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El 1 de mayo de 1940, Antonio Sáez y su esposa, Margot Aru, enviaron una carta a José Ortega y Gasset pidiéndole unas palabras de apoyo a la candidatura que estaban promoviendo para que su antigua discípula fuera nombrada catedrática en la Universidad de Puerto ... Rico y, así, aliviar las penalidades laborales y económicas que la acechaban a María Zambrano en su largo exilio. Pero no hubo respuesta por parte de Ortega y la propuesta quedó en nada. Una década más tarde, ahora en Roma, la filósofa se encontraría con el escritor y franquista Dionisio Ridruejo, entonces corresponsal del diario 'Arriba' en la capital italiana, y al toparse con él en el Instituto Español, le dijo algo así: 'Para que las heridas se cerraran, los españoles, de uno y otro bando, tendrían que ponerse de rodillas y pedir perdón'.
Era la misericordia sin ira de la veleña María Zambrano (1904-1991), filósofa errante en un largo exilio de casi medio siglo que le llevó a La Habana, Puerto Rico, Nueva York, Roma, París y Ginebra. Pensadora arrinconada hasta el olvido por la Academia durante demasiado tiempo, Zambrano está siendo rescatada en proyectos como la biografía que acaba de publicarse a cargo de Jesús Moreno Sanz, uno de los mayores expertos en la vida y la obra de Zambrano y director de sus monumentales Obras Completas que desde hace años viene publicando Galaxia Gutenberg.
Así habla Moreno Sanz de las «sucesivas paces» que Zambrano va firmando a lo largo de su ajetreado periplo vital con quienes demasiado a menudo intentaron y lograron opacarla. «Mujer, republicana, en el exilio... Ese olvido durante tanto años es producto, en primera instancia, del exilio. Pero además, académicamente, la destruyeron. Se portaron muy bien sus amigos en Cuba, Puerto, Roma... pero María Zambrano materialmente lo pasó muy mal. Le invitaban a dar conferencias y seminarios, pero no logró una estabilidad laboral mínima que le diera un sustento más o menos seguro durante esos años«, lamenta el autor de 'María Zambrano. Mínima biografía' (La Isla de Siltolá).
Pequeño en la forma y bajo el esquema de la sucesión cronológica, el volumen brinda una enjundiosa aproximación a la pensadora veleña. «Hay cierta ironía en lo de mínima. Es mínimo el estilo elegido, pero está lo esencial», lanza Moreno Sanz, que ha estudiado con ahínco la obra de Zambrano durante las últimas cuatro décadas y que representa una figura esencial en el regreso de la malagueña a España a principios de la década de los años 80. Justo una frase que Zambrano le dijo a Moreno Sanz en aquellos trances encabeza el libro: «Los grises pabellones de piedra se han convertido en ascuas de oro».
Esa esperanza postrera llegaría para Zambrano junto a reconocimientos como el Premio Príncipe de Asturias o el Cervantes, aunque ese 'redescubrimiento' institucional cuajaría ya en la postrimerías de la vida de la autora de libros como 'Claros del bosque' o 'Persona y democracia'.
«Ella llega al pueblo de inmediato y sin embargo en la Academia no la entienden. Y no la entienden, porque no la han leído, así de claro, siendo un pensamiento tan esplendoroso y complicado«, sostiene Moreno Sanz, que añade: »Esto en Italia es muy evidente, donde diversos escritores y teóricos se han ocupado de María Zambrano. Aquí no, porque han visto que en su obra se da, digámoslo así, la salvación del pensamiento, frente al batiburrillo actual para memos«.
«Es un pensamiento que no es nada académico y de ahí viene el desdén. Se la quita de encima de encima, declarándola mística, que lo es, pero como queda demostrado aquí y en el volumen cuatro de las Obras Completas, lo que ella persigue es realizar un pensamiento de la mística«, reivindica Moreno Sanz, para quien esa búsqueda intelectual cuaja de manera más evidente en el libro de Zambrano 'Notas de un método'.
Y para esta 'Mínima biografía', su autor ha seguido el método de años de dedicación a la figura de Zambrano. «He ido haciendo sucesivas cronologías desde el libro 'La razón en la sombra' hasta en el volumen seis de las Obras Completas. Para un libro que al final no llegó a publicarse reuní más de 300 páginas y probablemente este se amplíe un poco en una próxima reedición«, anuncia Moreno Sanz.
«Basta leer esta biografía para darse cuenta de la intensidad de su vida y de que tuvo contacto con lo más genuino de su época, tanto de Sudamérica como luego en Roma y París, con Albert Camus, que fue su gran valedor«, lanza el biógrafo de la pensadora malagueña. »La intelectualidad la admiraba muchísimo«, remata Moreno Sanz sobre ese reconocimiento entre sus iguales que tardó en calar en los despachos académicos y oficiales.
«El pensamiento y la vida de María son muy complejos. No son lineales de ninguna manera y hay gente que se agarra mucho a determinados aspectos, como las cuestiones políticas relacionadas, para tratar de reducir la amplitud de su legado», argumenta el autor de esta 'Mínima biografía'. Y de ahí, surge «el peligro de cierta banalización» a la hora de aproximarse a María Zambrano.
Una nueva amenaza, si bien ella misma aplicó en su vida una máxima resumida por Moreno Sanz: «De la razón armada a la razón misericordiosa». Y de ahí, a firmar la paz, incluso con quienes intentaron dejarla en el olvido.
'María Zambrano. Mínima biografía'. Autor: Jesús Moreno Sanz. Editorial: La Isla de Siltolá. 220 páginas. Precio: 11,40 euros.
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