espectáculo. Nueva ración de clásicos: Recuerdo crónico, Solo para tí, Yo no te pido la Luna, La vida empieza hoy, No despertaré y la guinda del pastel, Bailar pegados.