Botto representó a Federico García Lorca en el Cervantes. marcosgpunto

La memoria de Lorca a través de las voces de libertad de Botto

La obra 'Una noche sin luna' visitó el Cervantes para recordar la historia del poeta granadino dentro del 38.º Festival de Teatro

cristina pinto

Domingo, 10 de enero 2021, 00:43

Dentro de la celebración del 38.º Festival de Teatro, recién pasadas las siete en punto de la tarde, el Cervantes avisaba de que en tres minutos daría comienzo la obra 'Una noche sin luna'. Pero sobre las tablas apareció él, Juan Diego Botto, ... era el protagonista de la pieza y tenía algo que decir ante las casi 400 personas que ansiaban ya comenzar a ver la conmovedora historia de Federico García Lorca a través de los ojos del actor. «Gracias a todos por venir a este precioso teatro, pero la actuación no se puede realizar. Me han puesto una demanda por un texto propio que había incluido en la obra. (…) Corren malos tiempos para la libertad de expresión...», argumentaba mientras paseaba con la mascarilla por el patio de butacas.

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Los ojos de más de uno de los presentes, como platos, no podían creer lo que estaban escuchando, Botto les aseguraba que les devolverían el dinero de las entradas, pero el público pedía que hiciese el teatro. Esa fue la forma con la que 'Una noche sin luna', dirigida por Sergio Peris-Mencheta y escrita y protagonizada por Juan Diego Botto, daría comienzo a su espectáculo. El actor estaba escenificando una de tantas historias que interpretó en el viaje que hizo de la vida de Lorca, ese momento exactamente era de aquel febrero del 1929 cuando le cancelaron un teatro justo al comienzo de la obra.

Con mucha ironía fue siguiendo el transcurso de la vida del dramaturgo granadino sobre aquella superficie de madera que, en cada escena que se juzgaba a Lorca, iba perdiendo tablas y dejando huecos vacíos. El patio de butacas, las plateas y los palcos estaban dentro de la historia con risas y comentarios tras cada escena. Voces. Como las que Botto fue poniendo a lo largo de las casi dos horas que duró el teatro.

Tras el escenario se pudo apreciar que aquella noche estrellada estaba al caer. Y con ella las voces que Lorca fue escuchando, voces que intentaban explicar al público el por qué de su fusilamiento, voces de libertad que se escuchaban en el interior del «poeta de la luna» en la tarde de aquel 18 de agosto de 1936. «Hablar de memoria es hablar de identidad. Somos lo que otros nos recuerdan», apuntó Botto entre sus últimos versos. Se escuchó el disparo y, junto con la lluvia de las nueve, el cielo de Málaga se quedó con 'Una noche sin luna'.

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