El mensaje de Morante a Santana: «Déjame en buen lugar»

El matador de toros sevillano explicó a SUR en el callejón que se encontraba tras su intervención en el ruedo, del que se quejó del estado del albero a uno de los responsables del coso, «un poco extasiado porque el toro me ha hecho sacar de dentro todo lo que llevaba, se ha movido mucho y con estas calores y estos días en los que está uno toreando a diario y después del parón de la lesión de la mano, por poco si echo las 'higadillas'. La verdad es que le he puesto mucho corazón, creo que el público de Málaga lo ha visto y para mí ha sido una faena vibrante».

Pero la afición malagueña también mostró su apoyo con el torero de Fuengirola Antonio Santana, que tomó la alternativa de manos de Morante y con Juan Ortega como testigo. De hecho, una pancarta mostraba el lema 'Fuengirola tiene otro torero: Santana Claros'. «Muchas emociones. Málaga, como matador de toros nacido aquí, me ha mostrado que es muy especial. Las circunstancias han sido como han sido y, por ello, más emocionante. El toro ha sido ideal para tomar la alternativa, para liberar tensiones y he podido torearlo a gusto», explicó a este periódico el torero. Sobre lo que le dijo Morante en el momento de la entrega de los trastos, Santana solo recordó que «de manera resumida ha hablado desde el corazón, y que como ahijado suyo, lo dejara en buen lugar durante toda mi carrera. Sólo puedo tener agradecimiento a él y a un señor que ya no está con nosotros y por eso estoy aquí hoy», afirmó.

El ambiente que se vivió en una plaza llena de aficionados es propio de las tardes de expectación y de carteles estrella como el de ayer o el de hoy. Y es que los paneles led de los aparcamientos de la zona presagiaban una hora antes del inicio del festejo que en el coso del Paseo de Reding no cabría ni un alfiler y, por tanto, hubo muchas caras conocidas.

Entre ellas, estaba el popular abogado sevillano Luis Miguel Martín Rubio, gran aficionado taurino y uno de los célebres 'hobbits' que acompaña cada año a su amigo el periodista Carlos Herrera en el camino de Santiago, que fue el encargado de cerciorarse de que el ruedo estaba despejado antes de que se abriera la puerta de toriles, ataviado de blanco y un sombrero, en lugar de arenero con el atuendo goyesco como participó en la Corrida Picassiana de 2022.

Muy cerca se encontraba de la misma guisa el torero malagueño Javier Conde, entre los espadas que no se perdieron el festejo: Fortes, David Galán o el rejoneador y empresario Fermín Bohórquez.

También, el hermano mayor de la Archicofradía de la Expiración, Manuel Corcelles, junto a sus hijos en la barrera del tendido 7, sobre la que Juan Ortega dejó su capote de paseo, ya que el diestro hispalense es hermano de la corporación. Por ello, recibió la visita de Corcelles en el hotel durante la mañana y le hizo entrega de un rosario bendecido por el papa Francisco. A esa reunión también estuvo presente el director del Área de Asuntos Taurinos del ente supramunicipal, Borja Ortiz, ya que Ortega le quiso agradecer personalmente todo su trabajo en la plaza a nivel estético, según pudo conocer este periódico. Quien también acompañó al torero, que llevaba en el bolsillo un pañuelo de la Virgen de los Dolores Coronada de la cofradía perchelera, es el teniente hermano mayor de la citada hermandad y amigo, Juan Carlos Estrada.

Asimismo, estuvo el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la delegada del gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro; el delegado de Educación de la Junta de Andalucía en la ciudad, Miguel Briones; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid; el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia; el presidente del Colegio de Médicos, Pedro Navarro; el comisario provincial de Málaga, Enrique Barón; el hermano mayor de la Cofradía de El Rico, Ramón Varea; o el oncólogo Emilio Alba.