Mona Martínez, desayunando en la cafetería malagueña Casa Aranda. Migue Fernández

Mona Martínez: «Me dijeron que no trabajaría como actriz porque no era ni 'guapa guapa' ni 'fea fea'»

Siempre ha estado ahí, pero ahora los focos le apuntan con más fuerza. La malagueña rueda la adaptación televisiva de la novela 'La novia gitana' y se sube al escenario del Cervantes con 'La casa de Bernarda Alba'

Martes, 1 de febrero 2022, 00:30

Mona Martínez se expresa con una naturalidad aplastante. Tiene una conversación cercana y sincera, sin imposturas ni grandilocuencia. La menor de nueve hermanos criada en ... el barrio de La Luz (la 'monilla' que siempre iba en el hombro de alguien, de ahí su nombre) rompe tabúes sobre el físico, reivindica «avanzar con arrugas» en la interpretación y lamenta el peso de las redes sociales en su profesión. «Hay productores que miran los seguidores que tienes». De esto y más habla antes de actuar este miércoles en el Cervantes con 'La casa de Bernarda Alba', el clásico de Lorca bajo la mirada de José Carlos Plaza (39 Festival de Teatro de Málaga. 20.00 h. Entre 20 y 36 euros). Y cuando se baja el telón, se encienden los focos: la malagueña rueda la adaptación televisiva de la novela 'La novia gitana'.

Publicidad

-No le diré eso de que está en racha, porque he leído que le da coraje…

-¡Mucho! Estar en racha es de la gente que está todo el día jugando a apostar. Y una no apuesta, una no se ha bajado del burro desde que empezó. No he parado. Pocas temporadas he dicho «desisto». Te diría que ninguna. Recuerdo a un amigo médico que me dijo un día: «Esto va en serio: si no trabajas te muere».

-¿Y eso?

-Porque yo tenía una tristeza absoluta porque no tenía trabajo. No concibo otra forma de estar en el mundo que no sea esta.

-Pero encontrar trabajo no siempre depende de una.

-Fernán Gómez decía que muchos de los trabajos y de los éxitos son casualidades. Es posible que sea estar en el lugar determinado con la persona determinada, pero ciertamente te tiene que pillar en movimiento.

-Es verdad que ahora da la sensación de que está en muchos sitios, o al menos son trabajos más visibles.

-Hay temporadas en las que te empiezan a ver más, pero ya te digo que me gustaría que me ofrecieran más cosas de las que me ofrecen (risas). Pero no me puedo quejar ni me quiero quejar. Estoy absolutamente feliz de estar trabajando.

Publicidad

«En igualdad ya estamos llegando a cotas altas, pero el avanzar con arrugas se está quedando atrás»

-¿La nominación al Goya en 2020 por 'Adiós' cambió algo?

-Supongo que al arriesgarse Paco Cabezas con una actriz con un físico determinado… Ahora mismo se me ve más porque los físicos se están abriendo más, ya no son las mismas caras las que se ven o las mismas fisonomías las que necesitan los directores. Se ha abierto esa cartera de directores de 'castings' jóvenes que apuestan por enseñarles a los directores gente con otras características. Paco apostó por eso y dio un paso adelante para mucha gente que después ha llamado. Así que sí, la nominación y la posibilidad de que esa película la haya visto mucha gente hace que te piensen más.

-Ya no tendrá que hacer 'castings'...

-¿Cómo que no? Yo sigo haciendo. Y no veo mal que la gente se quiera asegurar con un 'casting'.

-¿Es cierto eso de que no le veían futuro como actriz por su 'físico cotidiano'?

Publicidad

-Yo no diría cotidiano, si lo tuviera más cotidiano trabajaría todavía más. Muchas veces me han comentado «bueno es que tu físico es muy determinado, das esa dureza, no hay personajes que reúnan las características de tu físico…» Y haciendo figuración cuando llegué a Madrid un señor me dijo que no iba a trabajar mucho en esta profesión. Le pregunté por qué y me dijo «porque 'guapa guapa' no eres, pero 'fea fea' tampoco». Se quedó tan tranquilo y yo me quedé con esa frase que me ha traumatizado toda la vida.

