La cantante hizo vibrar al público con dos horas de concierto. francis silva

Malú vuelve a librar sus 'mil batallas' en el Auditorio Municipal

La cantante madrileña hizo rugir a los miles de asistentes que anoche acudieron a un Auditorio Municipal que rugió durante cerca de dos horas de concierto

ANABEL NIÑO

MÁLAGA.

Domingo, 25 de septiembre 2022, 00:02

Decidida, poderosa y con la fuerza arrolladora con la que tiene acostumbrado a un público que ella misma se ha ido labrando a lo largo ... de sus 25 años de trayectoria artística y que la convertían en toda una guerrera lista para enfrentarse a cualquier cosa que le echasen encima. Así se subía Malú sobre el escenario del Auditorio Municipal Cortijo de Torres -ubicación a la que fue trasladado el concierto que estaba previsto que se celebrase en un primer momento en el Palacio de Deportes Martín Carpena- completamente arropada por miles de asistentes que anoche quisieron disfrutar del estilo más pop y rockero de la cantante madrileña que, cuatro años más tarde, volvía a la capital para ofrecer un nuevo show, esta vez dentro de su gira 'Mil batallas', con la que lleva recorriendo todo el territorio nacional en los últimos meses.

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El reloj marcaba las 21.30, y de manera puntual las luces del auditorio se apagaban, mientras el escenario comenzaba a rugir al compás de los primeros golpes de la batería y a llenarse de destellos de colores. Los fans que ocupaban las primeras filas de la pista, y que deseaban estar más cerca si cabe de la cantante, mostraban y agitaban varios globos de color rojo, al mismo tiempo que comenzaban a escucharse los primeros gritos. El concierto estaba a punto de comenzar y la larga espera había llegado a su fin. Un haz de luz llenó la parte central del escenario, haciendo visible la silueta de Malú, que para esta ocasión volvió a lucir su característica y larga melena que no paraba de moverse con el viento, además de lucir figura con un body enterizo de color negro con tonos dorados y una chaqueta de cuero que le cubría la mitad de su cuerpo y de la que se deshizo a los pocos minutos. Su voz se alzaba entre la multitud, tornándose en una energía prácticamente 'Ingobernable'. Fue precisamente con esta canción con la que se dio comienzo a todo un espectáculo que se prolongó hasta cerca de la madrugada pero que llegó a hacerse corto para los asistentes que, aunque no fueron todos los que se esperaban, hicieron vibrar las paredes del auditorio como si se hubiese colgado el cartel de 'no hay entradas'.

Francis Silva

«Abran fuego, empieza el baile», cantaba la artista a todo pulmón con una voz arrolladora que no flaqueó en ningún momento de la noche, y que despuntó con otros temas de gran fuerza interpretativa como 'Contradicción', 'Invisible', 'Deshielo' o 'Secreto a voces', estos dos últimos temas pertenecientes a su último álbum de estudio, publicado el pasado año. Entre piropos y 'te quieros', Malú tomaba aire para saludar al público: «¡Muy buenas noches, Málaga! Qué placer, qué ganas y qué alegría volver a estar aquí», exclamaba la artista, mientras comentaba que el objetivo de sus conciertos es crear una burbuja, un espacio donde los asistentes se olviden de todo lo que pasa fuera. «Espero que llenéis vuestro corazón con todo lo que pase aquí y que este ratito que vamos a pasar nos ayude a limpiar un poquito el alma».

Tras un sensacional arranque, que incluso animó a que parte del público abandonase las gradas y se uniese a aquellos que ocupaban la pista central, llegaba el primer baladón de la noche. La cantante tomaba asiento, y los espectadores pasaban a convertirse en coristas, cantando a todo pulmón el estribillo de 'Deshazte de mí», una canción que la artista lanzó hace ahora nueve años y a la que unieron otros temas más recientes como 'Mil batallas', 'Secreto a voces' y 'Quiero'. Malú ya estaba en su salsa, sin dejar de moverse a lo largo y ancho del escenario, y haciendo más cómplices del espectáculo a todos los miembros de su banda, que deleitaron con varios solos mientras la cantante realizaba sus respectivos cambios de vestuario -siempre con el color negro como protagonista-.

