Leevi Haapala, director del Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki. Salvador Salas

CM Málaga reflexiona sobre el arte del equilibrio: entre el 'soft tech' y el 'blockchain'

Las tendencias de vanguardia, como la inmersión y la inteligencia artificial, conviven con propuestas más sencillas que hacen accesible la cultura de forma sostenible

Lunes, 19 de junio 2023, 17:45

Cada proyecto artístico que se aborda exige hacer un «ejercicio de equilibrio» entre la tradición y la innovación, mantiene Carmen Olivé, directora de EULEN Art. Porque no se trata de implementar la tecnología por la tecnología. Es más, a veces no usarla es la apuesta ... más revolucionaria. Por eso, frente a llamativas parafernalias tecnológicas, en ocasiones la mejor solución es lo se ha venido a llamar 'soft tech', técnicas más sencillas (que no simples), accesibles a todos los públicos, que no exigen grandes inversiones y son más sostenibles. CM Málaga invitó a reflexionar sobre esta otra forma de pensar la tecnología que hoy convive con las principales tendencias del momento en el sector cultural: la inmersión, la inteligencia artificial y el 'blockchain'.

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Las experiencias de museos de Helsinki, Viena y Málaga y el trabajo de dos gestoras culturales evidenciaron las diferentes maneras de aplicar la tecnología para lograr un objetivo común: llegar a más público y hacer del arte un elemento de transformación social y cultural. En el Museo de Arte Contemporáneo en Helsinki optan por esa 'tecnología suave' con medidas como una wifi abierta para acceder a su web sin necesidad de registrarse y sin 'cookies' que acumulen datos de los usuarios. Al mismo tiempo, intensifican su presencia en las redes sociales animando a los visitantes a que compartan contenidos y promuevan las actividades del centro. Y han sustituido la asociación de amigos del museo por un club online que ofrece ventajas a sus miembros, desde información anticipada sobre exposiciones hasta el anuncio de las rebajas en la tienda del museo.

En el Museo de Artes Aplicadas y Arte Contemporáneo (MAK) de Viena (Austria) han encontrado la manera de combinar objetos ya históricos con un nuevo concepto del diseño como «herramienta para transformar el mundo». «Las tecnologías permiten diseñar nuestro futuro y el modo en el que nos comunicamos», argumentó Marlies Wirth, curadora de Cultura Digital y responsable de la Colección de Diseño del MAK. Aquí apuestan por una completa inmersión en lo digital pero siempre con un fin reflexivo: las consecuencias de la automatización, los valores éticos tras la tecnología, los efectos del cambio climático. En una ocasión, crearon una experiencia inmersiva para ver el estado de un bosque tras un incendio y analizaron con técnicas 'soft tech' cómo vivían los árboles tras esa catástrofe.

Carmen Olivié, directora de EULEN Art. Salvador Salas

El arte más tradicional, incluso la arqueología, se suma al tren de las vanguardias tecnológicas, pero a su ritmo y a su manera. EULEN Art puso un ejemplo de cómo armonizar ambos extremos con la exposición 'Hijas del Nilo' que inauguraron en el Palacio de las Alhajas de Madrid. Piezas de miles de años de antigüedad se mostraron al público en vitrinas elaboradas artesanalmente y a medida, pero con soluciones y sistemas de alta sensibilidad para la medición del clima en su interior. Por un lado se usaron focos de última tecnología para la iluminación y por otro se recurrió al tradicional gel de sílice para mantener estable la humedad de las momias. Crearon experiencias inmersivas muy sofisticadas con otras totalmente analógicas, como la recreación de una cámara mortuoria a tamaño real. Para la mediación decidieron a propósito evitar la tecnología y recurrir a egiptólogos para que guiaran la vista. Y fue, asegura, lo que le dio un valor diferencial a la propuesta.

No es el único caso de complejo equilibrio. La Junta de Andalucía presentó @rchivaWeb, el portal que reúne y difunde los documentos conservados en los archivos de museos andaluces y sus archivos históricos provinciales. Una herramienta que permite un acceso «rápido y ágil» al patrimonio documental de Andalucía «resolviendo la encrucijada entre el pasado analógico y presente digital de los archivos».

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Rafael Valentín, responsable de Artes Plásticas de la Fundación Unicaja. Salvador Salas

Ante ese desafío se encuentra también el museo más tradicional de Málaga, el Museo Unicaja de Artes y Costumbres Populares de Málaga, que gestiona la Fundación Unicaja. Aquí, como señaló Rafael Valentín López, responsable de Artes Plásticas de la Fundación, se conserva la tecnología de otro tiempo, desde una silla de parto que iba de cortijo en cortijo para facilitar los alumbramientos hasta uno de los primeros camiones de bomberos de la provincia. Dieciocho salas consagradas a la vida cotidiana de nuestros antepasados más recientes que ahora se asoman a la era digital con un plan estratégico que contempla la digitalización de su colección, la implantación de una plataforma para streamings y el uso de la realidad aumentada. Todo ello reivindicando siempre «el valor de la tradición manual, lo ecológico y lo sostenible», las grandes enseñanzas de quienes nos precedieron.

No obstante, las tendencias del sector cultural hoy día van un paso más allá en el uso de la tecnología. En contraposición al 'soft tech', Hilary Knight, asesora senior de AEA Consulting, trazó una ruta del arte para los próximos años que pasa por la inmersión, la inteligencia artificial y el 'blockchain'. Estas herramientas ofrecen la oportunidad de atraer nuevos públicos y aprovechar mejor los recursos.

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La inteligencia artificial, resaltó, «tiene mucho impacto en las operaciones de las organizaciones»: la implantación de un precio dinámico, el desarrollo de fuentes de financiación, la simplificación del coste del desarrollo del software, la creación de elementos basados en la colección y el partido que se puede sacar de los datos que se obtienen sobre el museo. Pero también tiene sus riesgos: el público ya duda sobre lo que es o no real. Muchas imágenes pueden ser manipuladas por la inteligencia artificial. En este sentido, el 'blockchain' se revela como una garantía para que las colecciones de las instituciones estén digitalizadas y puedan demostrar su propiedad de cara al futuro. Para Knight, «ha llegado el momento de repensar» la tecnología con una máxima de partida: «Lo digital es parte de ser una empresa en este siglo».

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