El Cordobés: «En esta vuelta a los ruedos estoy disfrutando y sacando cosas de mí que jamás pensé que podía sacar»

–¿Cómo está siendo esta vuelta a los ruedos?

–Estoy disfrutando. Estoy sacando cosas de mí que jamás pensé que podía sacar porque he dejado atrás la prisa. Es un regalo de la vida que después de esta operación tan gorda que he tenido haya podido volver a torear.

–¿En algún momento pensó que no volvería a torear?

–Evidentemente. Cuando tomé esa decisión (la de operarse) llevaba años con esos problemas aunque intentaba que no se notara. Todos los años cumplía mis compromisos. Primero me hicieron una artroscopia, que me permitió alargar algo más la movilidad, pero llegó un momento en que ni los antiinflamatorios ni las infiltraciones ni nada me hacía efecto. En ese momento vi que era un peligro porque no tenía las facultades como las tenía que tener y un gran sufrimiento. Entonces decidí someterme a la operación en manos del doctor Daniel Cansino.

–¿Cómo está reaccionando en el ruedo esas prótesis que le pusieron en la cadera?

–Han desaparecido el dolor y las molestias y he ganado mucha confianza. Este era un año donde no me había puesto ninguna meta pero sí puedo decir ahora que voy a torear quince corridas de toros que están hechas, voy a activar plaza de Inca, que llevaba unos años sin toros,... algunas cosas vamos a aportar a la fiesta. Es una temporada para ver un poco cómo me encuentro y a lo mejor el año que viene dar un salto en una temporada de veinte o veinticinco corridas, tocar otro tipo de plazas y plantearme si seguiré o no.

–¿Cuáles son sus objetivos en esta nueva etapa en los ruedos?

–Disfrutar de lo que he conseguido con esta operación. Estoy compartiendo muchos carteles en el campo con Javier Conde. Javier es un hombre que sabe de toros, que tiene unos conocimientos increíbles, es un gran taurino y un gran profesional. Nos hemos ido juntos a Francia, a Portugal... estamos como dos chavales, como dos novilleros empezando. Todo eso me ha dado nuevas ilusiones y ojalá pueda llevar a cabo delante del toro todo lo que he ido consiguiendo. Amigos de toda la vida que me han visto toreando me dicen que me ven con más tranquilidad, con otro poso. Estoy haciendo lo mismo que cuando empecé pero con la nevera llena.

–¿Cómo encara el festejo del día 23 de julio en Fuengirola?

–En esta reaparición no podía dejar pasar la oportunidad de volver a estar en la Costa del Sol, donde me considero como en casa, donde tengo tantos amigos y me siento uno más porque llevo ya unos años pasando los veranos aquí en la Costa. El día 23 en Fuengirola es un cartel que me parece interesante y que cubre todo el espectáculo con una rejoneadora de máxima categoría; El Fandi, indiscutible y todo un espectáculo; y mi reaparición. Es una corrida que tiene todos los alicientes para que sea una activación del toreo en la Costa del Sol. Y empezar a aportar. Esto no está siendo fácil para nadie. Ni para los empresarios, ni para los ganaderos ni para los toreros, pero no quiere decir que nos quedemos de brazos cruzados. Dentro del aforo permitido la gente va a ir y es un volver a reencontrarme con la afición de la Costa del Sol y sobre todo con la afición de Fuengirola, a la que tanto debo. Tengo mucha ilusión en este cartel, que tiene muchos alicientes para que la gente acuda.

–¿Qué Cordobés veremos?

–El Cordobés en plenitud. Poco a poco ya conseguí en Sanlúcar pegar tres 'ranazos' y creo que en Fuengirola voy a llegar a seis. Pero sobre todo disfrutar, pasarlo bien y dar todo lo que llevo dentro como siempre he intentado hacer. Ojalá me embista un toro y pueda pegarle cincuenta pases de verdad como quiero pegárselos y luego hacer mi espectáculo que es lo que la gente va a ver de mí. Soy consciente de qué soy y no quiero cambiar mi forma.

–¿Qué la ha parecido la decisión de Enrique Ponce de retirarse?

–Los toreros y sus momentos. Enrique demostró mucha valentía cuando tiró del carro el año pasado y estuvo ahí durante la pandemia dando la cara y toreando una serie de corridas de toros y a lo mejor ahora ha preferido un momento de reflexión. Enrique ha marcado una época en el toreo, indiscutiblemente ha sido un torero maestro de maestros y pronto estará otra vez con nosotros en los ruedos.

–¿Usted no piensa en la retirada definitiva o es un horizonte que ve cada vez más cerca?

–Tengo 53 años y 55 años es una edad muy buena para estar más tranquilo. Con eso lo digo todo. Soy una persona que le debo todo lo que soy como ser humano al toro. No sólo ya una estabilidad de vida, sino una forma de vida y que el toro me ha dado todo lo que soy.

–Ahora, dentro de sus negocios ha entrado en el mundo de las energías renovables.

–Fue una experiencia de unos amigos que se dedican a ello, y hemos montado una compañía eléctrica donde hacemos fotovoltaica. Con ello buscamos aportar y crear puestos de trabajo. Hemos creado la estructura de una franquicia que cuando la saquemos al mercado cualquier persona puede ser dueña de una oficina de ADI Energía, que es mi empresa, y vender para sí mismo. Es una oportunidad de negocio donde creo que vamos a crear muchos puestos de trabajo y luego, además, vamos a ayudar al planeta a que sea más sostenible y que haya una energía más limpia. Considero que dentro de unos España va a ser como Dubái en el petróleo, en el tema de la energía solar.