El Museo Picasso Málaga bate récord de visitas mientras espera a su nuevo director

Según establecen las bases para la elección del nuevo responsable artístico del MPM, «el 1 de enero de 2024 la candidatura seleccionada iniciará las funciones propias de la dirección artística». Sin embargo, a falta de cuatro días para que llegue esa fecha, el Patronato del Museo Picasso no ha hecho público de momento ningún nombramiento. Fuentes próximas al proceso aseguran que sucederá en los próximos días, «muy probablemente» antes de que acabe el año. Pero no hay prisa, matizan, prefieren tomarse el tiempo que sea necesario -sin excederse- para garantizar una correcta decisión.

Además, una baja de última hora ha retrasado el relevo. Según ha confirmado este periódico, de los tres nombres que puso sobre la mesa el comité de selección tras un meticuloso examen de los trece candidatos que se presentaron, uno de ellos -el mejor posicionado- renunció al cargo por cuestiones personales. En estos momentos, la parte artística del consejo ejecutivo del MPM, con Bernard Ruiz Picasso a la cabeza, valora al siguiente aspirante antes del 'sí' definitivo. No hay que olvidar que, aunque con una subvención anual de 4,3 millones del Gobierno andaluz, la gestión del museo es privada.

El proceso ha sido más arduo y largo de lo esperado. Para empezar, la recepción de candidaturas se prorrogó dos meses, de mayo a junio, por «decisión del consejo ejecutivo». Cumplido ese plazo, el MPM comunicó que se habían presentado trece aspirantes de diferentes países. Esos nombres fueron analizados por un grupo de expertos hasta dejarlos en tres, un comité integrado por Laurent Le Bon, presidente del Centre Pompidou París y expresidente del Museo Picasso de París; Samuel Keller, director de la Fundación Beyeler de Basilea y exdirector de Art Basel; Karole Vail, directora de la Peggy Guggenheim Collection en Venecia y de la Fundación Solomon R. Guggenheim en Italia; Lola Jiménez-Blanco, profesora de Historia del Arte en la Universidad Complutense; y Eugenio Carmona, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga y vocal del Reina Sofía.

Las bases originales establecían que el nuevo director tomaría posesión de su cargo entre el 8 y 17 de noviembre, «para empezar a trabajar a partir del 1 de diciembre en el diseño del programa para 2024». Pero ante la complejidad de la elección, las bases se cambiaron y en lugar de esas fechas se introdujo la frase: «para empezar a trabajar lo antes posible en el diseño del programa para 2024». Lo que sí se mantiene inalterable es el 1 de enero como día de incorporación del nuevo director.

Este nombramiento, no obstante, no es la única novedad en el organigrama del MPM: el pasado junio se aprobó un cambio en los estatutos del Patronato para incorporar un puesto de nueva creación, el delegado del consejo, que ocupa desde hace ya varios meses el productor audiovisual David O. Navas. Así, en el artículo 37 sobre la composición del consejo ejecutivo, aparece ahora el punto 7 según el cual su presidente -es decir, Bernard Ruiz Picasso- «podrá proponer al Presidente del Patronato la designación de un delegado o delegada del consejo, que no sea patrono, que sea miembro externo del consejo ejecutivo, con voz pero sin voto, y que esté unido a la Fundación en virtud de contrato retributivo».

Esa persona no tendrá competencias artísticas -aclaran- y actuará como una especie de enlace entre ese organismo y el museo: «Tendrá facultades de control sobre los apoderados y directivos de la Fundación, será responsable del planeamiento, organización, coordinación y control de las actividades del museo, y responderá de su correcto funcionamiento ante el consejo ejecutivo y ante el Patronato, siempre siguiendo las orientaciones del consejo y bajo su control, y sin perjuicio de las responsabilidades que correspondan a los apoderados y directivos del museo en sus respectivos ámbitos».

Precisamente, ha sido el nuevo delegado del consejo quien ha firmado la paz laboral en el MPM tras alcanzarse este miércoles un acuerdo con los trabajadores. Tras quince meses de negociaciones y movilizaciones que derivaron en la primera huelga de la historia del museo, ambas partes sellaron un convenio que reduce la jornada anual a 1.700 horas (frente a las 1.743 anteriores) y deja la jornada semanal en 37,7 horas (frente a las 38 anteriores). El salario aumenta un 7% en 2023, un 3% en 2024 y 2025 y un 2% en 2026.

Este acuerdo recibió el apoyo del 63% de los empleados que ejercieron su derecho a voto en una asamblea celebrada el 18 de diciembre, con una participación del 78% de la plantilla. Un convenio que, sin embargo, no cumple con las expectativas del comité de empresa en cuestiones de conciliación y flexibilidad: «Continúa situando a la pinacoteca a la cola en las condiciones laborales de los museos más importantes y visitados del país», mantienen.

Sea quien sea la persona elegida para dirigir el MPM, tomará las riendas de un museo ya en calma, sin un conflicto laboral abierto que ha marcado a nivel de imagen el año de su aniversario, y con unos números que consolidan su presencia en el circuito nacional. Entre otras razones por exposiciones como la que estos días, y hasta marzo, puede visitarse: 'El eco de Picasso', una colección de piezas de Bacon, Basquiat, Bourgeois, Brian Calvin y Jameson Green que rastrean la huella del genio en el arte contemporáneo.