-No piensan en lo que una frase puede marcar a una persona.

-Pero para mí el efecto suele ser el contrario. Cuando me dicen algo malo primero me lo trago y luego digo «te vas a enterar».

-Pero está bien eso que comenta del cambio en las nuevas generaciones de directores de 'casting'.

Publicidad

-Sí. Pero mira, ayer me decía mi hermano «no te pongas nada en la cara». Porque a mí ya me está empezando a costar el situar a los personajes con arreglos hechos en la cara. Eso es algo que sí tenemos que combatir, que empiece a haber menos exigencia y más tolerancia al envejecimiento. En la igualdad ya estamos llegando a cotas altas, pero el avanzar con arrugas se está quedando un poquito atrás. Entonces, sí, los directores de 'castings' apuestan pero no siempre les son favorables las decisiones de los productores.

«Hay productores que miran los seguidores que tienes en las redes sociales»

-¿Tiene solo un físico duro o también es una tía dura?

-Creo que eso es por temporadas y situaciones a las que te tienes que enfrentar. Vulnerables somos todos, desde luego, pero llevo años manteniéndome sola, peleando por trabajar en lo que quiero, así que algo durita tengo que ser.

Publicidad

-Por más trabajo audiovisual que tenga, para usted siempre estará el teatro. Ahora regresa a casa como la madre de Bernarda Alba.

-Es que esos minutos donde tú te sientas en soledad antes de salir con todos tus compañeros, son incomparables.

-'La casa de Bernarda Alba' es ya un clásico muchas veces representado. ¿Qué aporta esta versión de José Carlos Plaza?

-José Carlos tiene una visión del teatro que enriquece por su sabiduría y su experiencia. Lo simplifica, que no es que lo haga simple sino más sencillo, y reduce algunos personajes que aparecen en la función, acota las paredes y el espacio y lo hace más estrecho, más cerrado. Y en ese espacio las personalidades salen más a flote y se cuentan de una forma más directa. Y además lo lleva a la actualidad. No estamos tan lejos de que sucedan esas cosas.

Noticia Patrocinada

-¿Cree que hay riesgo de involución, de esa falta de libertad en una sociedad tan asfixiante como la que retrata Lorca?

-No tiene por qué ser físico, pero sería interesante estar atentos a que eso no se produzca como metáfora. Es lo que nos está pasando. Esa pérdida de libertad en la expresión, en el deseo, en la vida en sí. Sí creo que hay una involución en eso.

«Llevo años manteniéndome sola, peleando por trabajar en lo que quiero, así que algo durita tengo que ser»

-Una curiosidad. ¿Lo de 'Terminator 6' se ha quedado como anécdota o hay opciones de volver a Hollywood?

Publicidad

-¡Lo de Hollywood no lo descarto! Paco Cabezas trabaja mucho en América y ya se lo he dicho: «Paco, yo me voy contigo». Dispuestísima. Uno de mis deseos es trabajar en México, me encantaría ir una temporada. Así que no descarto cruzar el charco. Y en 'Terminator' salgo más en el tráiler que en la película, pero yo me lo pasé muy bien.

-Tiene más de 7.000 seguidores en Instagram...

-Eso ni lo digas porque es una vergüenza. Habiendo tenido trabajos como 'Vis a vis' o 'La veneno', que han tenido una repercusión incluso en el extranjero, no hay forma de que pase de los 7.000 seguidores. El otro día en una fiesta con los Javi coincidí con La Prohibida, nos hicimos una foto juntas y ella lo subió a su Instagram. Al día siguiente vi que me empezaban a seguir muchísimas personas. Al final yo los seguidores que tengo son los que me regalan los compañeros.

Publicidad

-¿Pero es algo que le preocupa realmente?

-Es una realidad que en la contratación te suma puntos porque hay productores que miran los seguidores que tienes. Eso es así. Sé de compañeros a los que se lo han preguntado. Supongo que también ellos quieren vender sus productos con más facilidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad