David Bowie.
Flashback

Marilyn, Elvis, Bowie y sus malditos representantes

En la música, tener talento, una buena voz o demostrar virtuosismo supone tan solo una ínfima parte de lo que hay que tener para que te escuche la gente

Viernes, 14 de octubre 2022, 23:41

En la música, tener talento, una buena voz o demostrar virtuosismo supone tan solo una ínfima parte de lo que hay que tener para que te escuche la gente. También hay que tener una carrera bien dirigida y la importancia de la figura del mánager, ... que los ha habido históricos, figuras sin las que muchas estrellas no habrían brillado jamás. Pero también sucede al contrario. Hay artistas con mucho que jamás consiguen poder vivir de este oficio; sorprendería saber cuánto han tardado muchos músicos en vivir de la música (esto lo explica muy bien David Byrne, líder de Talking Heads, en su libro 'Cómo funciona la música', en la editorial Contra). Pero, en la zona de arriba, también hay un montón de carreras mal dirigidas, giras erráticas y decisiones equivocadas con artistas que sí han contado con lo que hace falta para tener éxito, y que pasa de manera inevitable por la suerte, por el magnetismo y por más cosas que nadie sabe con exactitud, parecido al amor, y que sin embargo se han estrellado en el suelo con el mayor de los sufrimientos, y en casi todas las ocasiones el representante ha tenido algo que ver.

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Polvo de estrellas

La cuestión del éxito y el fracaso en la industria musical ha sido muy explotado en el cine. La estructura estándar de 'biopic' atraviesa varias fases, como la vida: inicios, descubrimiento, subida a la fama, exceso, descenso a los infiernos, y luego pequeña subida, éxodo a la vida íntima o muerte directa, acaso por sobredosis, casi siempre en un estado lamentable, pero cómo vamos a estar bien cuando nos llama la muerte. La película 'Blondie', en Netflix, es revolucionaria por dinamitar esta estructura y construir una película de terror con la vida de Marilyn Monroe, el gran mito erótico del siglo XX. El director, Andrew Dominik, es un experto en documentales musicales. La música está creada por Nick Cave y su inseparable Warren Ellis. El director quería que su película fuera una pesadilla, y lo consigue. La elección de la Ana de Armas como protagonista supone una hazaña histórica en el cine. Todo es excesivo, para bien y para mal, desde los 166 minutos que dura hasta los innumerables cambios de fotografía más toda la ansiedad que produce en el espectador el enorme sentimiento de abandono (ni feminismos ni 'me too') que azota a la actriz. En el otro lado, con 'Elvis' (en HBO Max) pasa algo parecido: sufre el exceso de su director, Baz Luhrmann ('Moulin Rouge', 'El gran Gatsby') y es otro cuento terrorífico y muy triste, personificado en la figura del respresentante de Elvis Presley, el coronel Tom Parker que, si bien convirtió a un muchacho de provincias en el Rey del rock (ahí se muestra audaz el señor Parker, que ni era militar ni era estadounidense), también fue responsable de que no actuara en Europa ni para tocar frente a la Reina de Inglaterra, y así hasta dejarlo moribundo, explotado y adicto hasta el final.

El rayo que no cesa

'Moonage Daydream' es el título del documental de David Bowie que se ha estrenado hace poco (todavía en Yelmo Vialia) y que es de visionado imprescindible. Para empezar, es el único autorizado por la familia, lo cual no tiene por qué ser bueno, pero sí da acceso a un material que hasta ahora se encontraba inédito. Nadie que sepa de Bowie aprenderá mucho, parece hecho para generaciones nuevas, pero también es un ejemplo de una carrera imponente, en lo musical y en lo comercial, utilizando su imagen pública como objeto artístico, y convirtiendo a Bowie en un artista total, que lo hizo muy bien. Es difícil no llorar de emoción al final de 'Moonage Daydream'.

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