María Eloy-García: «'Monosabio' me puso en el mundo literario»

-¿Cuál es, en su opinión, la principal aportación y seña de identidad de 'Monosabio' en la oferta editorial y literaria?

-En un principio la editorial, dirigida por el maravilloso Diego Medina, estaba dirigida a publicar autores jóvenes y noveles españoles. Aquella época fue increíble, a algunos de los poetas jóvenes de entonces nos dio la oportunidad de editar nuestro primer libro. Todavía me acuerdo del momento en que me dijeron que iban a publicar el libro 'Diseños experimentales': Andrés Gómez Miranda, Isabel Bono (el libro estuvo bajo su cuidado) y Diego Medina. Después, la editorial se enfocó hacia apuestas más conocidas en el panorama malagueño y español, para mí perdió interés en ese momento. Me parecía que la apuesta interesante era la de «descubrir» voces (un tanto peleonas y discordantes al principio), no tanto la de apostar por poetas que ya tenían un recorrido y cierta facilidad de publicación. Al final volvió a sus raíces y en esas estamos. La seña de identidad era la de Diego Medina: un poeta punk, políticamente incorrecto.

-¿Qué cree que supuso en su trayectoria literaria la publicación en 'Monosabio'?

-Mucho. Supuso el pudor primero de editar, las primeras lecturas sin red y la primera vez que podía soltar todos los folios. De alguna manera me puso en el mundo literario, al que llegaba yo como el que llega a un país extranjero y no sabe el idioma. Supuso conocer a poetas y a intoxicarme con sus lecturas y recomendaciones, fue viajar y no parar de aprender hasta ahora mismo en que no sé bien si llegué a entender este mundo literario, siempre me costó un poco aprender idiomas.

-¿Cómo cree que ha evolucionado su obra desde la publicación en 'Monosabio'?

-Bastante. De hecho una siempre le tiene un poco de ojeriza a su primer libro porque muestra quién eras en su puro retrato. Estoy todavía aprendiendo a perdonarme. Ahora me interesa todo más en su esencia, no en su superficie formal. He aprendido que más que ser absolutamente moderna hay que mostrar esa mirada diferente, es tan sencillo. La mirada es el todo de un artista.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Estoy empecinada en la cotidianeidad como en aquel entonces, pero en lo que tiene de metafísica la realidad, en buscar ese absurdo de vivir. La vida se empeña siempre en mostrar su tedio repetitivo, encontrar su defecto (como decía Valery) es el inicio para construir el diamante. Ahora estoy en la promoción de mi último libro 'Los habitantes del panorama', un himno al barrio de Carranque y a los barrios occidentales donde la gente se deja los años arrastrando las piernas. Le estoy dando un buen paseo por España y alrededores. No sabes lo bien que se entiende Carranque en el extranjero.