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Corrió como la pólvora entre escuelas de arte dramático y danza. Antonio Banderas iba a organizar un casting para producir un musical. Y nadie quería perdérselo. Más de 1.800 aspirantes se presentaron a las pruebas. No solo de España, sino también de Francia, Italia o Latinoamérica. Medio centenar pasaron a la fase final. Entre ellos, cinco malagueños que recibieron «la llamada» para protagonizar con su paisano, colega, productor y promotor del Teatro del Soho Caixabank la obra que inaugurará el próximo octubre este escenario: el musical 'A Chorus Line'. Ayer, Pablo Puyol, Ivo Pareja-Obregón, Fran del Pino, Aida Sánchez y el benjamín del quinteto, Roberto Facchin, cambiaron la chistera dorada de sus personajes por el casco de obra para pasarse por el teatro de calle Córdoba y hablar del sueño de estrenar en casa una producción internacional y compartiendo cartel con el último ganador del premio al mejor actor del Festival de Cannes por 'Dolor y Gloria'.
Aunque los ensayos comenzarán en septiembre, estos cinco malagueños ya se saben bien sus personajes que, como ellos, se presentan a un casting en la trama de este musical. En las pruebas, ante los codirectores de esta versión, Antonio Banderas y Baayork Lee –intérprete del montaje original en Broadway en 1975–, tuvieron que cantar y bailar, aunque todos coinciden en que lo más complicado fue la fase de interpretación en la que les pidieron aprenderse los personajes. «Te daban los papeles y las canciones y te decían: 'mañana te queremos ver haciendo esto'», recuerda Fran del Pino, que estaba en París trabajando en un musical de Disney y no dudó en coger un avión a Málaga para participar en ese proyecto fundacional del Teatro del Soho Caixabank.
Unas audiciones que, además, no fueron impersonales. «Me pidieron prepararme el monólogo de Val –«una bailarina diez con un físico tres», dice la descripción del personaje–, pero al llegar me dijeron: 'Hazlo mirando a los ojos a Antonio (Banderas)», confiesa Aida Sánchez que, tras la impresión del momento, confiesa que ese fue el privilegio de este casting: «Fueron unas clases con grandes maestros», añade la actriz sobre aquellos días junto al actor malagueño, Lee y el director asociado Luis Villabón. Los actores coinciden en que, en lugar de nervios y estrés, lo que respiraron fue un ambiente de confianza que les permitió sacar lo mejor de ellos. De eso sabe mucho Ivo Pareja-Obregón, pese a que era su primer casting. Hasta ahora, su profesión no estaba en las tablas sino en el césped. «Soy jugador profesional de golf», cuenta este deportista marbellí, que se esforzó para ser el mejor siguiendo esa máxima de que «trabaja y llegarás». «¡Y una mierda!», exclama Pareja, al que la presión excesiva no le hizo mejorar y «en un momento en lugar de subir, empecé a bajar». Entonces encontró una válvula de escape en el baile. Hasta que su maestra, Caterina Chisesi, le dijo que se presentara al casting. «Me ayudaron mucho en las pruebas y me han dado el personaje de Greg, un bailarín de 32 años... y yo me presenté por primera vez a esta prueba con 32 años», revela.
También se reconoce en su personaje Roberto Facchin, de solo 19 años. «Todavía no me lo creo», cuenta este actor al que le han asignado el papel de Marc, un joven «sobreilusionado» que agota al resto de la compañía. A Facchin le brillan los ojos y la emoción cuando habla. Desde luego, su personaje, le pega y lo vive. Y es que como dice Pablo Puyol, el más veterano del quinteto, la brillantez y energía de sus compañeros es «asquerosa». «Cuando llegue a la audición y vi a cientos de personas en una sala, todos jóvenes, relucientes y capaces de hacerlo todo deliciosamente bien, me pregunté que hacía allí porque yo llevaba 15 años sin bailar y ya estaba mayor para pegar saltos», relata el actor que, no obstante, se contagió del ambiente y sacó lo que tenía dentro para llevarse finalmente el papel de Al y el 'cover' –sustituto– de Zach, al que da vida el propio Banderas.
Las grandezas y miserias del actor es el mundo que propone precisamente la obra, aunque estos intérpretes explican que en los personajes hay mucho más. «Se trata desde la inmigración a la homosexualidad, pasando por el racismo o el abandono paterno», apunta Aida Sánchez. «Este musical está más que vigente, pero además el 'show business' vive ahora de los casting con programas como 'La Voz' y 'Got Talent', y esta obra está en el principio de todo eso», reflexiona Puyol, que como el resto esta encantado de la gira que harán por España (Bilbao, Madrid y Barcelona), pero también por Estados Unidos.
«Como dice Aida, esto es Broadway traído a Málaga», asegura Facchin, al que Fran del Pino apostilla: «Nuestra ciudad ha crecido culturalmente en estos veinte años, pero este teatro y sus producciones era algo que faltaba», explica el actor que, como Pablo Puyol, actuó en este escenario la semana antes de cerrar sus puertas bajo la anterior denominación de Alameda. Ayer volvieron a este espacio en construcción en el que todavía interpretan su papel los albañiles. Están dando los últimos retoques a la remodelación del Teatro del Soho Caixabank. Con el casco, los cinco actores malagueños bien podrían unirse al tajo. Solo hay que verlos para darse cuenta de que están locos por ponerse manos a la obra.
pablo puyol
fran del pino
aida sánchez
roberto facchin
ivo pareja-obregón
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Rocío Mendoza | Madrid, Lidia Carvajal y Álex Sánchez
Encarni Hinojosa | Málaga
Almudena Santos y Lidia Carvajal
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