Cristina Consuegra, Victoria Abón, Lourdes Moreno, Violeta Niebla, Tecla Lumbreras y Alessandra García, en el patio del Thyssen. Francis Silva
8-M

Ellas mueven la cultura

Tienen que elevar el tono de voz, inventar fórmulas para hacerse visibles y renunciar al tiempo libre, pero la mujer ya no es una excepción en la gestión de espacios y programaciones culturales. Aquí está la prueba

Lunes, 8 de marzo 2021, 00:14

Más de una vez, Cristina ha tenido que forzar la voz en una reunión para que le presten atención. Violeta trabaja en un equipo mixto, ... pero ha enviado sus correos siempre en femenino para que el receptor se dirigiera también a ella y no exclusivamente a su compañero. «¿Pero con quién tengo que hablar? ¿Contigo?», han preguntado con sorpresa e incredulidad al encontrar a Alessandra al otro lado. Lourdes ha hecho muchas renuncias, principalmente a su tiempo. Tecla sabe que si hubiera tenido hijos habría sido imposible desarrollar su carrera como lo ha hecho. Y a Victoria no se le escapan esos micromachismos, casi involuntarios, que se enmascaran en el día a día.

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Hablan las gestoras culturales, mujeres en puestos de decisión de la cultura, que programan en espacios artísticos y que generan contenidos. Y eso marca la diferencia, aporta otra mirada y cuenta otra historia. Ya no son una excepción, cada vez son más las que acceden a esos lugares, pero aún queda camino por la igualdad. Esta es la experiencia de algunas de ellas en un momento de extrema dificultad para el sector.

Lourdes Moreno, directora artística del Carmen Thyssen

«Hay una sensibilidad distinta a la hora de dirigir»

Francis Silva

Hace mucho que no ve la televisión. «En este trabajo renuncias al tiempo libre». Lourdes Moreno está al frente de la dirección artística del Museo Carmen Thyssen de Málaga desde hace diez años y, además, es madre de dos jóvenes. Es una rareza en la pirámide laboral de un museo, integrada habitualmente por mujeres en la base y un hombre al frente. «En cultura los horarios son muy extensos, casi no hay horarios. Históricamente las mujeres han compatibilizado el trabajo con los cuidados. Los hombres, después del día laboral han sido más libres«, reflexiona Moreno. Ella pertenece a una generación que ha peleado por progresar en lo profesional sin dejar por ello de lado su vida familiar. Y lo ha hecho, pero a costa de »mucho trabajo y sacrificio«: «No existe la superwoman».

El sector cultural «no es ajeno a la sociedad», reproduce los mismos esquemas machistas de otros campos. «Tenemos que demostrar más y trabajar más. Y eso solo puede solventarse a través de la educación: educar en igualdad y en respeto». Porque la mujer en puestos de responsabilidad de la cultura «es necesaria»: «Suele ser más empática y tiene en cuenta ciertas sutilezas en los proyectos que en otros ámbitos más masculinos pasan desapercibidos. Aporta una visión diferente y creo que hay una sensibilidad distinta a la hora de dirigir».

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La pandemia le ha colocado ante una de las situaciones más complejas de su trayectoria porque trasciende lo profesional. «Afecta a nuestras vidas». La máxima del Thyssen ha sido seguir activos pese a la drástica caída de los visitantes en una ciudad sin turistas. «Somos conscientes de que la cultura es necesaria y tenemos la obligación de estar presentes».

Lourdes Moreno

  • Trayectoria Acumula una experiencia de 25 años en proyectos culturales. Ha sido directora-gerente en la Fundación Pablo Ruiz Picasso-Casa Natal (2006-2011) y desde hace diez años ejerce de directora artística en el Museo Carmen Thyssen.

Victoria Abón, presidenta del Ateneo de Málaga

«Tenemos que estar ahí para que se vea como algo habitual»

Francis silva

Nunca se había imaginado presidiendo el Ateneo de Málaga. Ni hace 20 años, ni cuatro. Cuando se lo propusieron su primera reacción era negarse. Demasiadas cosas ya. Pero entonces reflexionó: no se puede exigir la igualdad si no se da un paso al frente. «Es responsabilidad nuestra el que en el momento que tengamos la oportunidad de acceder a esos puestos, lo hagamos. Que no nos planteemos que no podemos o que ni siquiera nos lo planteemos porque lo habitual es que no lleguemos. Tenemos que romper con eso. Tenemos que estar ahí para que se vea como algo habitual».

