Secciones
Servicios
Destacamos
La desvergüenza de Miguel Rabaneda le lleva a ser uno de los periodistas más dicharacheros y polifacéticos de nuestras fronteras. Si a este descaro le sumamos una dosis de teatro, el resultado puede ser una auténtica bomba de risas y comicidad nunca antes vista. El ... malagueño basa su espectáculo 'Teatro en bolas' en la más pura improvisación, tomando como referencia a su público de la noche para crear un ambiente inolvidable e irrepetible. Porque claro, lo único que tienen en común estos shows es que en cada ocasión son distintos. Para esta nueva oportunidad, el próximo 26 de diciembre, la Cochera Cabaret se convertirá a las 21.00 horas en el refugio del artista, donde explayará su espontaneidad para celebrar una Navidad distinta. Estará acompañado de música y del artista gráfico Ángel Idígoras.
–¿Cómo fue ese salto de la televisión a los escenarios?
–Ha sido natural, en la tele me autodescubro cuando hago un máster en Madrid y me recomiendan para un casting de reportero. A partir de ahí la calle me enamora, en ese aspecto soy un clon a mi madre, el amor por la gente lo llevo impreso. Entonces, aunque había hecho algún pinito, un amigo me dijo que tenía que hacer improvisación teatral. Me apunté y me empecé a dar cabezazos, yo pensaba que la improvisación teatral era hacer gracias con frases ocurrentes, pero no, es un mundo nuevo. Pasamos a armar historias desde el entrenamiento. Entre la tele y el teatro se unen mis ganas de contar historias, pero de otra manera, con el calor del público para crear atmósferas.
–Con respecto al nombre del espectáculo, vergüenzas ninguna. ¿Se desnuda literal o figuradamente?
–Es una metáfora de lo que supone salir a escena sin nada. No es que vaya a inventarlo, sólo tengo la técnica, el respeto, el amor y la escucha. La improvisación me ha hecho mejor como persona porque me ha ayudado a escuchar mejor. Para mí esta disciplina es un arte y se nutre de otras artes escénicas; yo soy amante del guion y hay que estudiarlo bien sólo para tener recursos mentales, no para reproducirlo literalmente. Hay muchos juegos propios que no te garantizan el éxito, como sacar a una persona y pedirle colaboración. Ahí tiro de mi fuerte, que es la interacción con el público, para nutrirme de ello y ser honesto con lo que hago, ellos me pueden tornar la historia a otra perspectiva.
–¿De qué depende que un show salga bien?
–De la honestidad. Yo juego al respeto, me puedo mover como un funambulista entre el 'canallismo' y la desvergüenza, pero siempre desde el respeto. No me amarro a ninguna historia y la llevo al teatro, genero historias en el momento presente, que es la clave del éxito. Un estornudo, una llamada de teléfono, alguien que llega tarde para mí es una mina de oro. Yo pongo el foco ahí y lo convierto en actuación, a veces me viene un lugar común en el que me ha funcionado en otra ocasión, cierro esa puerta y me voy a otra cosa. Es una nota que me distingue, huyo para ser honesto conmigo y con el público, me tiro de cabeza y en plancha a nuevas historias. Además, en este show Ángel Idígoras vendrá conmigo para improvisar también con el dibujo.
–Cuando se siente más expuesto, ¿ante las cámaras o en un escenario?
– Cuando me desnudo más, sin duda alguna, es haciendo 'Teatro en bolas', porque es mi esencia, está mi padre, mi madre, lo que he vivido y lo que soy. Sacar tu 'clown' es como sacar tu esencia de ese payaso que todos tenemos, de esa verdad que todos poseemos Yo estoy en escena y genero juego con cualquier cosa... Por ejemplo, reírse de uno mismo es el mejor antídoto contra la depresión. No hay mejor escudo protector que el saber que la vamos a cagar día a día desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, intentar esconder ese error es lo que nos hace ridículos.
–Parece ser que el público es muy partícipe en esa actuación.
–Intento agradarlos a todos, aunque parece que sea ese el fallo de un artista. En ese afán me equivoco, pero quiero tener a todo el mundo liado e interesado. Ese es mi 'clown', aunque sé que no es posible, pero yo lo intento. Además, en este espectáculo voy con tres músicos: Miguel Olmedo, Salva Marina y Juanma Amador. Improvisamos música, texto y dibujo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.