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Afinidad total con el público

La conexión y la cercanía con el público no flaquearon en ningún momento, con una dinámica que se palpaba con los saltos y movimientos al unísono entre la artista madrileña y el público. «En este show queríamos hacer un recorrido por lo que había sido mi carrera hasta el día de hoy, pero también llevaros a momento, a sitios que nos lleven a los recuerdos», expresaba como previa a los temas más clásicos de la artista que se iban a interpretar a continuación y que comenzaría con 'Duele', single que vio la luz en 1999, cuando Malú contaba con solo 17 años. Le sucederían otros éxitos, entre los que se encontraban 'Siempre tú', 'Me quedó grande tu amor', 'Te conozco desde siempre' y 'A esto le llamas amor', que logró hilar de una manera maravillosa.

La cantante volvió a poner de manifiesto porqué lleva más de dos décadas llenando conciertos, con un chorro de voz que, más de una hora después, seguía emocionando a todos. La fuerza dio paso a la calma, y el piano se hacía presente sobre el escenario. Las primeras notas musicales se desprendían de cada una de sus teclas, mientras que Malú no decidía separarse de él mientras cantaba con los ojos cerrados y con los puños cerrados 'Ni un segundo más', un tema que inundó de intimidad y recogimiento al auditorio. Detrás vendría composiciones como 'Ángel caído' o 'Devuélveme la vida', que arrancaron ese lado más flamenco de la artista en forma de quejíos y que el público respondió con una serie de 'olés'.

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Una recta final apoteósica

«Qué pena que dejáramos la piel a medias». El estribillo de 'Se busca' comenzaba a estallar en el recinto y los asistentes comenzaban a sentir la pena de que el concierto iba llegando a su fin. Malú daba las gracias, mientras cogía la mano de todos los miembros de su equipo para saludar un público que lo dio todo durante las cerca de dos horas de espectáculo. No querían que la cantante abandonase el escenario, mientras coreaban al unísono que interpretase otra canción, y así fue, pero no sin antes hacer un breve resumen de lo que habían supuesto estos 25 años de trayectoria musical y las dos canciones que marcaron un punto de inflexión en su vida. «Hay dos canciones que marcaron un antes y un después. Una de ellas fue con la que empezó mi carrera, con la que empezó toda esta locura y marcó los siguientes años de mi vida. Unos años después, con otra canción, me di cuenta que verdaderamente ahí empezaba mi vida. Antes había empezado mi carrera, pero con esta segunda canción, lo que realmente empezó fue una vida llena de primeras veces. Llena de vida», revelaba una Malú emocionada mientras sonaban los primeros acordes de 'Tejiendo alas', un tema dedicado a su hija Lucía, nacida en 2020.

Tras él llegó la canción que la lanzó al estrellato cuando solamente era una joven de 16 años, 'Aprendiz', interpretada a piano. Las pulsaciones bajaban y el público enmudeció con cada nota que salía de la garganta de la cantante, y cuyo silencio se rompió con un largo aplauso y los asistentes de las gradas puestos en pie. Con el concierto ya encarando su recta final, los asientos quedaron relegados a un segundo plano a la vez que sonaban los tres últimos temas, 'A prueba de ti', 'En blanco y negro' y 'Como una flor' -esta última tuvo que retrasarse unos minutos debido a un desvanecimiento de una persona del público-. Tras el pequeño incidente, que se solventó con un poco de humor, la cantante se despedía del público malagueño con la misma energía con la que se presentó al comienzo de la noche. Sin perder un atisbo de fuerza agradeciendo el calor que los asistentes le regalaron durante todo el concierto. La batalla la acabó ganando la apabullante voz de Malú, pero el triunfo musical se lo llevaron todos los presentes.

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