Miguel Ángel Martín: «Cuando la situación se nubla tenemos la obligación de colorear la realidad»

Claudia San Martín

MÁLAGA

Lunes, 10 de enero 2022, 12:05

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Cuatro en escena y una situación cambiante, una normalidad a la que tienen que acostumbrarse tras salir de un oscuro confinamiento. A pesar de ello, tienen la risa a las espaldas y algún que otro secreto oculto que comparten con los espectadores. La comedia 'Un secreto a voces' impulsada por Álvaro Carrero, es un chute de energía y reparación para tiempos en la sombra, que protagonizan Pablo Puyol, Miguel Ángel Martín (@tunomandas), Virginia Muñoz y Noemí Ruiz, un equipo que según cuenta Martín se ha convertido en «familia».

Así que, para no romper las tradiciones de reencontrarse con los seres queridos en Navidad, el próximo 2 de enero este equipo abrirá el año en la Cochera Cabaret con un plan de domingo para comenzar el año con una sonrisa bajo la mascarilla. Miguel Ángel Martín desvela alguna de las claves por las que está obra continúa su con su éxito tras más de seis meses de su estreno.

–Gracias a su obra los malagueños pueden empezar el año con risas, que falta hace.

–Sí (risas). Esta obra, escrita y dirigida por Álvaro Carrero, es muy peculiar porque la definimos como una comedia 'pandémica', y aunque no nos reímos de la situación los personajes han pasado por todo lo que hemos pasado nosotros. La situación es el reencuentro de estos amigos después del confinamiento. Con todas esas ganas de verse y compartir ocurren muchas cosas. A la gente le está llegando mucho porque se ríe de principio a fin con la comedia de enredo. Además, tiene el aliciente de que te sientes muy identificado por el contexto en el que transcurre la obra, ellos mismos se adaptan a estas 'nuevas normalidades'

–Aunque se estrenó en junio siguen moviendo la obra y la vemos programada continuamente.

–El público la demanda mucho, llenamos la sala y nos hemos dado cuenta de que es una obra típica del boca a boca. Tú sales de verla y enseguida quieres decírselo a tu familia, y así va creciendo y lo estamos notando. En muchos sitios nos vuelven a llamar para volver a representarla. Con esta obra se está produciendo un efecto llamada muy bonito. Ha entrado en los circuitos de la Junta y en los de los teatros de Madrid, también vamos a Alicante, Valencia y estamos barajando fechas para el norte.

–Cuando entró en la obra, ¿pensó que tendría esta magnitud o que se quedaría en Málaga?

– Sinceramente, cuando empezamos a montarla sabíamos que era muy buen material. El texto de Carrero ya era una garantía y después el elenco, que cuando yo entro ahí, con Pablo Puyol, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz supe que era parte del éxito. Además, a medida que la hemos ido montando, aunque hemos respetado el texto, en los ensayos surgieron cosas nuevas. Los personajes cogen cuerpo y se creaban situaciones, sabíamos que teníamos un buen producto. Pero he de reconocer que nos ha sorprendido gratamente la respuesta del público. La obra cumple una función terapéutica mucho más grande de lo que pensábamos en un primer momento.

–¿Por qué se refiere a ella como terapéutica?

–Acabamos de terminar las obras en el sindicato de enfermería, que ellos todos los años regalan a sus afiliados cultura por Navidad. En total, hemos hecho 12 funciones y no te puedes imaginar la de mensajes bonitos que nos han llegado. Todo es: «Necesitamos reír». Nos dicen que después de hora y media de actuación han podido desconectar, reír y salen como «nuevos». Creo que necesitamos quitar peso a todo lo que acontece, y aunque en la obra se habla de la pandemia, el humor no es que te rías de la situación, sino que la haces más llevadera.

–Esta Navidad se ha presentado más nublada que la anterior, ¿la risa hará olvidar la locura de los últimos días?

–Lo hablábamos hace poco entre compañeros, y esta Navidades están siendo más raras todavía, creo que por lo inesperado. Se nos ha echado la sexta ola encima y la situación está peor de lo que imaginábamos, se ha ensombrecido todo. Pero bueno, ahora viene de nuevo la incertidumbre de cambios de aforo y de fechas, pero estábamos de acuerdo en que cuando la cosa se nubla tenemos la obligación de colorear la realidad y luchar con más fuerza. Ahí estaremos porque la cultura siempre estará para hacer la realidad más soportable.

–¿Qué le está suponiendo como actor este cambio de escenario más allá de los monólogos?

–Estoy muy contento de desarrollar esa última faceta, pero es muy solitaria. Cuando me surge la oportunidad de hacer la obra me fascinó poder trabajar con Álvaro, con Pablo y con las chicas, aunque ya las conocía, pero es que se ha creado magia entre nosotros. De repente somos como familia, nos apetece hacer la obra todo el rato, vernos e ir de gira. Lo disfrutamos muchísimo, a mí me ha puesto las pilas trabajar con compañeros tan generosos, me noto más seguro cogiendo la comedia desde otra perspectiva.