Medina Galeote sabe pintar entre líneas

Hace algún tiempo recibió un consejo de una buena amiga: cuando estés en el estudio, mira hacia atrás; no con los ojos, con la memoria; no con nostalgia, sino con el deseo de cambiar el futuro. Y así, de a poco, apareció en los primeros compases de su carrera, en el principio de todo. Iba buscando zonas de sombra, lugares mentales, asuntos a los que hubiera dedicado quizá menos atención de la debida.

«En ese impulso llegué casi hasta la facultad. Fue un ejercicio de introspección maravilloso y me di cuenta de que uno de los aspectos que podía incluir en mi trabajo era el tratamiento del color entre las líneas que caracterizan mi obra. Al final se ha generado una historia que me tiene apasionado«. Porque para José Medina Galeote la pintura es pasión. También reflexión, mucha; pero sobre todo pasión.

Una pasión que ha encontrado un campo abierto en el color que ahora despunta entre las líneas de sus obras, convertidas desde hace décadas en la principal seña de identidad del trabajo de Medina Galeote. Una obra reconocible desde una estética heredera del camuflaje, a partir de trazos que ocultan y muestran imágenes ante la mirada del espectador que les dedique atención y tiempo. Porque la obra de Medina Galeote requiere una digestión lenta, casi rumiante, muchas miradas pasadas una y otra vez, como los trazos de sus propios lienzos y dibujos.

Y con la misma intensidad que ha intervenido en espacios como el Centre Pompidou Málaga o el CAC Málaga, Medina Galeote (1971) ha trabajado sobre la recoleta sala de Ignacio del Río en el corazón del barrio de la capital malagueña bautizado como el Soho. Ahí presenta este sábado una exposición titulada, justo, 'Un sábado por la mañana'. Una evocación desde el mismo nombre a un estado anímico y creativo alérgico al desánimo.

«Tengo la impresión de que esta es una incursión pletórica y plena del color«, comparte el artista malagueño, que hasta el 7 de mayo reúne media docena de piezas de pequeño y mediano formato donde indaga en las posibilidades expresivas del color «en medio de una imagen tan geométrica como unas líneas repartidas en un espacio».

Porque a Medina Galeote le mueve, en esencia, la reflexión sobre el propio acto de pintar, la indagación sobre las posibilidades formales del lienzo y el óleo. «Esta exposición es otra vuelta de tuerca a mis temas recurrentes: la pintura que habla de la pintura; el camuflaje, entendido en un sentido más de descubrimiento y de ver qué hay dentro de la pintura. Me interesa ese juego metapictórico, cuando la pintura se pone a hablar de la pintura«, brinda el autor antes de regresar a su nuevo territorio expresivo.

«De un tiempo reciente para acá he ido metiendo color en el espacio entre las líneas de mis obras. Eso ha generado un volumen y una cantidad de información de la cual no disponía. Mi trabajo era mucho más aséptico, partía de unos colores muy básicos, pero ahora llevo un tiempo trabajando con tonos más vivos«, detalla Medina Galeote, compañero de generación y batallas artísticas del también malagueño Javier Calleja, a quien felicita por su reciente fichaje por la galería de Almine Rech, una de las más importantes del mundo.

Y de regreso a su obra, Medina Galeote abrocha: «Me interesaba mucho ver qué pasa en medio de esas líneas, que se presentaban como geométricas, cuidadas, en el sentido de que, aun sin patrón evidente, había una secuencia entre ellas, generando esos dibujos, a veces más figurativos, a veces más abstractos… En medio de esas líneas he encontrado un lugar de avance sostenido«.

Un impulso que encontraba su pista de despegue en la reciente exposición que Medina Galeote ha protagonizado en la Galería T20 de Murcia, donde presentaba por primera vez estas composiciones cargadas de color. «Me siento muy cómodo en la pintura y el dibujo –remata– y creo que todavía tiene que decirse mucho en la tela y el papel. Pese a toda la Historia del Arte, creo que aquí todavía hay mucho por hacer y decir«.

Para eso hay que seguir buscando huecos, sentidos, colores, seguir escribiendo la propia obra, pintando entre líneas.