Marina Berlanga Muñoz, una joven pianista malagueña de 9,86
La músico ha sido galardonada con el XVIII Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico del Conservatorio Superior de Música
Julio J. Portabales
Málaga
Miércoles, 26 de junio 2024, 14:26
Faltan 15 minutos antes de actuar y se encuentra completamente sola. Es por elección propia. No quiere hablar con nadie, prefiere concentrarse porque en poco ... tiempo tendrá que salir a enfrentarse a una nueva partitura. En el momento de salir a escena, unos nervios recorren su cuerpo y un pensamiento negativo se le pasa por la cabeza, pero ella razona y se dice así misma: «A mí me gusta tocar delante del público». Decide apartar ese pensamiento tan negativo por otro positivo, pero cuando toca la primera tecla, tanto uno como otro desaparecen de su mente y empieza la música. Así afronta una actuación Marina Berlanga Muñoz, la última galardonada con el XVIII Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico del Conservatorio Superior de Música. Un reconocimiento que recibirá en la Sala Falla este miércoles 26 de junio a las 20:00 horas de dicho conservatorio.
La músico que obtuvo una nota media de 9,86, reconoce empezar en este mundillo a «regañadientes, que no obligada». Un camino que arrancó con tan solo cuatro años y que tuvo diferentes paradas durante su formación: el Conservatorio Elemental Maestro Artola, el Manuel Carra durante el grado profesional y el Superior de Música, hasta el año pasado. Su formación sigue hacia delante con la ayuda de los 15.000 euros que recibirá como premio por el galardón, gracias al patrocinio de Mahou San Miguel.
Un reconocimiento que está basado en tres grandes pilares: el apoyo de su familia, el trabajo y la organización. El respaldo de los suyos, sobre todo de su madre, fue clave para su crecimiento durante su etapa lectiva. Por otro lado, el trabajo y la dedicación de la malagueña es y ha sido innegociable para alcanzar su meta. Aunque si hay algo que le ha conseguido llegar hasta este galardón ha sido la organización, que le ha permitido poder convivir y conciliar tanto su área musical como los ámbitos de la familia y de los amigos.
«Siempre empezaba a estudiar el repertorio en verano, es decir, antes de que empiece el curso. También porque es algo que me gusta y no me pesa», razona ella. Una parte de la organización que también supuso un desafío para esta virtuosa de las teclas, sobre todo cuando tenía que llevar adelante las asignaturas del colegio e instituto: «En época de examen era complicado porque tenías muchos frentes abiertos, pero si consigues organizarte y le dedicas mucho tiempo es posible».

Los maestros de vida son personas que de manera personal o laboral han influido en la vida de alguien. En el caso de la artista malagueña tiene claro que, aunque existen muchas personas que le han servido de inspiración, uno de los más destacados ha sido su tutor durante estos últimos años de enseñanza, Antonio Simón Montiel, quien ha conseguido transmitirle su forma de ver la interpretación de una forma «interesante» e «inspiradora».
No solo las personas marcan una carrera, también lugares o situaciones pueden influir en el devenir de una carrera profesional. Hace un par de años, Marina Berlanga vivió uno de esos momentos que se quedan en la retina. Noche en Blanco, calle Alcazabilla y el Teatro Romano de Málaga al fondo fueron los ingredientes de un momento especial en la vida de la protagonista. «Me marcó especialmente porque había mucha gente que estaba pasando por allí y no son personas que están normalmente tan conectadas con la música. Entonces muchos de ellos después se acercaron a mí a felicitarme. Eso es lo que más me emociona: poder acercar la música clásica a todo el mundo», verbalizaba.
El futuro
«El talento está asegurado», confirma Marina Berlanga. El futuro de la música en España, sobre todo en la música clásica, que es su campo, está bien cubierto y cada vez el nivel de los músicos es mayor. Sin embargo, como ella mismo explica, en la actualidad «no hay muchas facilidades» para este tipo de áreas y la escasez de oportunidades provocan la situación actual.
A pesar de todo, la galardonada con el XVIII Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico del Conservatorio Superior de Música manda un mensaje de ánimo a los jóvenes que empiezan su andadura en este campo. «Con dedicación al final se consigue. Pero sobre todo, intentar conectar contigo mismo y con el público, además de esa pasión que quieres transmitir a los demás», concluyó.
En la actualidad se encuentra en Zwolle, Países Bajos, a una hora de Amsterdam y sigue con sus estudios para formarse cada vez más. Un año de crecimiento personal, donde reconoce haberle costado al principio aclimatarse a una vida muy diferente a la de su ciudad natal, Málaga. Con la música de cámara como una de sus grandes pasiones, tiene claro que su futuro va a ir dedicado a seguir, son sus composiciones, pero además con enseñar a los demás: «Quiero hacer las oposiciones y enseñar en el conservatorio a las siguientes generaciones».
Con todo esto, hay algo que la malagueña tiene claro sobre su futuro cuando concluya su máster el próximo año: «Volver a Málaga». No sabe si lo hará a corto o medio plazo, pero lo que tiene seguro es que regresar al lugar que le vio crecer es lo que más desea con ese 9.86 de nota media que lleva por bandera.
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