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En 2017, la profesora de la Escuela de Arte de San Telmo –y madre de un joven ya de 27 años– se convirtió en la primera mujer en presidir el Ateneo en su medio siglo de historia. Fue un cambio generacional y de género que se hizo notar. Había precedentes de jornadas dedicadas a la mujer, pero ahora se institucionalizaba la perspectiva de género con la vocalía de Feminismo (una idea de Maribel Roldán). También en ese momento, desde la vocalía de Patrimonio, se puso en marcha el ciclo Mujeres Malagueñas para rescatar a figuras olvidadas.

No siente la desigualdad, pero es consciente de los micromachismos. «Hay pequeñas cosas, imperceptibles en el día a día, que te dejan la sensación de que si fueras hombres no habría esas reacciones o no tendrías que repetir tanto las cosas. De la misma manera que a veces parece que te atienden más fácilmente por ser mujer... y tienes que poner barreras«.

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Abón asume este cargo por puro amor al arte. «Quiero contribuir a una sociedad un poco más libre y mejor. Eso es lo que hace la cultura», concluye. Pero para ello se necesitan socios y la pandemia no lo pone fácil. Por eso insiste en la importancia del «espíritu ateneísta», en el valor de ser mecenas de la cultura próxima y abierta a todos.

Victoria Abón

  • Trayectoria En 2017 se convirtió en la primera mujer en presidir el Ateneo en su medio siglo de historia. Compagina este cargo con su trabajo como profesora de Fotografía en la Escuela de Arte San Telmo. Es Licenciada en Periodismo por la UMA.

Violeta Niebla, Festival de Poesía Irreconciliables

«Hay que inventarse fórmulas para ver si cambian de actitud»

Francis silva

«Mi generación fue la del cambio del BUP a la ESO y del cambio de la igualdad. He tenido la suerte de que cuando estaba empezando, las que estaban allí eran mujeres», cuenta Violeta Niebla. Junto a Ángelo Néstore dirige Irreconciliables, un potente festival de poesía que pelea por sacar adelante su décima edición con los apoyos congelados por la pandemia. Son dos personas al frente. «Pero hay gente que solo se dirige a él. Le dan más autoridad, y eso nos molesta». Por eso, tomaron la decisión de poner siempre su nombre por delante y de usar el femenino en sus correos aunque vayan firmados por ambos. «No te puedes quejar y no hacer nada. Así que te inventas fórmulas, 'trampillas', para ver si caen y cambian de actitud», argumenta. Mantiene que «todos tenemos la misma capacidad» pero cada persona tiene una «sensibilidad diferente», al margen del género. Pero al igual que el dinero llama al dinero, «la mujer llama a la mujer»: «Hay más probabilidades de que le abra puertas a otra».

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Es mujer, lesbiana y entró en la cultura muy joven. «A veces te invisibilizan o ningunean, y no sabes por cuál de esas cosas es». Por eso cree que tiene que «demostrar más», que tardará más en llegar que otros compañeros. Pero todo está cambiando, también en la poesía donde ellos tienen un «compadreo y una camaradería muy intrínseca» heredada de siglos atrás. «Ahora intentamos cuidarnos más entre nosotras», concluye.

Violeta Niebla

  • Trayectoria Poeta y codirectora de Irreconciliables-Festival de Poesía de Málaga desde 2016. Desde 2017 conduce el taller de poesía pUMA de la Universidad de Málaga. Entre 2012 y 2015 programó las actividades paralelas de la Sala Fundación Cruzcampo.

Cristina Consuegra, creadora cultural

«Tu voz cuesta más que se escuche»

Francis silva

«No soy gestora cultural, soy creadora cultural. Lo que me gusta es pensar», aclara Cristina Consuegra. Su cabeza es un hervidero de ideas, de propuestas con identidad propia enraizada en lo local, que luego desarrollará bajo el paragüas de una administración o institución. Y echa en falta más mujeres con la última palabra por una cuestión de «lógica y de justicia». «La cultura no deja de ser una manera de estar en el mundo y ese mundo que proyectamos a través de la cultura debe ser fiel con el presente. Para ello debe estar compuesto por hombres y mujeres». Si solo ellos deciden si una programación es válida o no, si una exposición ocupa una sala u otra, «eso repercute en cómo nos relacionamos con el mundo».

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Hoy «se cuida mucho» la paridad. «Pero yo cada vez que elaboro una programación no me obligo, ya está esa mirada en mí. El hombre no deja de tener que hacer un esfuerzo por corregir su mirada, por mirar al mundo con los ojos de la realidad». Es, dice, una cuestión generacional y de educación. «Las mujeres nos relacionamos con el mundo de una manera hacia fuera. Pero la educación que ha recibido el hombre ha sido hacia el yo, hacia el ego«.

