La semana pasada fue a terapia. Esta semana irá y la próxima, también. «Forma parte de mi rutina», explica Miguel Ángel Muñoz. Antes de que ... este tema estuviera en la agenda pública, él ya sentía la necesidad de hablar de ese «gimnasio de las emociones» al que acude desde hace quince años para enfrentar su miedo a perder a su tía abuela Luisa, la mujer que le ha cuidado desde niño y con quien se confinó en los momentos más duros de la pandemia. Lo cuenta todo en '100 días con la tata', su salto a la dirección reconocido con el Premio Forqué al mejor largometraje documental.
Publicidad
La película es toda una lección para tomarse la vida con más calma, pero Miguel Ángel Muñoz reconoce que no puede. Mientras continúa con la promoción de su proyecto más personal, el actor se embarca en una gira teatral que empieza su andadura en Málaga. Por agenda le venía «fatal»: «Pero cuando te llega un texto como este, no puedes decir que no». El actor comparte tablas con Cuca Escribano en 'El síndrome del copiloto' (Avanti Teatro), la adaptación teatral de 'Mujeres que compran flores' de la novelista y dramaturga Vanessa Montfort, la historia de una mujer que nunca tomó las riendas de su vida porque el rumbo lo marcaba su pareja. Este miércoles será el estreno absoluto de la obra y su primera vez como actor de teatro en el Cervantes (20.00 horas, entre 15 y 27 euros).
-¿Cómo está la tata?
-Está muy bien, con buena salud después de que hayamos pasado el Covid recientemente. Y muy contenta por todo lo que está pasando con la película. Está muy feliz.
-Si no hubiera tenido esta historia entre las manos, ¿se hubiera atrevido a dar el salto a la dirección?
-Sin ninguna duda. No sé cuándo ni cuál hubiera sido el guion, pero las ganas y la inquietud la tengo desde hace muchos años, quería estar en algún momento en el otro lado tomando decisiones. Lo más especial es que ha sido con una historia tan personal, que no me esperaba que iba a compartir con el público. Ojalá pueda seguir dirigiendo porque cuando empecé a rodar ya hace seis años descubrí que profesionalmente había encontrado algo que me gustaba tanto como estar en el escenario o en una película.
Publicidad
-¿Se toma la vida con más calma después de esta experiencia?
-Es verdad que durante tantos días con ella hago una reflexión importante: que para ser feliz no hace falta dar conciertos, viajar a EE UU, saltar en paracaídas o correr maratones, porque quizás el momento de máxima felicidad que he pasado en mi vida ha sido junto a ella. Eso ha sido un aprendizaje bonito. Pero aplicarlo, sin embargo, no lo he conseguido todavía. Ya me hubiera gustado que me hubiera calado mucho más, pero aquí me tienes, estrenando obra de teatro en Málaga, terminando la promoción del documental, haciendo promoción de una serie que tengo en TVE y de una de animación que está en los cines, 'Canta 2'.
-Después de la buena acogida de la película, ¿no echa en falta alguna nominación al Goya?
-Es que no se ha podido nominar la película. Este año por primera vez en la historia de los Goya la Academia decidió que un comité de 40 personas valorase las películas documentales que se podían votar para nominar, y hubo una preselección de 16 donde no contaron con '100 días con la tata'. Ni siquiera yo como académico he podido votar por ella. La vida es cuestión de suerte, y a veces la suerte está en que las personas que pueden valorar un trabajo tuyo tengan el tiempo de hacerlo. O a lo mejor no entraba en el tipo de películas que buscaban. No lo sé. Pero es cierto que recuerdo pocas veces en las que una película que se ha llevado el Forqué no haya podido ni siquiera ser votada. Es así y hay que aceptarlo.
Publicidad
-¿Cree que puede haber cierto prejuicio con un trabajo que viene de un actor, que además despuntó en series juveniles?
-No lo sé. Es que lo que ha ocurrido es muy excepcional. Somos más de 2.000 académicos. El criterio entre 2.000 es diferente a entre 40. No te puedo decir, no sería justa la respuesta.
