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El madrileño disfrutó sobre el escenario.
Alejandro Sanz enamora en Marbella

Alejandro Sanz enamora en Marbella

El cantante colgó el cartel de no hay billetes

joaquina dueñas

Sábado, 23 de agosto 2014, 02:00

Alejandro Sanz se ha sumado a Julio Iglesias y a Dani Martín al colgar el cartel de no hay billetes en el Festival de Starlite. Sobre el escenario, un piano de cola, timbales, batería, bajo, guitarras, teclado y trompeta. Una banda compuesta por ocho músicos y dos voces acompañó al cantante madrileño en el que ha sido su único concierto en España este año.

Entre el público, caras conocidas amantes de la música como la modelo Raquel Rodríguez, la sevillana Viqui Martín Berrocal, Elena Tablada, el torero Victor Puerto con su mujer, el entrenador de baloncesto Sergio Scariolo y su mujer, la jugadora olímpica por España en el mismo deporte, Blanca Ares, el cantante Pablo López, Eugenia Martínez de Irujo, Estefanía Luyk, Amelia Bono, María Pineda y Arancha de Benito.

Sin embargo, para Alejandro Sanz todo su público es igual de importante, aunque, en esta ocasión había una persona especial, su hija mayor, Manuela, fruto de su matrimonio con Jaydy Michel, a la que dedicó Looking for paradise, tema con el que se despidió antes de los bises.

Pero antes de llegar a ese momento, el numeroso público allí congregado (la organización decidió quitar una de las barras de bar ubicadas en uno de los laterales para poder ofrecer más localidades) disfrutó de grandes canciones y de exhibiciones musicales de los miembros de la banda. Sanz empezó con Llamando a la mujer de acción y Cómo decir sin andar diciendo y en apenas estos dos temas, el escaso espacio que separa el escenario de las sillas se llenó de fans entusiastas que querían ver a su ídolo lo más cerca posible y allí permanecieron hasta el final del espectáculo.

Lo que pretendemos es que ustedes lo pasen bien y se lleven de aquí una emoción, dijo Sanz a su público y, ciertamente fue un concierto lleno de emoción que, sin embargo, algunos vivieron algo distraídos porque al final, el fútbol es el fútbol y la coincidencia con el partido de vuelta del Real Madrid y el Atlético de Madrid (se disputaban la Supercopa y salió victorioso el equipo colchonero) hizo que algunos decidieran ver el partido a través de sus teléfonos móviles, una clara evolución del antaño discreto transistor, tan socorrido en ocasiones similares.

Tras Camino de rosas, el cantante quiso dedicar una composición de diferentes temas melódicos a su compadre, ya fallecido, Paco de Lucía, a que definió como el más grande que ha dado este país.

Justo antes de su archiconocido Corazón partío el madrileño bromeó con que ya había terminado el concierto, lo que casi rompe de verdad el corazón de alguna admiradora. Pero la música siguió y aún quedaba por escuchar No es lo mismo o la ya mencionada Looking for paradise y, en los bises, Mi marciana y dos de sus primeras composiciones que siempre encandilan a sus fieles seguidoras: Amiga mía y Y si fuera ella.

Un final de fiesta que terminó con palmas flamencas, oles y el nombre del artista coreado una y mil veces.

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