Responde con un tajante «sí» cuando se le pregunta si lo ha tenido más difícil por ser mujer. «Tu voz cuesta más que se escuche», explica. Porque hay una herencia de siglos en los que las construcciones culturales han sido masculinas: el artista, el escritor, el pintor, el director de cine... «Tenemos interiorizado que el pensamiento o la idea de una mujer tiene menos peso. Ellos y ellas también«, puntualiza. Y a eso se suma la maternidad: »Desde que fui madre mi estado de ánimo es el cansancio«. Trabaja sin horarios, sin fines de semana. »Pero te compensa. Es apasionante. Crezco mucho, me acuesto cada día teniendo un poquito más dentro de mí».

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Cristina Consuegra

  • Trayectoria En la actualidad es coordinadora de MaF-Festival de Málaga y del Ciclo 'Anverso/Reverso' del Teatro Cervantes. Es programadora, entre otras actividades, de Screen TV, los Encuentros con Autores en las Bibliotecas y el I Ciclo '¿A qué suena?'.

Tecla Lumbreras, vicerrectora de Cultura de la UMA

«Una mujer en la gestión cultural tiene que dar ejemplo»

Francis silva

Hija de la generación de los 60, es la sexta de nueve hermanos. Lo había visto en casa, sabía lo que una familia significaría para ella, «para mi pasión». «Como tuviera hijos sería imposible. Lo tuve muy claro», asegura. Quiere creer que hoy la realidad es otra. Tecla Lumbreras vive por y para la cultura firmando algunas de las páginas más brillantes y divertidas de la escena creativa malagueña. Siempre con la perspectiva de género presente, consciente de que ellos en los puestos de decisión «tienden a reproducirse y a mantenerse». Por eso, «una mujer en la gestión cultural tiene que dar ejemplo». «Si no lo hacen, ellos seguirán manteniendo el poder en el ecosistema del arte y de la cultura. Hacen falta referentes». Bajo su mandato en el área de Cultura de Diputación, por ejemplo, las dos salas de exposiciones del Centro Cultural Provincial (hoy MVA) se dedicaron en exclusiva a artistas mujeres y jóvenes emergentes. Con los jóvenes sigue ahora revolucionando la cultura al frente del Vicerrectorado de la UMA: «No tiene que ser una institución vetusta, académica y antigua, para eso está la sociedad». Como dejó escrito uno de sus becarios, «todo lo que se te ocurra ya lo hizo Tecla en los 80».

Empezó muy joven, cuando aún era terreno de hombres. «Y nunca me sentí menos. Tenía clarísimo lo que quería. Cuando era pequeña me crié con niños, eran mis amigos y aprendí mucho de ellos. Conocí sus trucos, y sabía cómo luchar contra ellos. Era muy valiente y arriesgada, no he tenido miedo«, reconoce esta pionera.

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Tecla Lumbreras

  • Trayectoria Actual vicerrectora de Cultura de la UMA, deja huella en el tejido creativo local desde los 80 cuando dirigió durante diez años la Galería de Arte del Colegio de Arquitectos. Ha sido directora del Área de Cultura de Diputación.

Alessandra García, programadora del Contenedor Cultural de la UMA

«Tengo ese estigma de ser 'apañá', de estar a todo»

Francis Silva

«Tengo esa cosa de hacer más trabajo del que se pide. Esa necesidad de estar a todo lo que hace falta. Si estás allí y ves que las sillas están sucias, pues las limpias. Nos sale esa cosa natural. Es el estigma de ser 'apañá', lo que a un hombre no se le exige», explica Alessandra García. Cuando no está creando, diseña la programación escénica y musical del Contenedor Cultural de la UMA. Y está convencida de que la mujer en esos cargos aporta otra mirada, una «muy consciente de que ellas tienen que estar».

Trabaja en un entorno muy femenino, en un matriarcado liderado por Tecla Lumbreras en el vicerrectorado de Cultura. «A mí me da mucha calidez. Creo que hay esa sororidad, esa manera de hablarnos en la que te puedo preguntar qué te pasa, cómo está tu niña o contarte que estoy con la regla», detalla. Programar en tiempos del Covid está siendo «muy difícil e incómodo». «Pero no deja de ser satisfactorio porque sabes que estás haciendo lo que tienes que hacer: que la máquina no pare nunca».

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Alessandra García

  • Trayectoria Programadora de artes escénicas y música del Contenedor Cultural de la UMA. Conduce el taller de teatro UMAescena en la Universidad de Málaga. Desarrolla proyectos culturales con el colectivo Dos Bengalas (junto a Violeta Niebla).

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