-Está en el cine, en la televisión y ahora también en el teatro. 'El síndrome del copiloto' es una obra con un mensaje muy feminista.
Publicidad
-Sí, muy feminista. 'Mujeres que compran flores', la novela de Vanessa Montfort en la que está basada la historia, ha sido un 'bestseller' devorado por mujeres de todas las edades que se sienten identificadas con lo que cuenta la novela. En el caso de Marina, el personaje que interpreta Cuca Escribano hablando con su difunto Óscar, hay un viaje donde una mujer se encuentra y se redescubre, se da cuenta de que no ha llevado las riendas de su vida sino que ha sido la copiloto de la de su marido. Es muy bonita y contamos con una escenografía espectacular. Nunca he tenido la oportunidad de trabajar en algo tan bello como esta función.
-Como hombre, ¿entiende esa presión por la perfección que pesa sobre muchas mujeres?
-Cuando trabajas un texto interesante con mensaje te abre más la conciencia. Estoy muy de acuerdo con lo que presenta Vanessa en esta historia.
Publicidad
-¿Ha tenido que aprender a ser feminista?
-Sí, sí, es así. Yo me considero feminista desde siempre, pero cada vez que tengo más conciencia de la cultura en la que he vivido, de la sociedad, de la educación que he recibido, resulta que en muchas ocasiones también he podido actuar de una manera de la que no me siento orgulloso. Lo bueno es poder darse cuenta de eso.
-Le hemos visto desde muy muy joven en la pantalla. Pero, ¿cree que la gente le conoce realmente?
Noticia Patrocinada
-Creo que ahora sí. Quizás hasta hace unos años me conocían por algunos proyectos que habían sido muy exitosos a nivel popular, pero desde 'Masterchef' eso ha cambiado. Y, sin lugar a dudas, donde hay un retrato exacto de cómo soy es en '100 días con la tata'.
-¿Tenía necesidad de quitarse esa imagen frívola que equivocadamente algunos tenían sobre usted?
-Pero tampoco es una necesidad. Ha sido de manera fortuita y sin querer hacerlo. No sabía que 'Masterchef' iba a hacer que la gente me conociera de otra manera. Y yo no he hecho esta película para que la gente tenga una concepción de mí como me gustaría. Lo que sí he aprendido a lo largo de todos estos años de terapia es que no debo ser esclavo de la percepción que tengan los demás. En nuestra profesión, donde estamos muy expuestos al gusto del espectador y la crítica, es importante que uno no viva o trabaje en base a lo que le vaya a gustar a los demás. Desde 'Masterchef', que es un punto de inflexión en mi vida personal y profesional, me lo tomo de otra manera. Intento ser honesto conmigo, no hacer mal a nadie y disfrutar todo lo que pueda. Hace bastantes años me ofrecieron hacer cosas distintas en algún momento y a la mayoría dije que no, pero si ahora me ofrecen un proyecto que a mí me resulta interesante porque me apetezca divertirme o hacer otras cosas, prefiero no perdérmelo. Porque la vida es para disfrutarla, no para que te vea tal director de 'casting' de una manera determinada y así te pueda dar el siguiente trabajo.
Publicidad
-¿Se ha cortado las alas por el qué dirán?
-Me han ofrecido un montón de cosas que he rechazado por lo que pudiera pensar la profesión, el compañero o el director de 'casting' si de repente hago este formato o este otro. Pues no. Ahora las decisiones las tomo en base a lo que me apetezca y no como una estrategia profesional.
-Ahora se habla mucho de terapia, pero usted lo normaliza desde hace tiempo.
-Para mí es muy importante desde hace quince años, es el gimnasio de las emociones. La sociedad nos enseña a cuidarnos por fuera pero poco por dentro. Y eso está reflejado en la película mostrando sesiones de terapia íntimas. Era necesario para que se entienda cómo yo entiendo la vida. Es parte de mi rutina.
Publicidad
-Ha tenido mucho valor al superar ese pudor a mostrarse.
-Sí, pero el respeto del equipo ha sido excepcional. Algunos de ellos incluso han comenzado a hacer terapia después de la película.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.